Bogotá — Este segundo semestre es clave para el Gobierno de Gustavo Petro en su afán reformista del ordenamiento colombiano. En Congreso tramita reformas en varios frentes: laboral, tributario, político y educativo, pero el ambiente es complejo.
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La legislatura empezó con un traspié para el Ejecutivo. El Congreso le negó el monto del Presupuesto General 2025, y aunque puede decretarlo sin mayores contratiempos, eso le deja un ambiente tenso para el trámite de los demás proyectos, entre ellos, la Ley de Financiamiento, una especie de reforma tributaria con la que espera completar los recursos que le faltan para su PGN del próximo año.
Poder en el Congreso
El poder en el Congreso de la República está del lado del presidente. Efraín Cepeda, un conservador crítico a su Gobierno, quedó presidente del Senado, pero su llegada al cargo es un avance frente a Iván Name, de la Alianza Verde, quien fue un obstáculo para el Ejecutivo durante la legislatura anterior.
En la Cámara de Representantes el Gobierno salió ganador. La presidencia de la cámara baja quedó en manos de la Alianza Verde, un partido fraccionado entre adeptos al petrismo, independientes y opositores.
Sin embargo, Katherine Miranda, opositora que estaba llamada a presidir la cámara baja, perdió a última hora contra uno de sus copartidarios, Jaime Raúl Salamanca, uno de los verdes afín al Gobierno Petro.
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En Comisión Primera de Senado el presidente esta legislatura es Ariel Ávila, hasta hace unos años analista político. Hace parte de la Alianza Verde y es abiertamente petrista.
Lidera la comisión en donde se tramitan los temas constitucionales, por ejemplo, la ley estatutaria a la educación, la misma que el Congreso le hundió en la legislatura anterior, pero que con Ávila de su lado podrá impulsarla nuevamente, no en vano será él quien defina la agenda de la comisión.
Acuerdos políticos
Si bien la oposición que enfrenta Petro para lo que le resta de año y durante la primera mitad del 2025 es fuerte, ya demostró que tiene el poder suficiente para sacar adelante sus ideas.
Este año logró aprobar su reforma pensional, pero, además, logró que el procurador general, que lo elige el Senado, fuera el de su preferencia y no el de la oposición.
Para el cargo el presidente tuvo que ceder a presentar un candidato que dejara conformes a sus aliados menos fervorosos, pero con Gregorio Eljach Pacheco, pudo deshacerse de los candidatos del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, Luis Felipe Henao, y Germán Barón Cotrino.
Carlos Arias, gerente de Estrategia y Poder, asegura que “es muy posible que la habilidad transaccional y burocrática que el nuevo procurador desplegó cuando era secretario del Congreso se emplea ahora con una de las entidades con más órdenes de prestación de servicio y cargos de libre nombramiento y remoción al servicio de senadores y representantes a la Cámara”.
Añade que bajo esa consideración y, aunque para muchas reformas hay muy poco tiempo de trámite, es posible que avancen las de salud y laboral.
“El 2025 y si las investigaciones periodísticas hacen su tarea podremos encontrar cómo muchos de los congresistas terminan votando por las reformas propuestas por el Gobierno a favor de nombramientos de amigos, familiares o políticos cercanos a sus estructuras regionales”, concluye Arias.
El próximo año comenzará la discusión de quiénes se lanzarán a la presidencia en 2026 para reemplazar a Gustavo Petro, lo cual podría quitarle protagonismo al Gobierno, pero Juan Fernando Cristo, nuevo ministro del Interior, ya hace sondeos de una eventual reelección.
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En diálogo con Caracol Radio el excongresista y ahora aliado fervoroso del presidente Petro, aseguró que “el presidente Petro ha dicho que no quiere la reelección, pero si quieren meterlo en un acuerdo nacional, lo hacemos”.