Bloomberg Línea — El embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, dijo que China ve oportunidades en relocalizar empresas en Latinoamérica y que de hecho ya está ocurriendo, al mismo tiempo que respondió a los cuestionamientos sobre la injerencia del gigante asiático en la región al manifestar que hay países que “se sienten superiores” y “quieren dictar reglas a los demás”.
“No estamos de acuerdo que en el mundo haya un pequeño grupo (de países) que se sienten superiores, que se sienten en condición de dictar reglas a los demás”, dijo Zhu Jingyang en una entrevista en Bogotá.
En su residencia, una ‘pequeña china’ en el norte de la capital colombiana protegida por altos muros y rodeada de jardines, el embajador enseña los modelos a escala del Metro y el Tren de Cercanías de la Sabana de Bogotá, tal vez dos de los proyectos más importantes que se realizan con consorcios del gigante asiático, mientras se refiere a las oportunidades de seguir haciendo crecer la relación con LatAm.
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Esto a pesar de las diferencias que han expresado Gobiernos en la región como el del mandatario argentino, Javier Milei, quien en campaña se comprometió a no negociar con China y ahora ha comenzado a moderar su discurso.
“China, con su influencia económica y comercial, con su capacidad tecnológica y de financiamiento, es un socio confiable para todos. Tenemos la tradición de tratar a todos los países en igualdad, más allá de las diferencias ideológicas y el tiempo nos ha dado la razón, porque los Gobiernos pueden cambiar de unos años a otros, pero la amistad con los pueblos, la cooperación beneficiosa con los países, deben quedarse”, expresó el embajador.
En su concepto, “China tiene la actitud y una mentalidad abierta y mucha paciencia”, dijo el embajador chino al señalar que su país tiene la disposición de cooperar en Latinoamérica por medio de la plataforma de la Franja y la Ruta, pero señaló que “nadie debe dictar reglas a los demás”.
Relocalización de empresas chinas en Latinoamérica
El diplomático resaltó además que, a pesar de un contexto de desaceleración económica global, se abren oportunidades para las inversiones y los negocios, siendo Latinoamérica un foco clave para China.
Se refirió puntualmente a la oportunidad que hay en la relocalización de empresas chinas en la región, en sectores como el de la movilidad eléctrica, citando el caso puntual de los mayores mercados regionales como Brasil o México.
Expresó que este es un proceso que ya está ocurriendo en el mundo con casos como el establecimiento de Chery en Barcelona para producir vehículos eléctricos, lo que consideró “simbólico porque la empresa Nissan se retiró hace varios años de la ciudad”. El fabricante de vehículos chino se ha propuesta fabricar 150.000 carros al año en Barcelona a partir de 2029.
“En general, el mundo está atravesando un proceso de relocalización más allá de los ruidos políticos o geopolíticos. Si mantenemos unas cadenas globales de suministro de producción fluida, sin interrupción, todos los países se van a beneficiar de esta cooperación porque prácticamente la asignación de los recursos de la factoría, según la regla del mercado, es lo que mayor beneficio trae para todos”, dijo.
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Cuestionado sobre los beneficios que tendría esta relocalización de empresas para China, dijo que es positivo dado que las empresas pueden aprovechar su ubicación en jurisdicciones en donde pueden producir incluso a menor costo, generando un mayor beneficio.
En el caso de Latinoamérica, “evidentemente hay grandes recursos, tanto naturales como humanos, grandes mercados”.
“Estamos hablando de grandes países en población como Brasil como México, también en Colombia como tercera potencia demográfica de América Latina. Entonces, hay el interés de buscar nuevas oportunidades, así es el cambio, es el desarrollo del mundo siempre, evitando inconvenientes”, apuntó.
Asimismo, manifestó que en estos procesos de relocalización se da una transferencia de tecnología, así como formación de recursos humanos y talentos jóvenes en otros países, generando un “desarrollo más equilibrado”, por lo que “hay que evitar levantar barreras de manera abusiva, caprichosa, artificial, porque esto va a perjudicar a todos”.
La transición energética es un foco de China en Colombia
Zhu Jingyang se refirió al estado de la relación bilateral con Colombia y dijo que China se está convirtiendo en un socio cada vez más relevante en la promoción de la transición energética, el desarrollo de infraestructuras y la implementación de tecnologías renovables.
Consideró que esto se alinea con las prioridades del Gobierno colombiano, que busca avanzar hacia una paz total que involucre el desarrollo rural y la transición hacia una economía más sostenible.
Mencionó el interés compartido en la reducción de emisiones y el impulso a las energías renovables, un área en la que cree que su país puede dar soporte a Colombia: “Estamos en condición de apoyar todas las prioridades del Gobierno actual”.
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China, como referente en tecnologías verdes, puede aportar su experiencia en la construcción de infraestructuras para la generación de energía limpia, así como en la producción de vehículos eléctricos y baterías de litio, expresó.
