Santiago — Los analistas del mercado comenzaron a calibrar sus cálculos tras conocer un nuevo dato de la economía chilena. Una mayor caída del indicador mensual de actividad económica (Imacec), un referente del producto interno bruto (PIB), a la esperada en abril, está sembrando la expectativa de que el Banco Central de Chile (BCCh) podría tener un tono más dovish en los próximos meses.
Ya operadores financieros, en una encuesta publicada por el BCCh el martes, dieron su pronóstico: sólo en la reunión de julio bajaría la tasa de interés de referencia a 11% hasta su actual 11,25%, y volvería a tener un nuevo ajuste del 10,25% en septiembre.
Si bien la contracción de la economía registrada en abril aumenta las probabilidades de que el instituto emisor se sienta “cómodo” para comenzar a bajar los costos de endeudamiento, lo que “finalmente va a inclinar la balanza” entre empezar con la “normalización monetaria” en uno o tres meses más será “cómo evolucione la inflación, en particular, la que no toma en cuenta volátiles”, dijo Nicolás García, economista senior de Coopeuch, en una nota.
Aunque la inflación logró retornar a un dígito en abril, ubicándose en 9,9% en términos anuales, y creció 0,3% mensual; el índice de precios al consumidor (IPC) sin volátiles anotó una variación mensual de 0,7%.
Desde BICE Inversiones estiman que los responsables de la política monetaria mantendrán invariable las tasas hasta, al menos, el tercer trimestre de 2023. Sería luego de ese periodo cuando se daría inicio al ciclo gradual de recortes.
¿Condiciones para desacelerar la inflación más rápido?
El bajo desempeño del sector comercio, que registró una caída anual del 7,7% y 2,4% mensual, impactó negativamente en el Imacec del cuarto mes del año que anotó una variación de -1,1% a doce meses. La mediana de una encuesta de Bloomberg esperaba una contracción de 0,5%.
Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, considera que, de mantenerse un escenario que estimule una caída más rápida de la inflación, el Banco Central de Chile podría iniciar su ciclo de disminución de tasas.
Para Andrés Pérez, economista de Itaú, es probable que se refuercen expectativas de bajas de la TPM a partir de julio, dada la mayor contracción de la economía respecto de lo esperado por la mayoría de los analistas del mercado.
“Es importante destacar que el menor dinamismo de la economía es coherente con un escenario de normalización de la actividad a niveles más sostenibles con nuestra capacidad de crecimiento de mediano plazo, clave también en contribuir al proceso desinflacionario en curso”.
Itaú prevé que la economía chilena caería 0,4% este año, a pesar de que desde el Ministerio de Hacienda no descartan un ligero crecimiento.
De acuerdo con un informe de Scotiabank, la “economía iría camino a un sobreajuste de no mediar pronta política monetaria contra-cíclica”. Su proyección de una contracción del 0,8% del PIB, superior a la contemplada por el consenso y el propio BCCh.