Biogás y biometano: ¿Alternativas amigables de la transición energética colombiana?

Los departamentos con mayor disponibilidad de biogás son Antioquia, Cundinamarca, Valle del cauca, Meta, Santander, Casanare, Cesar, Atlántico, Bolívar, Risaralda y Cauca

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Bogotá — Si bien en Colombia la producción de biogás y biometano se encuentra aún en etapa temprana, la industria empieza a llevar a cabo diversos proyectos para implementarlos como fuente de recursos renovables, lo que permite avizorar un futuro promisorio para estos energéticos.

De acuerdo con el estudio ‘Estimación del potencial de conversión a Biogás de la biomasa en Colombia’ realizado por la Universidad Nacional de Colombia y la UPME, así como los datos de empresas del sector, los departamentos con mayor disponibilidad de biogás son Antioquia, Cundinamarca, Valle del cauca, Meta, Santander, Casanare, Cesar, Atlántico, Bolívar, Risaralda y Cauca.

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De hecho, de acuerdo con este mismo estudio, el potencial de generación de biogás a partir de las biomasas residuales priorizadas en estos departamentos corresponde a 10.447 terajulios/año (9.894.669 MBTU), lo cual equivale al 8% de la energía suplida por el gas natural en el 2012.

Para la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), estos datos representan una oportunidad viable y sostenible para la producción de energía en zonas rurales y urbanas, mejorando la calidad de vida de los colombianos a la vez que descarboniza su cadena de valor.

“Gracias al potencial de biomasa residual disponible generada en diferentes procesos productivos en el país, abre el camino para impulsar la diversificación de las fuentes de energía mediante el uso de energéticos renovables como el hidrógeno, el biogás y el biometano, como aliados estratégicos para materializar la transición energética y la carbono neutralidad en 2050″, asegura Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas.

Entre los sectores que impulsan el desarrollo de biogás se destacan el de la caña de azúcar, líder en la producción de bioenergía en Colombia, gracias al aprovechamiento del bagazo de la caña como combustible para sus calderas y la producción de etanol, el cual se mezcla con gasolina y posteriormente se suministra al sector transporte.

A la fecha cuatro ingenios cuentan con plantas para tratar sus efluentes, con una capacidad aproximada de 7.480 toneladas/día. Por otra parte, la industria de palma de aceite produce biogás a partir de la digestión anaerobia de aguas residuales de plantas extractoras de aceite de palma y se caracteriza por su alto contenido de metano (50% a 60%), que permite redirigirlo a la generación térmica o eléctrica.

Actualmente, su producción alcanza 133 millones de metros cúbicos/años, para una generación eléctrica de 60 MW. En el sector porcicultor, este energético es producido con la ayuda de residuos orgánicos (porcinaza), por medio de biodigestores tipo bolsa y Taiwán, que procesan un flujo de 1.200 toneladas de efluentes por día, con una producción de 600 m3/h de biogás al 63% de metano, para una generación de 576.000 KW/mes.

También se han encontrado otras iniciativas en el sector agroindustrial, cuyas cadenas de producción tienen relación con la agricultura, un ejemplo de ello son la industria cervecera y láctea, donde se han adelantado procesos de aprovechamiento de materia orgánica, donde se utilizan 1.935 m3/día de biogás y desarrollan tecnologías de purificación, produciendo 400 m3 por hora con 60% de contenido de metano.

En cuanto a la producción de biometano, este energético se ha consolidado como un complemento ideal del gas natural que se abre paso en el país tal como se anunció durante el Congreso Naturgas 2023, EPM utilizará el biogás generado en la PTAR San Francisco para mejorarlo a biometano e inyectarlo en la red para uso domiciliario, aprovechando 600.000 m3 de gas renovable, equivalente a la atención de 10.000 hogares, operación que iniciaría en agosto de este año.

Hoy Colombia cuenta grandes expectativas para estos nuevos energéticos, no obstante, su fortalecimiento necesitará de la reglamentación y flexibilización de parámetros que faciliten su desarrollo, lo que permitirá que las inversiones puedan realizarse y así definir una hoja de ruta para masificar su producción.