Chile enfrenta fatiga electoral antes de finalizar plazo para una nueva Constitución

Las comisiones del Consejo Constitucional iniciarán esta semana un análisis de las modificaciones propuestas al anteproyecto, según la presidenta de la entidad

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Bloomberg — El Consejo Constitucional de Chile confía en tener listo el borrador de la Carta Magna antes del plazo de octubre luego de que resuelva más de 1.000 enmiendas pendientes, aunque enfrenta una ardua batalla para ganarse a los votantes, dijo la presidenta de la entidad.

Las comisiones del Consejo iniciarán esta semana un análisis de las modificaciones propuestas al anteproyecto, dijo Beatriz Hevia. Sus votaciones deben concluir, a más tardar, a principios de septiembre, que es cuando el proceso pasa al pleno de la institución, antes de que se presente una recomendación final el mes siguiente.

“Las dificultades que surjan vamos a ir resolviéndolas, porque tenemos un compromiso serio de cumplir con todos los plazos que se nos han establecido”, dijo Hevia, de 30 años. Cuando se le preguntó directamente si los plazos son realistas, dijo “sí”.

Hevia, abogada de profesión, supervisa la institución que encabeza el segundo intento de Chile en dos años por reescribir su Constitución. El esfuerzo anterior fue rechazado por los votantes en septiembre pasado por temor a que fuera demasiado radical. Ahora el péndulo se volvió a inclinar hacia la derecha, que domina el Consejo.

Pero enfrentan un problema completamente nuevo: la apatía de los votantes por un proyecto que se ha prolongado por más de dos años y ya ha involucrado tres votaciones nacionales.

Solo el 26% de las personas planea respaldar la propuesta de nueva Constitución, según una encuesta Cadem publicada en julio. El mismo sondeo reveló que el 59% de los encuestados sabía poco o nada del trabajo de la Comisión Experta, que dio inicio este año a la reescritura más reciente de los estatutos.

Para Hevia, gran parte de las frustraciones de los votantes tiene sus raíces en el fracaso del intento anterior por una nueva Carta Magna.

“Se pusieron muchas esperanzas en el proceso anterior, el que no resultó”, dijo desde la antigua sede del Congreso en el centro de Santiago, donde funciona actualmente el Consejo. “Por tanto, por supuesto que además resulta difícil creer en el nuevo proceso”.

Malestar social

La iniciativa para reemplazar la actual Constitución, que data de la dictadura de Augusto Pinochet, nació como respuesta a una ola de disturbios sociales en 2019. Pero, en el último año, el país ha dado un giro a la derecha y es probable que el Consejo electo redacte una Constitución muy diferente a la presentada a los votantes en 2022.

Hevia es miembro del conservador Partido Republicano, que se ha opuesto a cambiar los estatutos existentes y, tras las elecciones de mayo, se convirtió en el partido más grande del Consejo. Sus miembros han propuesto más de 400 modificaciones al borrador preliminar, y un resultado exitoso beneficiaría la reputación del partido antes de las elecciones locales del próximo año.

Las enmiendas al primer borrador presentado por todos los partidos en julio expusieron las divisiones entre los miembros del Consejo sobre polémicos temas, desde el derecho al aborto hasta la paridad de género. El expresidente Ricardo Lagos advirtió la semana pasada que algunas de esas propuestas van en contra de la diversidad de la nación.

Por el contrario, Hevia enfatizó que ha habido una disposición a escuchar diferentes opiniones. El objetivo final del Consejo es redactar una Constitución para todos, “demostrando que pudimos poner el bien de Chile, los chilenos, por sobre los intereses particulares”, indicó Hevia, quien previamente se desempeñó como coordinadora de jóvenes para la campaña presidencial del también miembro del partido José Antonio Kast.

“Eso no significa que no van a haber momentos en el que, a lo mejor, va ser muy difícil, incluso imposible llegar a acuerdo”, dijo Hevia. “Yo espero que sea lo de menos. En esos casos, creo que es legítimo también que la mayoría democráticamente electa pueda hacer uso de la mayoría”.

El Consejo Constitucional tiene hasta octubre para hacer modificaciones a un borrador de la nueva Constitución redactado por la Comisión Experta. Después de que el Consejo produzca un texto, una Comisión Experta redactará un informe que podría incluir recomendaciones destinadas a mejorar el documento.

En última instancia, Chile realizará un referéndum sobre el borrador final el 17 de diciembre. Si se aprueba por mayoría simple, la nueva Carta Magna se convertiría en ley.

“En la medida en que todos tengamos una noción común en que Chile tiene que dejar atrás y tiene que terminar el tiempo de la incertidumbre y inestabilidad para avanzar hacia el progreso social y económico, me imagino que, poniendo eso sobre la mesa, es mucho más fácil lograr acuerdos”, sostuvo Hevia.

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