Bogotá — El Gobierno de Gustavo Petro atraviesa por el momento más complejo a nivel político, pero paradójicamente, el más sereno a nivel económico. La caída de su mano derecha y su embajador en Venezuela contrastan con un peso a niveles de agosto de 2022, mejores tasas de TES y la ratificación de Moody’s a la calificación Baa2.
Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: Twitter, Facebook e Instagram
Además, tras los desaires de hace unos meses cuando en vano anunció un cese al fuego con 5 grupos al margen de la ley, esta vez viajó a La Habana, Cuba, para firmar con el líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García, un cese al fuego que es un primer paso para alcanzar un acuerdo total que implique la paz con ese grupo delincuencial.
De acuerdo con el presidente Gustavo Petro, “hay que amar y proteger el corazón, porque al protegerlo no nos ganará la violencia, sino el amor”. Y finalizó que “esta firma de estos acuerdos parciales hoy, que los llevan a ustedes a un cese el fuego, a un punto que nunca habían experimentado en los diálogos, a un cese al fuego que sigue con una promesa: el 25 de mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia”.
¿Qué se acordó con el ELN?
El Gobierno y la guerrilla del ELN firmaron un cese al fuego “nacional”, “bilateral” y “temporal” que, tras un período de ajuste, durará en principio 180 días a partir del próximo 3 de agosto.
Sin embargo, el acuerdo no le prohíbe a la guerrilla continuar realizando extorciones y secuestros, pues según dijo Pablo Beltrán, líder de la delegación negociadora de esa guerrilla, “la tributación en territorios” y “las retenciones”, se harán si son necesarias.
“Las operaciones de finanzas del ELN se comenzaron a discutir aquí, pero esa discusión no terminó, se va a seguir discutiendo, entonces en estos protocolos no entraron”, indicó Beltrán.
Las partes acordaron que la ONU y la iglesia católica supervisarán el cumplimiento del cese al fuego y cada dos meses habrá una reunión de seguimiento. “Las partes acuerdan no realizar acciones ofensivas. Dicha prohibición incluirá las actividades de inteligencia encaminadas a realizar acciones ofensivas entre las partes”, indica el documento.
Así mismo, la medida se regirá por tres principios fundamentales: buena fe de las partes, reciprocidad en la cual queda claro que el Estado no renunciará a su obligación de proteger a la población y voluntad.
Ya hay críticas a lo acordado
Al igual que en su momento con las Farc, los diálogos de paz con el ELN no son del agrado de todos los sectores políticos, en parte, porque en el camino se hacen concesiones con las que no todos quieren convivir.
Es el caso del exsenador Carlos Fernando Galán quien sostuvo que “todos queremos que se avance hacia la paz, pero pactar un cese al fuego que le da permiso al ELN para secuestrar o extorsionar “si lo consideran necesario” es absurdo y puede erosionar muy rápido cualquier apoyo a los diálogos de paz”.
Es también el caso del exministro de defensa Juan Carlos Pinzón, quien aseguró que “los colombianos quedan indefensos. La “paz total” se percibe como un plan del gobierno que implica alianza con grupos criminales, ELN, Farc-EP y herederos, Clan del Golfo, narcotráfico, para repartir impunidad, capturar al Estado, consolidar poder regional, y debilitar las FFAA”.
¿Más fuerza para el peso?
Cuando se daban avances importantes en los diálogos con las Farc, el mercado solía reaccionar positivamente, a pesar de que siempre se aclaraba que “nada está acordado, hasta que todo está acordado”.
El peso colombiano viene de dos semanas de fortalecimiento por cuenta de la crisis de Gobierno que tiene en vilo el trámite de las reformas a la salud, pensiones y laboral.
Ahora la pregunta es si el cese al fuego con el ELN les dará calma adicional a los inversionistas. Al respecto, Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, asegura que “eso ya lo vivimos y de los diálogos pasados aprendimos que nada está acordado, hasta que todo está acordado. Ellos avanzan, pero no significa que no revisen lo que ya hayan negociado para ajustar cosas. Es una buena noticia, más allá de todo, no sabemos si esto conduzca a un acuerdo definitivo y en qué condiciones se dé ese acuerdo, pero sin duda que es una buena noticia”.
Asegura también que “hay que ver cómo avanzan las negociaciones para tener claridad de cuáles son los inamovibles de cada bando. Asó que mientras no haya un acuerdo total, el mercado no va a reaccionar para uno u otro lado”.
Entre tanto, otro Juan Camilo Rojas de Credicorp Capital, sostiene que “la verdad el anuncio no es que cuente demasiado a lo que ya hemos visto en la tendencia del dólar. Fue un anuncio medio difuso, entran a una fase preparatoria para un cese al fuego posterior. Es marginal el efecto adicional que pueda tener. Más bien cuando se dé y sea verificable puede que se pueda hacer una evaluación del efecto que tenga en los mercados”.
Otro analista que prefiere no ser mencionado, asegura que el acuerdo en realidad no importa en materia económica. Recordó que en el diálogo con las Farc se habló de crecer hasta un punto porcentual más y de un bono por la paz y al final eso no se vio reflejado en el desempeño de la economía.
Añadió también que esas estimaciones no se cumplieron, en parte, porque los territorios que ocupaba las Farc pasaron a ser ocupados por otros grupos delictivos y no por el Estado. Y concluyó que hasta no ver un resultado muy contundente, el mercado no reaccionará a estos acuerdos.
