Bloomberg — El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se someterá a otro procedimiento médico el jueves luego de una cirugía cerebral a principios de esta semana, dijo el Hospital Sirio-Libanés en un comunicado mientras surgen dudas sobre su salud.
Lula será sometido a una embolización de la arteria meníngea, informó el hospital en un comunicado el miércoles. El médico del presidente, Roberto Kalil, dijo a los periodistas después de la publicación del comunicado que el procedimiento es de bajo riesgo y tiene como objetivo prevenir futuras hemorragias.
El tema ya estaba en discusión y la situación de salud del presidente de 79 años no ha empeorado, dijo Kalil en Sao Paulo. Agregó que el procedimiento debe durar alrededor de una hora y que los médicos retirarán el drenaje que le colocaron en la cabeza durante la operación anterior.
Lea más: Lula se enfrenta a un paralelismo con Biden: la cirugía plantea dudas sobre su edad.
Lula caminó, hizo fisioterapia y recibió visitas de familiares el miércoles, según informó el hospital en su comunicado. No tuvo ninguna complicación médica, indicó el hospital.
El real brasileño amplió sus ganancias en las operaciones de la tarde del miércoles, fortaleciéndose hasta un 1,8% frente al dólar estadounidense. El índice bursátil de referencia Ibovespa subió tras la noticia.
“Estamos reevaluando la posibilidad de que Lula se presente nuevamente en 2026″, dijo Brendan McKenna, economista de mercados emergentes y estratega cambiario de Wells Fargo Securities LLC en Nueva York. “Y también las probabilidades de que renuncie voluntariamente y se materialice cierta responsabilidad fiscal”.
Lula sufrió dolores de cabeza el lunes y una tomografía cerebral reveló una hemorragia intracraneal como consecuencia de un accidente que sufrió en su casa en octubre, según informaron los médicos. Fue trasladado inmediatamente a Sao Paulo para ser operado, que se desarrolló sin complicaciones, según su equipo médico.
La salud de Lula ha sido objeto de especulaciones desde que sufrió una caída en octubre. En ese momento, su médico dijo que el presidente se había recuperado y en ningún momento había perdido el conocimiento ni se había desorientado. Los acontecimientos de esta semana llegan en un momento difícil para el líder izquierdista, ya que su gobierno intenta aprobar en el Congreso los recortes del gasto público que los inversores llevan tiempo pidiendo.
Lea más en Bloomberg
