Santiago — El sector frutícola comenzó a contabilizar el saldo negativo que está dejando un temporal que azota desde el pasado fin de semana a la zona centro sur de Chile.
Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), prevé una pérdida inicial en inversión frutícola en hectáreas e infraestructura extra e intrapredial de, al menos, 400 millones de dólares por los estragos ocasionados por el sistema frontal.
En la Convención de Fruittrade realizada en Santiago este jueves, Valenzuela explicó que el cálculo se realizó considerando los terrenos inundados por las fuertes precipitaciones y el desbordamiento de ríos, entre otros factores.
La estimación del gremio sólo considera las zonas afectadas al principio del temporal: entre las regiones de O’Higgins y Biobío. También sólo son considerados los predios de cereza, arándano y avellano europeo, aclaró Valenzuela.
“Muchos productores aún no pueden ingresar a sus campos para ver los daños, y todavía debemos enfrentar la real dimensión de pérdidas en huertos de otras especies como carozos y uva de mesa, por lo que a medida que vayamos recopilando más información, esta cifra de los 400 millones de dólares de seguro se incrementará”, dijo el líder de Fedefruta, quien espera que la “real dimensión” de los daños contribuya a enfocar los recursos en ayudas a los afectados.
Sobre el impacto en los viñedos no hay mayores detalles. Sin embargo, la Viña Concha y Toro señaló ayer, en una declaración pública, que sus instalaciones no se han visto afectadas, “más allá de inundaciones parciales” y debido a que sus “viñedos se encuentran actualmente en reposo, el exceso de agua recibida no les afecta mayormente”.
A raíz del frente de mal tiempo, el presidente de Chile, Gabriel Boric, declaró emergencia agrícola para 117 comunas ubicadas en las zonas afectadas, dado que la industria agrícola ha sido una de las más golpeadas.
La medida se sumó a otras adoptadas por el Gobierno ante el temporal, entre las que destaca la declaración de Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe en las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, con el fin de agilizar la movilización de recursos.
Hasta este jueves, 24 de agosto, las autoridades reportaban 41.532 personas aisladas y 32.841 evacuadas por el fuerte temporal. La cifra de fallecidos permanecía en tres, mientras que el número de damnificados ascendía a 33.234 debido a que decenas de viviendas resultaron destruidas y miles registraron daños.
