Bogotá — El avance tecnológico acelerado en el mundo incrementó el uso de plataformas y aplicaciones para realizar cualquier tipo de proceso, especialmente aquellos que son financieros tales como la solicitud de productos de ahorro o crédito, préstamos hipotecarios o microcréditos, créditos BNPL (buy now, pay later), información sobre tasas de interés, entre otras cosas.
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Sin embargo, este crecimiento también ha desencadenado una competencia entre bancos, fintechs y neobancos, quienes buscan implementar tecnologías rápidas y alineadas con las necesidades actuales del mercado.
Es así como, especialmente dentro de este sector, los bancos tradicionales están adoptando estrategias de “speedboats”, un enfoque que les permite lanzar nuevas unidades de negocio más ágiles, minimizando costos y tiempos de lanzamiento de productos.
De allí el nombre, pues son como botes rápidos que viajan en paralelo al gran crucero, pero a mayor velocidad. Explica Santiago Etchegoyen, CTO de uFlow, que esto es posible gracias al uso y aprovechamiento de soluciones tecnológicas con características similares, es decir, herramientas ágiles, sencillas de utilizar, flexibles y especialmente adaptables de integrar en otras plataformas.
Esta estrategia ha sido fundamental en toda Latinoamérica, especialmente en Colombia, donde el panorama de las operaciones digitales en el sector bancario muestra una clara tendencia hacia la digitalización y la adopción de canales no presenciales.
Un estudio realizado por la Superintendencia Financiera de Colombia revela que, en 2023, se realizaron 15.308 millones de operaciones financieras, de las cuales el 78% se llevaron a cabo a través de canales digitales: 2.000 millones de operaciones se hicieron a través de internet y 10.000 millones por medio de aplicaciones.
“La idea de la banca con esta estrategia es buscar soluciones que sean web, es decir, que a diferencia de otras soluciones on premises son mucho más accesibles y ágiles; cloud, para escalar el servicio según la estacionalidad. Además, de NoCode, para lograr una independencia de las áreas de sistemas a la hora de implementar y modificar las políticas de riesgos”, explica Etchegoyen.
El ejecutivo destaca que, por esta razón, los motores de decisiones vienen ganando tanto terreno en el mercado financiero, pues son herramientas ágiles, de fácil integración por APIs y tienen una implementación rápida, asimismo, hacen que las áreas de riesgos o crédito de los bancos no dependen de un equipo tech para hacer implementaciones o ajustes a las políticas.
Una encuesta de Asobancaria revela que el 73% de las entidades financieras en Colombia han implementado nuevas tecnologías, siendo la inteligencia artificial y el Big Data las más populares. Herramientas que se integran dentro de los motores de decisiones.
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El poder llevar adelante esta estrategia puede generar, entre otras cosas, una mayor velocidad de lanzamiento de soluciones que pide el mercado, y la protección del negocio principal, puesto que los speedboats permiten a la banca experimentar con nuevos negocios sin afectar la operación diaria, reduciendo el riesgo de fallas operativas y disminuyendo los costos de integración, incluso permite llegar a nuevos sectores poblacionales.
La transformación tecnológica en el sector financiero está cada vez más acelerada, y en estos momentos el sector bancario en Latinoamérica se encuentra en un proceso de metamorfosis como resultado de la demanda de los clientes por servicios más accesibles, rápidos y personalizados.
Todo esto, y dentro de un contexto de surgimiento de una nueva clase de bancos digitales que tienen un enfoque más presto a mejorar el servicio al cliente para ser más competitivo en el mercado, ha conducido a la banca tradicional a adoptar estrategias ágiles para acelerar el lanzamiento de nuevos productos, y por ende, acelerar las ventas.
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