Cómo invertir dinero en Chile: algunas opciones de los expertos

Un especialista recomienda que al momento de invertir usted necesita preguntarse para qué quiere el dinero y en cuánto tiempo lo va a necesitar.

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Bloomberg Línea — El 50% de los chilenos dice estar satisfecho con sus finanzas, de acuerdo con el Índice de Felicidad Mundial 2024, que elaboró Ipsos, multinacional de investigación de mercados y consultoría.

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Un buen paso para progresar económicamente consiste en revisar su situación financiera. ¿Qué pasa si tiene ahorros y le gustaría hacer algo con ellos? Por suerte, hay una variedad de instrumentos donde poner su dinero, tales como cuentas con intereses, cuentas en UF, dólares, depósitos a plazo, ETF, fondos, pero, ¿cuál es la mejor opción? Para expertos eso dependerá del objetivo que usted tenga.

Sebastián Urizar, cofundador de Camino Financiero, comunidad digital que comparte guías sobre cómo invertir, explicó en su canal de YouTube que para saber dónde poner sus ahorros en Chile existen miles de instrumentos “y cada banco querrá vender el suyo y nos promete que su producto es justo lo que necesitamos”, pero lo más probable es que no sea así, porque simplemente buscarán capturar su inversión.

“No lo digo porque creo que los bancos sean unas súper entidades malignas, o bueno al menos no todos, sino porque en la gran mayoría de los casos ni siquiera nos preguntarán para qué queremos esta plata y también en cuánto tiempo la vamos a necesitar”, sostiene el experto.

Urizar considera que estas dos preguntas son claves para elegir el instrumento de inversión o cuenta de ahorro, porque sin eso es imposible determinar cuál es la mejor opción.

Instrumentos que más convienen, según la etapa de su camino financiero

El también CEO y cofundador de FinTrack, aplicación de seguimiento financiero que ayuda a tomar el control de su dinero, sostiene que es imposible analizar los miles de instrumentos financieros disponibles en el mercado. Así que para simplificar la tarea, recomienda que clasifique su dinero por etapas:

  • Dinero para el día a día
  • Fondo de emergencia
  • Ahorros a corto/mediano plazo
  • Objetivos a largo plazo

“Cada una de estas etapas tiene sus particularidades y un objetivo distinto, así que no podemos tratarlos a todos de la misma manera. Tenemos que elegir el instrumento que mejor se adapte a ese objetivo en concreto”, dice Urizar.

Primera etapa: para el dinero del día a día, como las compras del supermercado, pagar las cuentas o el arriendo, hay tres puntos para elegir el instrumento correcto: primero, una cuenta que no le cobre gastos por mantención, porque esto le hará ir perdiendo plata todos los meses; segundo, que usted pueda pagar con la tarjeta, hacer transferencias y retiros también en los cajeros sin comisiones; y tercero, que usted tenga algún tipo de beneficio como cashback, descuentos o promociones.

En cuanto a los instrumentos, el experto explica que hay dos categorías: las cuentas corrientes y las tarjetas de prepago, como Tenpo, Mach, la cuenta Fan del Banco de Chile, Tapp de la Caja Los Andes o la tarjeta de Mercado Pago, todas con cero costos de mantenimiento. Entonces, ¿cuál tarjeta elegir? “Bueno, yo creo que aquí va a depender principalmente de los beneficios que a ti más te interesen”, dice Urizar.

Segunda etapa: El fondo de emergencia es un monto determinado de dinero que tendrá guardado precisamente para imprevistos, como en caso de perder su empleo o una urgencia médica.

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Los especialistas recomiendan que sea entre 3 y 6 meses de sus gastos fijos mensuales, porque si no tiene este dinero disponible y toca una emergencia, tendrá que pedir prestado o usar tarjetas de crédito.

Si bien con el fondo de emergencia tampoco hay ese objetivo de generar ganancias, porque lo primordial es tener la seguridad de que cuenta con el dinero, sí hay formas de ahorro que calzan con estos requerimientos: las cuentas de ahorro que pagan intereses y los depósitos a plazos (DAP).

Tercera etapa: Si se trata de los ahorros de corto y medio plazo, por ejemplo, para pagar el pie de la casa o comprar un automóvil, es decir, objetivos que tengan un plazo entre 2 y 5 años, Urizar recomienda no asumir demasiado riesgo, porque sigue siendo un plazo más menor, pero sí sugiere crear un portafolio de inversión con este objetivo.

“En mi caso, me gusta tener un portafolio de riesgo medio o más bien conservador, o sea, por ejemplo que esté compuesto por un 50% en renta fija y un 50% en renta variable”, dice el experto.

Cuarta etapa: La última etapa de su camino financiero son los objetivos de largo plazo, como por ejemplo, su fondo para la jubilación, una opción que va a estar invertida en cualquiera de las miles de opciones distintas que se adecúen al objetivo puntual de su tolerancia al riesgo y también de los instrumentos a los cuales usted tenga acceso.

Urizar recomienda los ETF, “y como sabrán existen de todos los tipos, tenemos ETF de Estados Unidos, de mercados emergentes, europeos, tecnología, salud, etcétera. Cada uno de estos tiene un nivel de riesgo distinto, entonces la elección o la construcción de este portafolio es muy personal”.

Las composiciones más típicas según el nivel de riesgo para un perfil muy conservador se recomendaría un 80% en un ETF de renta fija o de bonos y un 20% ETF de renta variable, es decir, de acciones.

Para un perfil conservador sería un 70% en renta fija y un 30% en renta variable; para uno moderado sería 50 en renta fija 50 en renta variable; para uno más agresivo sería un 20% en renta fija un 80% en renta variable y por un perfil ya muy agresivo sería un 100% en renta variable.

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