Santiago — La inquietud rodea al mercado cuprífero. Mientras las economías demandan cobre para alejarse de los combustibles fósiles, el suministro sigue siendo insuficiente. Chile, con la mayor producción mundial de cobre, mostró cifras débiles en 2022. Pero el desempeño de la industria pudiera mejorar levemente de acuerdo con distintas proyecciones; entre ellas, las realizadas por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), que estima una producción cercana a los 5,5 millones de toneladas métricas de cobre fino para este año.
Un posible aumento dependerá del avance de proyectos que debieran entrar en producción este 2023 y, en ese sentido, aportar al mercado, dijo Jorge Cantallopts, director ejecutivo de Cesco, en una entrevista telefónica con Bloomberg Línea, realizada días antes del Cesco Week en Santiago (17 al 21 de abril).
¿Chile sigue siendo tan competitivo?
“Si uno piensa en los últimos 20 años, la oferta del cobre en el mundo ha aumentado mucho: 6 o 7 millones de toneladas el año pasado y apenas 700 mil vienen de Chile”, comenta Cantallopts.
Resalta que la oferta del cobre chileno mermó en las últimas décadas a medida que otros destinos se están consolidando como actores relevantes de la industria. El director de Cesco dice que existen otros países que “han ido creando institucionalidad tan atractiva como la chilena” y que si Chile quiere seguir siendo “competitivo” tiene que realizar mejoras a la institucionalidad.
Mejorar la institucionalidad
El experto considera que se deben realizar mejorar aspectos en materia ambiental. Desde el punto de vista institucional apunta a una flexibilización de los servicios y una eliminación de los “componentes políticos” o ideológicos en los procesos de obtención de permisos.
“Si se fija una nueva norma, una solo metodología, eso está bien porque es información previa a un proyecto. Pero si después de que se hace todo un proceso surge un componente político, eso no ayuda para nada”, explica.
Dice que, en este aspecto, se necesitan instituciones “confiables para todo el mundo”, tanto para empresas mineras, comunidades y ambientalistas. “Para eso, necesitamos instituciones con los recursos que se requieren”.
Recalca que existe una “buena imagen” de Chile a nivel internacional, pero también “preocupación” acerca de la institucionalidad.
El peso de la caída de producción de Codelco
La minería sigue siendo la principal industria chilena. Casi la mitad de las exportaciones totales del país provienen del cobre, así que el comportamiento de este sector impacta sobre las arcas fiscales de la nación.
En 2022, los excedentes generados por la empresa estatal Codelco, el mayor proveedor de cobre del mundo, cayeron un 62,9% interanual. Pero Cantallopts desdramatiza la cifra, pues recuerda que la industria minera se caracteriza por ser marcadamente cíclica en cuanto a precios. En ese orden, cualquier presupuesto pensado en sus vaivenes sería dificultoso, ya que no siempre se mantienen en condiciones estables.
Chile asume como referencia un costo y una producción de cobre a largo plazo para sus cálculos presupuestarios. Pero detalla que la caída no estaba prevista y representa una merma sustantiva respecto del año anterior. “Probablemente no se notará tanto porque en el resto de la industria minera el resultado no fue tan malo, y particularmente en la industria del litio que, aunque es de menor tamaño, registró precios espectaculares. Algo va a compensar”.
La salvedad está en la diferencia de los ingresos porque una parte de los provenientes del litio no entran en el presupuesto general, mientras que los procedentes del cobre sí y son destinados a lo que decidan el Ejecutivo y el Congreso.
“Tendremos años con muy buenos resultados y otros no tanto, inclusos con resultados negativos”. Lo “complejo” sería qué tanto prevalezca una baja producción.
Basado solamente en cifras preliminares de Codelco, Cantallops intuye una nueva caída en la producción, lo que pudiera ser un mal síntoma al considerar que, además, los precios del cobre –según distintos pronósticos– continuarán bajos en 2023. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) prevé que el precio promedio del cobre para 2023 será de US$ 3,85 la libra, una cifra que contrasta con el promedio registrado el año pasado de US$ 3,99.
Asumiendo esas dos variables, Cantallops prevé que los excedentes de Codelco pudieran caer una vez más, tal vez llegando hasta unos US$ 1.300 millones adicionales este 2023, salvo giro en la tendencia.
¿Dónde debiera estar el foco?
La minera debiera tener foco en el control de los costos, dice el director ejecutivo de Cesco. Su visión está alineada con la del mismo Máximo Pacheco, presidente de Codelco, que, en un evento de la Universidad de Chile realizado en marzo, dijo que si el ministro de Hacienda, Mario Marcel, les diera unos US$ 6.000 millones más para realizar proyectos, los devolvería porque “esta cuestión no es pura plata, es una gestión de inversión”. Ese planteamiento surgió tras ser consultado sobre si la estatal debiera abrirse al capital privado para reforzar su capacidad de producción.
En esa línea, Cantallopts sentencia que los proyectos deben avanzar, enfocarse en la “gestión operacional”, donde existiría un desafío para la corporación; y un “control estricto de los costos”.
Hay algunos proyectos, entre ellos Chuquicamata Subterránea, cuya complejidades podrían significar un “cambio de engranaje” relevante para los próximos 50 años, añade.
Eso se traduce, al mismo tiempo, en que el “ajuste no es fácil” y “no será rápido”, resalta. “Probablemente ya lo vimos en el impacto que tuvo en la producción de 2022, que tendrá este año, y uno tiende a pensar que también tendrá un impacto en el futuro”.
Señala que no existe modo de saber si, en efecto, esos ajustes se están haciendo –de una forma de producir cobre tradicional a una manera nueva de operar– demorarán unos pocos años o, simplemente, no se podrán materializar. “Ahí está la preocupación”.
¿Subirá o bajará la producción cuprífera?
Además del desempeño de Codelco, elevar la producción cuprífera en Chile también dependerá de cuánto sea el aporte de los proyectos que se incorporen y del desempeño de otras mineras. Cesco espera un aumento de la producción de mineras como Pelambres, de Antofagasta Minerals, tras dos años de bajas.
El desempeño de Codelco y Pelambres determinarían si se podría llegar o no a los 5,5 millones de toneladas de cobre, porque la producción de Escondida no supondría mayores “riesgos” para este año, según Cantallopts.