Viene inyección de hasta US$90 millones a la transición energética de Colombia

Los recursos son de la empresa alemana Viridi, que, además, eligió a Colombia como el hub para toda su operación en América Latina en donde está alistando proyectos para invertir en los próximos años

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Bogotá — La compañía alemana Viridi, con presencia en 17 países, eligió Colombia como epicentro de su operación en América Latina. Alista inversiones de hasta US$90 millones para el próximo año, pero desde el país busca coordinar su estrategia regional de cara a potenciales inversiones en otros países.

Bloomberg Línea habló con Juan Poveda, director de Viridi para Latinoamérica quien explicó que “el 2023 es importante porque es el punto de expansión de nuestra operación”, y advierte que en 2024 se buscará consolidar acuerdos que permitan crecer más en su portafolio.

De cara al próximo año, asegura, “tenemos un plan de US$65 millones para 2024, pero puede ser más, nosotros estamos en una negociación y de eso depende, pero podría llegar a ser de US$80 millones o US$90 millones”.

Dice que en Perú hay planes para invertir, pero explica que por ahora “estamos en una fase de portafolio, lo que hicimos en 2022 y este año en Colombia”, agrega que esos proyectos deberían consolidarse en los próximos dos años y “representar inversiones del orden de US$200 millones”.

En República Dominicana hay un proyecto de 50 megas que está previsto para 2027, mientras que en México hay un proyecto, ya construido, pero que requirió una inversión de alrededor de US$120 millones.

Poveda explica que ese paquete de recursos tendrá como destino sus dos principales proyectos en Santander y Norte de Santander, “estamos a lo largo de la Ruta del Sol, desde Barranca hasta San Alberto. Son proyectos de 48 megas cada uno”.

Comunidades no han sido un problema

A pesar de que empresas como Enel Green Power se vieron en aprietos para ejecutar las obras en su proyecto Windpeshi en La Guajira, Poveda explica que no ha sido el caso de su relación con las comunidades en donde operan.

“En 2024 entregaremos un proyecto en operación: Caracolí I, ese proyecto es interesante, pertenece a la municipalidad de Malambo cerca a la comunidad de los Mokana y gracias a ellos obtuvimos la licencia ambiental del proyecto”, dice Poveda.

De hecho, resaltó que con dicha comunidad indígena se realizó la primera consulta previa virtual en Colombia, durante los meses siguientes a la pandemia.

“A pesar de nuestro caso, sabemos que sí ha habido problemas con comunidades en otros proyectos”, dice Poveda, antes de mencionar que en La Guajira están comenzando a desarrollar un proyecto de hidrógeno verde en el cual consideran “la joya de la corona”.

Dicho proyecto es AkuaippaHy, el cual está en fase de prefactibilidad, “estamos en la identificación de comunidades”, y menciona que basan su operación en estos proyectos en “la mano de obra local”, lo cual considera que ha sido clave en su relacionamiento con las comunidades wayúu.

Esperan que el proyecto entre en operación en 2030, y su construcción está proyectada para iniciar en 2027, entre 2024 y ese año se tramitarán los permisos ambientales y se adelantarán el relacionamiento con las comunidades.

El otro problema que las compañías del sector han evidenciado es la “burocracia ambiental”, ya que los trámites administrativos ante las corporaciones autónomas regionales, han retrasado los planes de inversión de las empresas.

“De todo el proceso es ahí donde hay más oportunidades de mejora y en donde debería concentrarse la política pública ambiental”, aseguró Poveda que advierte que no desarrollar esos proyectos de energías renovables “implicaría construir otro tipo de tecnologías con un impacto muy fuerte porque el país ya no puede hacer grandes represas, tocaría hacer proyectos térmicos que van en contravía de la política del Gobierno y del mundo”.

Adaptarse a los cambios de reglas

Viridi llegó a Colombia hace 5 años, y en el transcurso se presentó una reforma tributaria que eliminó beneficios para las energías renovables, a pesar de ello, dice Poveda “no nos asustamos mucho por eso”.

Advierte, que eso sí, “afecta la competitividad de proyectos existentes y hace replantear modelos financieros”, pero así mismo, invita a entender la dinámica de los mercados.

En ese sentido, dice que “el mercado colombiano igual hace que la energía solar tenga mucho sentido y hay demanda por estos proyectos por la sequía que tenemos al frente y empieza a dar una buena señal para el largo plazo”.

Asegura que esas señales entregan resiliencia al mercado y por eso “Viridi eligió Colombia como el hub para sus operaciones en Latinoamérica”.

A pesar de los cambios en las reglas, al comparar el país con los otros de la región, Poveda cree que “Colombia mantiene posibilidades dentro de la ley 1715 que son positivas para la inversión”. A pesar de ello, reconoce en Chile un país con “condiciones y madurez mejores, pero Colombia no está mal”.

Así mismo, dice que, si no fuera así, no existirían “solicitudes de conexiones de 60 gigas en la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) que son 4 veces la capacidad instalada”.