Bogotá — El peso colombiano vive su mejor momento desde que Gustavo Petro es presidente. El dólar estadounidense se viene debilitando con fuerza y las proyecciones para la economía del país mejoran a la par que se fortalece la moneda.
Sin embargo, no hay que desconocer que si bien el dólar ha retrocedido alrededor de $500 frente a su máximo del año ($5.015), aún está muy por encima de lo que los expertos consideran que debería ser su nivel actual ($3.800 si se tiene en cuenta el nivel de las monedas de los países de la región).
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La primera beneficiada de la debilidad del dólar en Colombia es la inflación, pues parte del incremento de precios que se ha visto en el país es por consecuencia del fortalecimiento de la divisa y su impacto en la importación de materias primas para el sector agropecuario o productos directamente traídos del exterior.
Las expectativas de inflación para abril apuntan a que durante el cuarto mes de este año los precios aumenten un 0,87%, pero para terminar el 2023 los expertos están proyectando que la inflación cierre alrededor del 9,49%, aunque la debilidad del dólar, de mantenerse, ayudará a corregir a la baja, el dato de este mes es mayor al de marzo, cuando los economistas que participan de la encuesta del Banco de la República esperaban que terminara en 8,78%.
En esa misma encuesta los expertos aseguran que el 2024 seguiría con inflación por fuera del rango meta, pero mucho más encaminada hacia la meta del 3%. Las proyecciones apuntan a que en diciembre del próximo año los precios aumenten al 5,19% y solo para 2025, hacia el segundo trimestre, la inflación podría ubicarse abajo del 4%.
El crecimiento de la economía es otro de los indicadores que saca provecho de un mejor desempeño del peso colombiano. De acuerdo con los analistas que consultó el banco central colombiano, el PIB se incrementaría en 1,25%, mientras que los cálculos del equipo técnico de la autoridad monetaria indicaban que podría ser de alrededor de 0,84%.
El mejor trimestre para la economía colombiana habría sido el primero, los expertos esperan que alcance una expansión de cerca de 2,6%, si bien muy inferior al promedio de 2022, es un dato muy optimista teniendo en cuenta que los indicadores de ventas minoristas y compras de vehículos habían sido muy desalentadores al inicio del año. Para los trimestres 2, 3 y 4, el mercado espera crecimientos de 1,09%, 0,70% y 0,81%.
Pese a ello, en materia de desempleo no es tan claro el impacto positivo que pueda llegar a tener un dólar débil en Colombia. Si ben el primer trimestre aún no se conoce, hasta febrero la tasa de desempleo era mayor al 11%.
El mercado la proyecta alrededor del 10,84% al cierre de marzo, pero en los trimestres siguientes volvería a repuntar a la par que se desacelera la economía. Por ejemplo, en el segundo trimestre se cree que podría ubicarse alrededor de 12,09%, mientras que para el periodo entre julio y septiembre se reduciría ligeramente hasta 11,69%, nivel muy similar al que se espera para el último cuarto del año cuando estaría en 11,59%.
Lo cierto por ahora es que el dólar a la baja pareciera no ser un movimiento aislado sino una respuesta a la fuerte depreciación del peso en los meses pasados, de consolidarse en un nivel similar al actual aún le quedará camino pendiente para ubicarse en el mismo nivel de las monedas de la región.
