Bloomberg — Las fuertes lluvias de agosto en Chile, provocadas en parte por el fenómeno climático de El Niño, causaron algunas de las peores inundaciones en años. También tuvieron consecuencias inesperadas para el mercado de renta fija, según una encuesta de Bloomberg News.
Las precipitaciones en el corazón agrícola del país han empujado al alza los precios de las verduras y en particular de las papas. Esto, combinado con el alza del dólar y de los combustibles en los últimos meses, ha avivado las expectativas de inflación a corto plazo.
Y de ahí el impacto en los mercados. La última encuesta mensual del mercado de renta fija reveló que el porcentaje de traders y analistas que prefiere bonos de Tesorería a corto plazo en Unidades de Fomento —es decir, BTUs vinculados al IPC— saltó al 78%. Es el porcentaje más alto desde abril de 2022.
“Considerando las expectativas de inflación de los próximos meses incorporadas en los derivados de inflación, estos suman aproximadamente 1,5%, lo que quiere decir que, en el corto plazo, el devengo será muy atractivo”, dijo Ramón Domínguez, operador de renta fija de MBI Inversiones. “Los activos indexados a la inflación deberían tener un mucho mejor performance que los nominales en los meses siguientes”.
Esto se está viendo en el mercado. La tasa del BTU 2026 bajó del 3,39% cuando las lluvias azotaban al país, al 3,06% el viernes.
La Sociedad Nacional de Agricultura calculó los daños de las inundaciones en unos US$1.000 millones. Los precios de la papa aumentaron alrededor del 50% en una semana, acaparando los titulares de los noticieros de televisión.
No todo es lluvias
El peso chileno se ha debilitado un 5,9% frente al dólar desde fines de junio, la mayor baja entre las monedas latinoamericanas tras el peso argentino. Eso eleva el costo de las importaciones, particularmente de los combustibles.
Desde principios de julio, los precios del crudo West Texas han aumentado alrededor de un 20% y la gasolina en Santiago ahora se vende a más de 1.200 pesos el litro, o alrededor de US$5,34 el galón estadounidense.
“Hay varios efectos de corto plazo en la inflación, depreciación del tipo de cambio, cuentas de luz y efecto de las lluvias principalmente en hortalizas y papa”, dijo Alexis Vega, operador de renta fija del Banco de Crédito e Inversiones.
Las presiones sobre el tipo de cambio seguramente persistirán, ya que el mercado espera que el Banco Central de Chile implemente el programa de recortes de tasas más agresivo del mundo. Este comenzó el 28 de julio con una reducción de un punto porcentual y operadores encuestados por el central esperan otro de 75 puntos básicos el 5 de septiembre.
Además, históricamente otros precios también suben en septiembre. La tradición de celebrar el Día de la Independencia el 18 de septiembre con un gran asado normalmente empuja al alza los precios de la carne.
Efecto pasajero
Casi dos tercios de los encuestados dijeron que los efectos sobre la inflación serán transitorios, mientras que el 36% dijo que serían más duraderos. Esto los pone en línea con el vicepresidente del banco central, Pablo García, quien le dijo a Bloomberg el mes pasado que era poco probable que el peso más débil y las inundaciones cambiaran la trayectoria de la política monetaria.
Y a pesar de las preocupaciones sobre la inflación local, el 64% de los encuestados dijo que la Reserva Federal y lo que suceda con las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. serán el principal driver del mercado local en general, frente al 29% en la encuesta anterior.
El 36% de los encuestados mencionó los datos macroeconómicos locales como el principal impulsor, frente al 71% de la encuesta anterior.
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