Child penalty en Colombia: mujeres que son madres reciben menos ingresos

En el caso de madres con hijos entre 5 y 12 años, la penalidad en el ingreso por hora trabajada se intensifica

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Bogotá — En Colombia hay una brecha salarial entre las mujeres que son madres y aquellas, con características similares, que no tienen hijos. Un fenómeno que trasciende en otros países del mundo y que es conocido como child penalty.

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Un informe reciente de ANIF indica que la penalidad por maternidad no es estática, sino que presenta un efecto acumulativo a lo largo de la trayectoria laboral de las mujeres. Para madres con hijos menores de 5 años, por ejemplo, hay una disminución promedio del 16,4% en el ingreso por hora trabajada y una reducción de 0,8 horas en la jornada laboral semanal, en comparación con las mujeres sin hijos.

En el caso de madres con hijos entre 5 y 12 años, la penalidad en el ingreso por hora trabajada se intensifica, alcanzando una reducción del 35,1%, mientras que la disminución en la cantidad de horas trabajadas a la semana es de 0,5 horas.

Y la situación se agrava aún más para las madres con hijos mayores de 12 y menores de 25 años, quienes enfrentan una penalidad del 48,3% en los ingresos por hora trabajada y una reducción de 0,4 horas en su tiempo laboral semanal.

“Estos resultados evidencian cómo la penalidad por maternidad no solo persiste en el tiempo, sino que se amplifica conforme los hijos crecen, impactando de manera acumulativa la trayectoria laboral y los ingresos de las mujeres”, enfatiza el centro de pensamiento.

Ahora bien, aunque se esperaría que la mayor penalidad esté en madres con hijos en primera infancia, etapa en la que los niños demandan mayores niveles de cuidado, los resultados, dice ANIF, evidencian un efecto acumulativo significativo, especialmente en los ingresos laborales, que se intensifica a medida que los hijos crecen.

Lo anterior, explicando que si bien la reducción de horas trabajadas disminuye progresivamente, lo que podría explicarse por la menor necesidad de cuidado directo en etapas más avanzadas del desarrollo infantil, la penalidad económica sigue una tendencia inversa. “La brecha salarial se amplía de manera sistemática, alcanzando su punto máximo cuando los hijos se encuentran en etapas posteriores de crecimiento”.

Un hallazgo que sugiere la existencia de un impacto estructural de la maternidad que va más allá de la etapa inicial de crianza, convirtiéndose en una desventaja laboral persistente. “Los efectos tempranos de la penalidad no son transitorios: el retiro o la menor participación en el mercado laboral durante los primeros años de maternidad tienen un costo acumulativo en términos salariales que se acentúa con el tiempo”.

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A lo que se suma que la penalidad es inicialmente menor en madres jóvenes, se intensifica durante la etapa media de mayor productividad (entre los 30 y 40 años), y posteriormente se reduce hacia el final de la vida productiva (más de 50 años).

En el grupo de madres de 20 a 29 años, la penalidad representa una reducción del 18,4% en los ingresos por hora para aquellas con hijos menores de 5 años, incrementándose hasta un 31,3% para madres con hijos entre 5 y 12 años.

En el rango de 30 a 39 años, la penalidad adquiere su mayor magnitud y complejidad alcanzando un 25,7% para madres con hijos menores de 5 años, que se incrementa a 46,1% para madres con hijos entre 5 y 12 años, y llega a su punto máximo de 47,0% para madres con hijos mayores de 12 y menores de 25 años.

Una tendencia que cambia en los grupos de edad posteriores. Para las mujeres entre 40 y 49 años, la penalidad presenta una dinámica particular: inicia con una reducción del 20,6% en los ingresos por hora para madres con hijos menores de 5 años, disminuye a un 3,5% (estadísticamente no significativo) en el caso de hijos entre 5 y 12 años, y vuelve a incrementarse hasta un 21,6% para madres con hijos mayores de 12 y menores de 25 años.

Para los rangos de 50 a 59 años y 60 a 65 años, la penalidad tiende a atenuarse, con reducciones en los ingresos que oscilan entre 15,8% y 9,5%, respectivamente, aunque en algunos subgrupos estas variaciones resultan estadísticamente no significativas.

Una de las conclusiones de ANIF es que estos resultados revelan que la penalidad por maternidad o child penalty no solo está determinada por la edad de los hijos, sino que también interactúa con el ciclo productivo de las mujeres, “alcanzando su punto más crítico en los años de mayor desarrollo profesional y salarial, y evidenciando una dinámica más moderada en etapas posteriores”.