Bogotá — Del total de obligaciones financieras desembolsadas en 2023, el 26% fueron asumidas por jóvenes menores de 28 años. Un porcentaje que demuestra que este segmento de la población cada vez tiene menos temor a asumir retos financieros y de administrar sus ingresos de una forma que les permita acceder a alternativas de crédito.
Estas cifras, de DataCrédito Experian, también revelan que los sectores que tienen una mayor participación de jóvenes son sector real, con un 29%, y el sector fintech, con un 28%.
Lo anterior puede explicarse debido a la diversificación para acceder al crédito que, por ejemplo, en el sector fintech se hace a través de nuevas plataformas tecnológicas o digitales, que buscan eliminar trámites largos y ahorrar tiempo en el proceso de aceptación de crédito para captar a más jóvenes. Por el lado del sector real, esta cifra muestra que los jóvenes están interesados en participar en segmentos de venta directa o por catálogo de consumo, que les ayuda a crear sus propios negocios y generar mayores ingresos.
Respecto al total de montos desembolsados en 2023, se registra que, para el sector real, el 19% fue desembolsado para jóvenes, mientras que para el sector fintech, se les desembolso un 21%. Esto también es un reflejo de que a medida que pasa el tiempo, los jóvenes adquieren una mayor la responsabilidad financiera a partir del otorgamiento de créditos, pues eso significa que las entidades están teniendo una mayor confianza en su comportamiento crediticio.
En esta línea, esta firma entrega cinco recomendaciones clave para que los jóvenes tengan en cuenta a la hora de acceder a créditos:
1. Educación financiera: antes de sumergirse en el mundo del crédito, es crucial que los jóvenes entiendan los conceptos básicos de la gestión financiera, como la tasa de interés, los plazos de pago y el impacto del puntaje crediticio.
2. Experiencia crediticia: la historia de crédito se puede empezar a construir al asumir una obligación financiera o al realizar compras a crédito con entidades que así lo permitan. Esto implica un acuerdo de pago por la adquisición del producto o servicio correspondiente. Por ejemplo, obtener una tarjeta de crédito, suscribirse a servicios de telefonía móvil o utilizar servicios de financiamiento a plazos son formas comunes de iniciar esta experiencia.
Al desarrollar una historia positiva, se establece una sólida reputación financiera que permite a las personas acceder a un abanico más amplio y favorable de oportunidades crediticias.
3. Presupuesto personal: es fundamental establecer un presupuesto personal y adherirse a él. Esto implica realizar gastos acordes a los ingresos que se tienen y asegurarse de que los pagos de crédito se ajusten al presupuesto mensual. Tenga en cuenta que las tarjetas de crédito no deben considerarse como una extensión de sus ingresos mensuales. Por lo tanto, es recomendable limitar su uso a situaciones estrictamente necesarias.
4. Capacidad de endeudamiento: es prudente evitar acumular una carga excesiva de deudas en relación con los ingresos percibidos. Al mantener los niveles de endeudamiento bajos en comparación con los ingresos y pagar a tiempo las obligaciones no solo se promueve la estabilidad y tranquilidad financiera, sino que también se contribuye a mantener un puntaje crediticio saludable.
5. Monitoreo regular de las obligaciones: es recomendable que los jóvenes monitoreen con frecuencia su historial crediticio para detectar posibles errores o actividades fraudulentas.