Bloomberg Línea — El centro de datos que Google tiene contemplado construir en la comuna de Cerrillos, Santiago de Chile, tardará más de lo esperado. La razón: la multinacional de tecnología comunicó que reformulará el plan ambiental en torno a este proyecto, debido a las preocupaciones por su impacto.
“Confirmamos que Google comunicó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) que no seguirá adelante con el proceso de solicitud de los permisos para el proyecto de instalación de un centro de datos en la comuna de Cerrillos”, informó este 19 de septiembre la compañía a través de un comunicado.
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En 2020, la multinacional obtuvo el permiso para la construcción, en la que invertiría alrededor de US$200 millones. Sin embargo, en febrero de 2024, el Segundo Tribunal Ambiental de Chile ordenó al SEA retrotraer la evaluación del proyecto, puesto que no contemplaba el impacto que traería consigo en tres pozos del Acuífero Santiago Central, cerca de donde se va a erigir el centro de datos.
“De acuerdo con todo lo razonado en la sentencia se concluye que, tanto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto como la Resolución Exenta N° 524/2020, de la Dirección Ejecutiva del SEA, incurren en ilegalidad, en relación con la falta de antecedentes que justifiquen la inexistencia de impactos significativos sobre el Acuífero Santiago Central, lo cual a su vez incide en las condiciones o exigencias dispuestas, así como en los compromisos ambientales voluntarios”, dice la sentencia proferida por el tribunal meses atrás.
Tras la sentencia, Google debía revisar su plan ambiental, realizar las correcciones solicitadas e incorporar la consideración de los efectos del cambio climático, para que fuera reevaluado por el SEA.
En ese contexto, la compañía decidió elaborar un plan desde cero, como agregó en el comunicado difundido en la opinión pública este martes, en lugar de darle continuidad al proceso que ya llevaba adelantado.
“En Google, la sostenibilidad está en el centro de todo lo que hacemos y la forma en que diseñamos y gestionamos nuestros centros de datos no es una excepción”, agregó.
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La compañía ya había reevaluado el plan ambiental debido a dos reclamaciones, una de la comunidad y otra de la municipalidad de Chile, argumentando que se usaría agua para enfriar los servidores. No obstante, en 2002, para brindar confianza en los pobladores, la empresa se comprometió a cambiar el sistema de refrigeración por uno de condensación de aire.
Ahora, producto del más reciente traspié, Google prefiere trabajar un plan ambiental desde cero.
Google también invertirá en Uruguay
Chile no es el único país de Sudamérica en el que Google tiene los ojos puestos. Recientemente anunció que construirá un data center en Canelones, Uruguay, para el que destinaría cerca de US$850 millones.
“Se trata de un hito en el posicionamiento de Canelones como distrito de innovación regional que recibe a la big tech más importante del mundo”, celebró en su sitio web la Intendencia Departamental de Canelones.
El festejo no es menor si se tiene en cuenta que el centro de datos no solo ayudará a consolidar a Canelones como un corredor tecnológico y de innovación, sino que generaría empleo a hasta 800 trabajadores durante su construcción.