Santiago — El Banco Central de Chile (BCCh) prevé que, en el peor escenario, el Producto Interno Bruto (PIB) caerá hasta 0,5% este 2023. En su Informe de Política Monetaria (IPoM), publicado este martes, también se proyecta que la economía podría experimentar un alza de 0,25% este año, un crecimiento más acotado que el 0,5% previsto en su reporte anterior.
El instituto emisor estima que la actividad se expandirá entre 1,25 y 2,25% para 2024 y entre 2 y 3% para 2025.
Según el informe, la economía ha ido avanzando en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años, lo que ha “permitido reducir la inflación en línea con lo previsto, avanzando en la consolidación de su convergencia a la meta de 3%”.
Además, indica que la “inflación total y subyacente han disminuido de acuerdo con lo previsto, esta última de forma más lenta y acotada”. Como ejemplo de ello se muestra que la variación anual del índice de precios al consumidor (IPC) alcanzó a 8,7% y 9,9% anual en mayo, respectivamente.
“Una dirección más favorable”
“Tras varios informes que me correspondió dar cuenta de la compleja situación inflacionaria por la que atravesaba nuestra economía, este informe trae noticias que apuntan en una dirección más favorable”, dijo Rosanna Costa, presidenta del BCCh, en la presentación del IPoM de junio ante la Comisión de Hacienda del Senado esta mañana.
El banco central estima que el IPC interanual concluya en 4,2% para diciembre. El informe señala que las presiones de costos han cedido, aunque “permanecen en niveles elevados en perspectiva histórica”.
Igualmente, recuerda que la inflación total y subyacente sigue alta y sus efectos continúan presentes en diversos ámbitos de la economía chilena. “En general, la actividad y la demanda interna han evolucionado acorde con lo esperado, aunque con una caída mayor a la anticipada en el componente durable del consumo privado. En detalle, por el lado del gasto, las principales novedades se concentran en la composición del consumo”, explica.
Recalca que, descontada la estacionalidad, el consumo privado se desplomó 2,5% trimestre a trimestre (t/t), una cifra mayor a la anticipada y explicada principalmente por el retroceso de 18,8% t/t del consumo durable.
“En el consumo habitual, se mantiene una tendencia a la baja en el consumo de bienes y una al alza en el de servicios. El consumo de gobierno, por otro lado, tuvo un crecimiento mayor al proyectado. En todo caso, el ajuste del consumo privado se interpreta como el adelanto de la baja prevista para el transcurso de este año. Esto, acorde con lo que muestra información de alta frecuencia, como las importaciones. Por el lado de la oferta, destacó el peor resultado de la minería”, subraya el documento.
¿Qué pasará con la tasa de interés de referencia?
La caída de la inflación se debe, en parte importante, por la acción de la política monetaria, reconoce el IPoM. “Si bien los riesgos para la inflación persisten, se han ido equilibrando”, asegura.
El Consejo del Banco Central de Chile considera que la evolución más reciente de la economía transita en la dirección requerida y, de mantenerse estas tendencias, la tasa de política monetaria “iniciará un proceso de reducción en el corto plazo”.
No obstante, el IPoM aclara que la magnitud y temporalidad de los recortes tomarán en consideración la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. Ayer, el BCCh decidió, en una votación dividida, mantener la tasa de interés de referencia en 11,25%.