Bogotá — En épocas de ‘vacas flacas’, término acuñado a momentos de crisis económicas, es importante tomar una serie de acciones para estar mejor preparado ante ellas. Además, cuando la situación del país no es la más favorable en términos de poder adquisitivo.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el crecimiento económico en el último trimestre del año fue de apenas 0,3 %, cuando se esperaba un indicador más cercano al 1%, y la cifra de todo el año fue de 0,6%, cuando los datos más negativos, que eran los del Banco de la República, calculaban un 1%.
En ese sentido, July Alexandra Villalba, directora del programa de Finanzas y Negocios Internacionales de la Fundación Universitaria del Areandina, entrega cinco recomendaciones prácticas que le permitirán proteger el bolsillo:
-Evalúe su situación financiera actual: revise sus ingresos, gastos y deudas para determinar cuánto dinero tiene disponible cada mes y cuánto podría ahorrar en caso de una recesión. Para esto, es importante hacer un presupuesto que le ayude a controlar las salidas de dinero y realizar los ajustes necesarios en caso de una disminución de los ingresos.
-Revise sus gastos: identifique los que son esenciales y aquellos que podría reducir o eliminar. Por ejemplo, tratar de ahorrar dinero en transporte, alimentación y entretenimiento.
-Consolide las deudas: para esto es clave que pueda evaluar la opción de organizar todas sus deudas en una sola que le genere intereses bajos. Una buena posibilidad podría ser pedir un crédito de libranza o de libre inversión.
-Aumente sus ahorros: en estos casos es importante tener un fondo de emergencia. Para aumentar los ahorros, dice la experta, es fundamental aprender a reducir los gastos en áreas no esenciales. También, puede considerar alternativas de generar ingresos adicionales, como trabajos de medio tiempo o la venta de artículos que ya no necesite.
-Cree un presupuesto mensual: esto puede ayudarle a tener claro cuáles son sus ingresos y gastos, lo que le permitirá organizarse para no gastar dinero de más en cosas que seguramente no necesita.