Santiago — El Consejo del Banco Central de Chile (BCCh), en su reunión de política financiera de este martes, acordó activar por primera ve el requerimiento de capital contracíclico (RCC) en un nivel de 0,5% de los activos ponderados por riesgo, exigible en el plazo de un año, según un comunicado del ente emisor.
La decisión, que se tomó de manera unánime por los miembros del banco, obedece a una medida “precautoria” ante una mayor incertidumbre externa, dijo la entidad. Con ello, los bancos chilenos deberán constituir mayores reservas frente a posibles escenarios de estrés severos, lo que al mismo tiempo contribuiría a reducir el impacto de estas situaciones sobre la estabilidad financiera.
Las razones detrás de la medida
El BCCh destacó que, a nivel internacional, se observa un deterioro de las condiciones financieras desde fines de 2022, lo que elevó la incertidumbre sobre su evolución en el futuro. “Los episodios de tensión bancaria de inicios de año dejaron de manifiesto debilidades de regulación, supervisión y gestión de riesgos en las entidades afectadas. Si bien la reacción de las autoridades ha contenido dichas turbulencias, persisten dudas en el mercado respecto del sistema financiero en las economías desarrolladas”, señaló el organismo.
Las autoridades monetarias dijeron que existen “riesgos” para la convergencia inflacionaria, los que mantienen las dudas sobre por cuánto tiempo se extenderá el tono contractivo de los bancos centrales en las principales economías.
El economista Jorge Selaive dijo, a través de Twitter, que la medida fortalece el capital de los bancos, pero encarece el acceso de costos de crédito en “momentos en que la economía ha comenzado a enfriarse (rápidamente)”. A su juicio, “justificarlo en un escenario externo incierto, siendo válido, es altamente cuestionable”.
La institución liderada por Rosanna Costa aseguró que, a nivel local, continúa el ajuste de los desequilibrios macroeconómicos. “El análisis de los distintos indicadores financieros no sugiere vulnerabilidades que amplifiquen los riesgos sistémicos”.
Los consejeros del BCCh explican, sin embargo, que los focos de atención permanecen alrededor de los sectores de comercio, construcción e inmobiliario en Chile. “En los hogares, el riesgo sigue concentrado en aquellos de menores ingresos, los cuales han incrementado su carga financiera a través de un mayor uso de tarjetas y líneas de crédito”.
El banco central remarca que, pese a la activación del requerimiento de capital contracíclico, el escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con anticipado, “ha aumentado el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo” y que, aunque su probabilidad es baja, “su efecto negativo en la economía sería significativo”.
De ahí que, ante esa posibilidad, la liberación del mecanismo previamente constituido ayudaría a mitigar los impactos respecto de la evolución del crédito a hogares y compañías.
“El Consejo estima que, considerando el actual nivel de capitalización, las holguras disponibles de la banca, el nivel de cargo de RCC y el plazo definido para enterarlo, su activación tendrá efectos acotados y transitorios en la evolución del crédito”, agregó el BCCh.