Acuerdo salarial en Colombia se ve lejano y Petro tendrá la última palabra el sábado

Empresarios y trabajadores están lejos en sus posiciones. Si el Gobierno lo fija por decreto podría dejar inconformes a sus bases sociales o complicar el camino del control de la inflación

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Bogotá — Las posibilidades de un acuerdo sobre el incremento del salario mínimo en Colombia para 2024 se ven lejanas y la decisión final la tendrá que tomar el presidente Gustavo Petro.

Expertos consideran que es el escenario más incómodo para el primer mandatario porque, al no haber concertación, tendrá que dejar insatisfechas a alguna de las partes, y explica Carlos Arias, gerente de comunicación Pública y Política en Estrategia & Poder, “si Petro es coherente se inclinará por lo que piden los sindicatos”, aunque aclara que no sería necesariamente un incremento exacto al que están pidiendo.

Según el experto, Petro buscaría dejar conformes a los trabajadores por encima de los empresarios “para tratar de levantar su imagen desfavorable”, aunque eso le pueda dificultar el camino del control inflacionario y las reducciones de tasas de interés.

Bloomberg Línea habló con Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores quien aseguró que la posibilidad de un acuerdo recae en las capacidades de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez de acercar las posiciones de las dos partes.

Arias explica que ante la petición de los trabajadores de subir el ingreso mínimo en 18% los empresarios se negaron y aseguraron que hacerlo “desordena todo el sistema macroeconómico del país”.

Tras la decisión de bajar las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual, los codirectores del Banco de la República dijeron que persisten los riesgos y que el más inmediato es la incertidumbre sobre el aumento del salario mínimo para 2024, en una economía tan altamente indexada como la colombiana.

Tras ello, los integrantes de la Junta hicieron un llamado a la cautela en el ajuste del salario mínimo, que evite que su aumento exceda de forma significativa la variación anual del Índice de Precios al Consumidor en 2023.

Sin embargo, a pesar del llamado del banco central, Arias dice que se requiere un aumento del salario importante y agrega que “el Banco de la República es el responsable del congelamiento de la economía”.

El presidente de la CUT criticó también la magnitud del recorte de tasas de interés (25 puntos básicos) y dijo que “es apenas una reducción protocolaria”.

“No atienden a nadie” “Después dicen que el congelamiento económico es culpa de Petro y el responsable es el Banco de la República”

Fabio Arias sostiene que las críticas a un incremento muy significativo son “neoliberales” y que está demostrado “que esas tesis en Colombia no aplican”.

De hecho, el líder sindical recordó que hace un año la inflación en el país era del 13%, se incrementó el salario en un 16% y a pesar de ello la inflación ha seguido bajado y la tasa de desempleo ha mejorado, por lo cual, a su juicio, subir el salario en 18% no afectará ni el control de la inflación ni la generación de empleos en Colombia.

Además, para el vocero de la CUT, es imposible modificar la propuesta de aumento del 18% si conocer la propuesta de los empresarios, porque asegura “no sabemos qué piensa el empresariado porque ellos no sueltan ninguna cifra”.

Sostiene que “no nos vamos a mover del 18% sin saber la cifra de ellos” y de nuevo, critica la actitud de los gremios porque para él no entregar la cifra es un sinónimo de no estar dispuestos a negociar.

En una entrevista con Bloomberg Línea el 27 de noviembre, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo con respecto al incremento del salario mínimo que “sería un IPC más algo. La mayoría, con excepción de los últimos años que ha sido de IPC + 2 puntos o 3 puntos, el ajuste ha sido de IPC + 1 punto, yo creería que podemos estar más cerca de este promedio”.

Sin embargo, ese podría ser un incremento que deje satisfechos a los trabajadores, por lo cual Carlos Arias, estratega político, asegura que “inmediatamente se expida el decreto, Bonilla tendrá que moderar su discurso”.

Para el analista político, en el Gobierno Petro no ha posibilidad de mostrar inconformidad con las decisiones que adopte el presidente, y asegura que “al ministro que no le guste, se va”. Sin embargo, recuerda que Bonilla ya ha trabajado con el mandatario, por lo cual una diferencia en el incremento salarial no debería resquebrajar su relación.