Bloomberg — Chile dio a conocer los salares que se abrirán a la extracción de litio, y otros que serán protegidos, como parte de un plan para duplicar la producción del metal de la batería en la próxima década bajo un nuevo modelo público-privado.
Dos de ellos -el gigantesco Salar de Atacama, donde Chile produce actualmente todo su litio, y Maricunga- fueron considerados de importancia estratégica, lo que significa que los futuros contratos serán controlados por el Estado, según dijeron los ministros a la prensa el martes en Santiago. En otras dos áreas, las empresas estatales podrán negociar las condiciones con socios del sector privado, mientras que se invitará a las empresas a manifestar su interés en otras 26 áreas en un proceso de licitación.
El Presidente Gabriel Boric quiere explotar más las mayores reservas mundiales del ingrediente clave de las baterías de los vehículos eléctricos, que están encerradas en depósitos de salmuera bajo las salinas del desierto del norte. Según el modelo de su Gobierno de izquierdas, las empresas estatales se asociarán con el sector privado en las zonas más prometedoras. Las empresas privadas podrán controlar las operaciones menos estratégicas.
Las empresas dispondrán de 60 días a partir de abril para solicitar más información sobre las salinas abiertas a la inversión. El Gobierno espera que se desarrollen tres o cuatro nuevos proyectos de aquí a 2026. Tras el desplome de los precios del litio el año pasado debido a la escasez de oferta, las autoridades apuestan por que los posibles licitadores consideren a largo plazo el abandono de los combustibles fósiles.
En la actualidad, sólo la estadounidense Albemarle Corp. y la empresa local SQM producen litio en Chile, que ha ido perdiendo cuota de mercado debido a las estrictas cuotas de producción.
Mientras que el contrato de Albemarle se extiende hasta 2043, el de SQM expira en 2030. Como resultado, la empresa con sede en Santiago ha acordado en principio ceder una participación mayoritaria en sus activos de salmuera a la empresa estatal Codelco a cambio de ampliar las operaciones durante tres décadas.
Como gran productor de litio y cobre, Chile está a la vanguardia de la transición mundial hacia las energías limpias. Pero el Gobierno está inmerso en una delicada danza, buscando un mayor papel para el Estado al tiempo que intenta atraer más capital privado, defender el medio ambiente y avanzar en la cadena de valor, todo ello en un momento de crecientes tensiones entre sus principales socios comerciales, China y Estados Unidos.