Bogotá — Coltejer, la gran textilera paisa fundada hace más de 110 años por Alejandro Echavarrá Isaza no solo dejará de ser parte de la Bolsa de Valores de Colombia, pero también se quitará el rótulo de textilera para reenfocar su negocio hacia artículos para el hogar.
Más de una vez los medios de comunicación han especulado con la liquidación de la compañía, pero desde la administración se ha reiterado y enfatizado en que a pesar de las dificultades financieras esa no es una posibilidad contemplada.
Y es que la especulación en torno al futuro de la empresa se ha dado debido a que lleva más de un año y medio con sus plantas totalmente apagadas y, además, porque despidió hasta el último de sus empleados, 123 entre 2022 y 2023.
¿Qué se ha hecho?
Más allá de que el objeto social de la compañía no se está llevando a cabo y que Kaltex, su dueño mexicano, también atraviesa dificultades, la compañía viene realizando acciones con el propósito de salir a flote de la crisis en que la dejó la pandemia del Covid-19.
En el 2022 continuó el cese de operaciones productivas. Las actividades desarrolladas durante el año se concentraron en el fortalecimiento de las estrategias de mitigación de gastos, reducción de costos y la promoción para la venta de los lotes del Complejo Industrial ubicado en el municipio de Itagüí.
Con esos objetivos, se realizaron actividades encaminadas al cumplimiento de la promesa de compraventa celebrada con las empresas Constructora Capital y Actual Corp Colombia; se vendió inventario de tela importada por valor de $3.153 millones y ventas de inventarios de materias primas por valor de $15.493 millones.
Así mismo, se cumplieron los requerimientos de las diferentes entidades de gobierno y se ejecutaron actividades para el arriendo de algunas bodegas, percibiendo por este concepto la suma de $2.282 millones.
Por otro lado, se concretó la venta de algunos activos improductivos, logrando obtener recursos por el orden de $12.986 millones.
Adicional a esto se desplegaron actividades relacionadas con el desmonte de la Central de energía y vapor ubicada en el Complejo de Itagüí, la cual tiene un valor en libros de $42.689 millones.
En cumplimiento al PUG (Plan Urbanístico General) acordado con el Municipio de Itagüí, se entregaron tanto material como jurídicamente a título de cesión de bienes, 6.744,53 metros cuadrados.
Mantenerse a flote
La compañía tiene la expectativa de contar con los recursos adecuados para cumplir con las obligaciones legales y contractuales, así como las actividades de custodia y conservación de maquinaria e infraestructura física.
Durante 2023 se implementarán estrategias de mitigación de gastos, reducción de costos, arrendamiento de algunas bodegas y promoción de los lotes ubicados en el Complejo de Itagüí.
Dentro de la expectativa razonable de continuidad de negocio, se concentrarán los esfuerzos en actividades que permitan potenciar la comercialización de productos de hogar, así como la búsqueda de opciones de mercado para aprovechar la capacidad instalada de los activos productivos.
Por otro lado, se continuará con la venta de terrenos ubicados en el complejo del municipio de Itagüí, destinando los recursos para pago de obligaciones financieras.
La pérdida neta fue de $137.201 millones frente a una pérdida neta de $120.923 millones en 2021. Así mismo, la pérdida operativa del 2022 fue de $80.347 millones, frente a una pérdida operativa $76.835 del 2021.
¿Podrá seguir a flote?
A pesar de que la compañía no se planea liquidar, para el revisor fiscal de la empresa es dudoso el potencial de seguir en marcha de la compañía.
Al auditar los estados financieros que fueron remitidos ante la Superintendencia Financiera de Colombia, el delegado de la firma PwC aseguró que el cese de operaciones genera “dudas sobre la capacidad de la compañía de continuar como negocio en marcha en vista que no se encuentra desarrollando su objeto social”.
¿Qué viene para los accionistas?
En la más reciente Asamblea de Accionistas de Coltejer, los inversionistas aprobaron cancelar la inscripción de la compañía en el mercado de capitales colombiano, puntualmente, de la Bolsa de Valores de Colombia.
En los casos de cancelación de la inscripción en el Registro Nacional de Valores y Emisores o bolsa de valores, procede el derecho de retiro a favor de los accionistas ausentes o disidentes durante la Asamblea General. El derecho de retiro mencionado pudo ser ejercido por los accionistas ausentes o disidentes hasta el día 12 de abril.
Teniendo en cuenta que un accionista minoritario hizo uso de su derecho de retiro, dentro de los 5 días hábiles siguientes al recibo de la notificación del retiro, la sociedad debe dar traslado de la oferta de las acciones del accionista que ejerce el mencionado derecho de retiro a los demás accionistas de la sociedad, para que éstos manifiesten, dentro de los 15 días hábiles siguientes, si adquieren las acciones, a prorrata de su participación en la sociedad.
En este caso, no es obligatorio para los demás accionistas adquirir las acciones. Las acciones no adquiridas por los demás accionistas serán readquiridas por la sociedad dentro de los 5 días hábiles siguientes, siempre que existan utilidades líquidas o reservas constituidas para el efecto.
A falta de utilidades o reservas para dicho fin, procederá el reembolso. Se resalta que el precio de la transacción en virtud de la cual se adquieren las acciones del accionista que ejerce el derecho de retiro, no es necesariamente el de la oferta, ya que el accionista interesado en comprar o la sociedad, pueden disentir, caso en el cual se pactará de mutuo acuerdo otro precio o se acudirá a un perito nombrado por la Cámara de Comercio.
El avalúo así determinado será obligatorio. Igualmente es importante tener en cuenta que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5.2.6.1.2 y siguientes del Decreto 2555 de 2010, los accionistas ausentes o disidentes tienen derecho a que los accionistas que votaron a favor de la cancelación promuevan una oferta pública de adquisición (OPA) de sus acciones; en este caso, el precio de la acción será determinado por una entidad avaluadora independiente calificada por la Superintendencia Financiera de Colombia.