“El cambio climático presenta un desafío común para todos los países y si no adoptamos medidas oportunas a tiempo tendríamos grandes problemas en lo próximos años, las próxima décadas. Yo creo que este es un tema que le interesa, le preocupa mucho al presidente Gustavo Petro”, dijo el embajador Zhu Jingyang.
A propósito de este tema, se refirió puntualmente al nuevo Ecoparque Solar Refinería de Cartagena, que contó con una inversión de US$20,5 millones y en cuyo montaje estuvo detrás la compañía Power China: “Creo que esto es uno de los ejemplos de que China puede acompañar y puede apoyar el proceso de transición energética”.
Para el embajador, Colombia tiene el potencial de convertirse en un destino de mayor peso en la inversión china en la región
La Franja y la Ruta
Sobre la adhesión de Colombia a la iniciativa de la Franja y la Ruta, el programa de inversiones y cooperación internacional chino, el embajador dijo que ya se están conformados los respectivos equipos de trabajo para la discusión de los puntos.
La iniciativa de la Franja y la Ruta ya cuenta con la participación de 152 países y 32 organizaciones internacionales. Entre los Estados participantes, se cuentan 22 de América Latina que ya se han adherido a la plataforma.
Desde su planteamiento, dice Zhu Jingyang, se han llevado a cabo más de 3.000 proyectos de cooperación, al mismo tiempo que se han creado más de 420.000 empleos y se ha ayudado a más de 40 millones de personas superar la pobreza.
Para Colombia, la adhesión a Franja y la Ruta “puede ser una gran ayuda en lo que se refiere a la construcción de infraestructuras, a la reconversión económica, a la interconectividad e integración regional y también para el fomento del intercambio cultural”, según el embajador.
El año pasado, durante la visita del presidente Gustavo Petro a China en octubre los dos Gobiernos alcanzaron un acuerdo de principio para establecer un grupo de trabajo para definir los términos en los cuales Colombia va a adherirse a esta iniciativa.
En la actualidad, desde la Embajada china están trabajando con la Cancillería de Colombia para fomentar el trabajo de este grupo de trabajo.
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Del lado del gigante asiático, “ya ha sido presentada la composición china de la autoridad de los funcionarios para integrar el grupo de trabajo”.
Ahora, están esperando también la composición colombiana como contraparte y de ahí se espera arrancar con los grupos de trabajo: “Muy pronto vamos a empezar a discutir los términos específicos de la adhesión de Colombia”. De acuerdo al embajador, se espera que la adhesión a la Franja y la Ruta se dé durante la Administración de Petro.
“Tengo plena confianza en que una vez adherida, Colombia va a poder disfrutar de las grandes oportunidades y facilidades de cooperación en todo lo que sea la construcción de infraestructuras, fomento de comercio, exportación de productos agrícolas colombianos a China, la protección del medioambiente y la cooperación en innovación de ciencia tecnología, etc.”, apuntó.
El Metro de Bogotá
El asunto del Metro de Bogotá también ha estado en el centro de las conversaciones recientes entre China y Colombia, en medio de los pedidos del presidente colombiano, Gustavo Petro, para que en un tramo del mismo se construya de forma subterránea por parte del consorcio chino.
Durante su viaje a ese país, el mismo mandatario colombiano expresó que “sería una tontería” para Bogotá no tener metro subterráneo si la nación “quiere financiar el cien por ciento de ese proyecto”.
El mandatario colombiano sostuvo reuniones con directivos de las empresas Xi’an Metro Company Limited y China Harbour Engineering Company Limited, que ejecutan la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá.
“Técnicamente la obra se puede desarrollar en la primera línea en dos fases: una elevada y otra subterránea”, dijo Petro.
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Cuestionado sobre este tema, el embajador se refirió a la urgencia que tiene Bogotá de mejorar el sistema de transporte, que “es una molestia diaria para los habitantes de la ciudad”.
“Sabemos que no va a ser nada fácil porque desde el primer momento que se planteó la construcción del Metro hasta hoy han pasado más de ochenta años”, señaló.
Asimismo, expuso que China cuenta “con ricas experiencias” en la construcción, en la operación y en el manteamiento “en los sistemas más complicados del Metro”. De las diez ciudades con mayor metraje de operación del metro, nueve están en China, dijo.
“Con estos ejemplos, quiero dejar el fuerte mensaje de que hay que confiar en la capacidad de construcción, de operación, de ingeniería de las empresas chinas. Por eso, el deseo nuestro es que con el avance del actual proyecto de Línea 1 del Metro de Bogotá, las empresas chinas sean confiadas para asumir nuevas obras de construcción. Las empresas chinas están postulando para las licitaciones de la línea 2 y las siguientes”, remató.
Por último, dijo que desde la Embajada han visto que el proyecto está avanzando “más o menos bien” y de conformidad con los términos contractuales vigentes.