Bloomberg — Los futuros del café arábica subieron a un nuevo récord después de que una efímera amenaza arancelaria de EE. UU. contra Colombia se sumara a las incertidumbres comerciales en un mercado que lidia con suministros mundiales ajustados.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el fin de semana a su administración imponer aranceles y sanciones a Colombia por negarse a permitir el aterrizaje de dos aviones militares que transportaban migrantes deportados.
Poco después, la Casa Blanca dijo que aplazaría la imposición de esas medidas tras alcanzar un acuerdo sobre el retorno de los deportados.
La medida alteró las perspectivas de los envíos de café en un momento en que los futuros más activos de la variedad arábica han subido en medio de la escasez de cosecha en los principales productores.
Colombia es el tercer productor mundial de café y el segundo de la variedad arábica, preferida para las especialidades. Al menos el 40% de sus exportaciones de café se dirigen a Estados Unidos, el mayor mercado del país sudamericano, según datos del Departamento de Agricultura estadounidense.
Aunque la amenaza fue breve, puso de relieve que cualquier perturbación del comercio podría avivar aún más la volatilidad del mercado. Los futuros en Nueva York ganaron hasta un 2,3% el lunes y han subido más de un 80% desde hace un año.
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Las mediocres cosechas de los principales productores, como Brasil y Vietnam, han puesto a prueba el suministro de café, y el USDA prevé que las reservas mundiales en la temporada 2024-25 caigan a su nivel más bajo en 25 años.
Los futuros de la variedad robusta en Londres fluctuaron.
“En realidad, es probable que todos los productores de café de Latinoamérica se enfrenten a la misma amenaza que Colombia y que todos den marcha atrás”, dijo Steve Pollard, analista de Marex Group. “Si se aplican aranceles a la importación de café de todos estos orígenes, es probable que el impacto repercuta en los precios al por menor en EE.UU.”.
Si los aranceles se aplicaran a Colombia, el mercado físico se vería perturbado al provocar el desvío de los granos de primera calidad del país hacia Europa, lo que elevaría la demanda estadounidense de otros orígenes, añadió Pollard.
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