Santiago — Mientras los precios del litio siguen derrumbándose desde el peak alcanzado a finales de 2022, Chile ha iniciado una acalorada discusión acerca de la política planteada por el presidente Gabriel Boric para administrar el metal clave para las baterías de vehículos eléctricos.
El lanzamiento de la estrategia, una promesa de campaña de Boric, trastocó inmediatamente al mercado. La inquietud por un mayor control del Estado en la industria del litio derrumbó las acciones de SQM y Albemarle el viernes, al tiempo que las mineras con operaciones en Australia –principal productor del mineral– comenzaron a elevarse como espuma.
Las posturas de los inversionistas
La estrategia ha recibido opiniones diversas, mientras el Gobierno intenta transmitir calma. “Estoy atento a las diversas reacciones del anuncio: a las positivas, las escépticas, las críticas y las entusiastas… Lo más fácil era no hacer nada, dejar todo como está y evitarse problemas, pero esa no es la manera de gobernar”, dijo Boric el lunes en un evento con empresarios de la minería.
No hay una sola mirada en torno al plan, aunque sus detractores apuntan a que se podría producir una fuga de inversionistas. Robert Friedland, presidente de Minas Ivanhoe Ltd, aseguró en una entrevista con Bloomberg que lo veía “complicado para el capital internacional” y hacía “más difícil invertir en Chile”.
Pero una de las opiniones más llamativas fue la de Elon Musk, propietario de Tesla, quien reaccionó a la estrategia chilena: “El mineral de litio es muy común en toda la Tierra. Lo que importa es la capacidad de refinación”. El comentario fue respondido por el ministro de Economía, Nicolás Grau, en una entrevista con un canal de televisión local.
“Esa visión que presenta Elon Musk es parte central de nuestra estrategia, nosotros queremos agregar valor, queremos que a partir del litio, al menos, una parte de esa producción permita avanzar en producciones de bienes más complejos, acercarse a toda la cadena de baterías”, dijo a Mega.
En contraste, Grau y otros ministros chilenos destacaron en Twitter algunos comentarios de “potenciales inversionistas” a favor del plan gubernamental, entre ellos los de Russell Barwick, director de Lithium Power International; Rodrigo Dupouy, presidente para América Latina de Sorcia Minerals; Cristóbal García-Huidobro, gerente general de Minera Salar Blanco, y Hendrik van Alphen, CEO de Wealth Minerals.
Los movimientos de SQM y Albemarle
En medio de esta vorágine de opiniones, las dos empresas que controlan las operaciones de litio en Chile permanecen cautelosos. SQM y Albemarle, que concentran la producción y explotación de litio en el Salar de Atacama, comenzaron acercamientos con el Gobierno.
“Estamos convencidos que nuestra tecnología y nuestra experiencia en la industria del litio, permitirán lograr acuerdos razonables en interés del Estado y de la gran heterogeneidad de accionistas que tiene SQM”, dijo la empresa en un comunicado después de que su gerente general, Ricardo Ramos, se reuniera con el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente. El martes fue el turno de los directivos de Albemarle en esta misma instancia, que negociarían con Chile más cerca del final de su contrato en 2043.
La visión de la firma estadounidense Jefferies es que, al menos, Albemarle responderá con un mayor foco en las inversiones en la producción de litio en EE.UU. y Australia tras la presentación de la estrategia chilena.
Pero desde la administración de Boric descartan que se ahuyente a los inversores con la nueva política. En entrevista con Bloomberg Línea, la ministra de Minería, Marcela Hernando, dijo que su propuesta apunta a una alianza público-privada en la que “todos vamos a ganar”, al tiempo que aclaró que no se trata de una nacionalización de la industria.
El Gobierno propone la creación de una empresa estatal que participe en todo el proceso industrial del litio, un proyecto que será ingresado en el segundo semestre de este año en el Congreso. Pero antes se consultará a las comunidades y otros actores involucrados. En tanto, Codelco y Enami jugarán un rol clave en los proyectos donde se está explorando y desarrollando actividades vinculadas con el recurso.
Los ingresos fiscales por litio sumaron más de US$5.000 millones en 2022 por exportación de este elemento clave en la transición energética, el doble de lo aportado por Codelco, según un cálculo del Consejo Fiscal Autónomo. Un mayor apetito global por este mineral no metálico elevó sus precios a un récord a finales del año pasado. A pesar de que el costo ha caído en los últimos meses, el valor aún continúa por encima de lo registrado previo a 2022.
