Fitch Ratings mantuvo su calificación a largo plazo en moneda extranjera de Chile en A-, con perspectiva estable. Se trata del séptimo nivel más alto que puede tener un soberano según la escala de Fitch Ratings y, además de ubicarse dentro de la categoría grado de inversión, mantiene a la deuda chilena como la mejor calificada de toda Latinoamérica, por encima de países como México, Perú y Uruguay.
Chile se sitúa al mismo nivel que países como España, Letonia y Polonia, según destaco un comunicado del Ministerio de Hacienda de Chile, tras el anuncio de Fitch.
“Esto destaca nuestro compromiso con la regla de balance fiscal y una conducción prudente del erario, impulsando gastos sólo cuando se cuente con mayores ingresos, porque esa es la forma de preservar en el tiempo las políticas públicas y de efectivamente, mejorar las condiciones de vida de los chilenos”, celebró el ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel tras el comunicado de Fitch.
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¿Por qué Fitch Ratings mantuvo la alta calificación de la deuda chilena?
Según los analistas de Ficth Ratings, las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente fuerte, con una deuda gubernamental sobre Producto Interno Bruto (PIB) muy por debajo de sus pares.
“Las calificaciones también reflejan sólidos indicadores de gobernanza y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y tipo de cambio flexible”, expresa el comunicado de la calificadora de riesgo estadounidense.
Por otro lado, las mencionadas “fortalezas” se equilibran con un ingreso per cápita que Fitch proyecta que se mantendrá bajo en comparación con sus pares, una alta dependencia de las materias primas y métricas débiles de apalancamiento externo y liquidez. La referencia “sus pares” es en comparación con países de similar calificación crediticia.
Estancamiento de las reformas estructurales
El documento de Fitch destaca que, “a pesar del bloqueo político continuo y la baja popularidad”, el presidente Gabriel Boric “ha logrado cierto progreso en su agenda”.
No obstante, el documento reseña que “la ventana para lograr sus principales reformas estructurales podría estar cerrándose”, con elecciones municipales en octubre y elecciones generales en noviembre de 2025.
“El Gobierno aceleró algunas medidas relacionadas con la reforma tributaria (es decir, el Pacto Fiscal) y el proyecto de ley de pensiones en el congreso, pero la aprobación no está garantizada”, menciona el estudio.
Fitch cree que la “incapacidad” para aumentar los impuestos para abordar las presiones de gasto es una desventaja, ya que esto podría resultar en un deslizamiento fiscal.
Mejora probable de las cuentas fiscales
Fitch espera que la posición fiscal del gobierno central de Chile mejore en 2024, con un déficit del 1,9% del PIB (en línea con el pronóstico del MOF) frente a un déficit del 2,4% en 2023. Fitch espera que los ingresos mejoren durante el resto de 2024 en medio de un crecimiento en recuperación y precios del cobre más altos.
“El crecimiento del gasto debería disminuir a medida que el gasto corriente se normaliza y la ejecución de capex se ralentiza”, menciona el documento y aclara que los riesgos a la baja incluyen el rendimiento persistente de ingresos, el apoyo potencial a Codelco y la expansión o extensión de subsidios transitorios para mitigar el aumento en las tarifas eléctricas para los más vulnerables.
Perspectivas de la deuda gubernamental se deterioran
“Aunque el nivel esperado de déficits fiscales por parte de Fitch implicaría una estabilización de la deuda/PIB del gobierno general, la dinámica de la deuda también está siendo impulsada por elementos significativos fuera del balance, como la capitalización de empresas estatales, compras de préstamos estudiantiles y la reposición de fondos soberanos”, destacan los analistas.
Como tal, Fitch pronostica que la deuda/PIB del Gobierno aumentará a 40,6% en 2024 desde 39,4% a finales de 2023, lo que compara favorablemente con los pares de calificación ‘A’ de 50,3%. Sin embargo, la deuda/ingresos (156,9%) ahora supera a los pares de calificación ‘A’, de 150,3%.