Bloomberg — El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que su gobierno había tomado medidas para salvaguardar las normas fiscales de Brasil y reafirmó su apoyo al jefe entrante del banco central, Gabriel Galipolo, sus primeros comentarios públicos desde que regresó a Brasilia tras una operación de urgencia.
Las declaraciones se produjeron pocas horas después de que los legisladores brasileños dieran su aprobación final a las partes fundamentales de los planes de su gobierno para recortar el gasto, un esfuerzo para hacer frente a la creciente preocupación por los déficits fiscales de Brasil.
El Congreso suavizó elementos clave de las propuestas del gobierno en una serie de votaciones esta semana. Pero hablando junto a Galipolo y el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, en un video colgado en las redes sociales, Lula dijo que su gobierno “permanecerá vigilante” sobre la necesidad de “nuevas medidas” para frenar el gasto en un futuro próximo.
“Estamos más convencidos que nunca de que la estabilidad económica y la lucha contra la inflación son lo más importante para proteger el salario y el poder adquisitivo de las familias brasileñas”, dijo Lula, añadiendo que su administración había hecho lo necesario para apuntalar el llamado marco fiscal del país.
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El real brasileño amplió las ganancias tras las declaraciones de Lula, mientras que los tipos swap siguieron bajando. El índice bursátil de referencia subió a su nivel más alto del día.
Los mercados se han sentido decepcionados por el plan del gobierno de recortar el gasto en 70.000 millones de reales (US$11.500 millones) en los próximos dos años. La venta de divisas se intensificó tras la presentación del plan a finales de noviembre, hundiendo el real a mínimos históricos en medio del creciente escepticismo de los inversores sobre el compromiso de Lula con la restricción fiscal.
Haddad dijo a los periodistas el viernes por la mañana que el impacto fiscal de los cambios en el Congreso era solo de unos 1.000 millones de reales -menor de lo que proyectan algunos economistas- y que el gobierno debería llevar a cabo revisiones rutinarias del gasto en adelante.
Los analistas interpretaron los comentarios de Lula como una señal de que el líder izquierdista quería demostrar unidad dentro de su gobierno sobre su enfoque de las perspectivas fiscales del país.
El video señaló a un Lula “que entiende que se necesita otro tipo de gesto”, dijo Igor Barenboim, economista jefe de Reach Capital. “Fue un gesto muy importante que al menos da esperanzas” de contención del gasto, añadió.
Banco Central
Lula también dijo a Galipolo, su elegido para dirigir el banco central y que se hará cargo de la institución a principios de 2025, que será “el gobernador con más autonomía que haya tenido nunca”. Añadió que él y todo el gobierno confiaban en el dirigente entrante de la autoridad monetaria.
El banco central subió las tasas de interés un punto porcentual completo, hasta el 12,25%, a principios de este mes, y prometió subirlos dos puntos más de aquí a marzo, en un intento por controlar la creciente inflación. Lula se ha enfrentado repetidamente al jefe saliente del banco, Roberto Campos Neto, por las altas tasas, pero dijo que apoyaba plenamente a Galipolo.
"Nunca habrá interferencia de la presidencia en el trabajo que tiene que hacer en el banco central", dijo.
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Galipolo se ha comprometido en el pasado a hacer todo lo necesario para llevar la inflación al objetivo del 3% del banco central. Los responsables políticos han advertido recientemente de que el gasto público que está impulsando el crecimiento, junto con el debilitamiento de la moneda, están alimentando el aumento de los precios al consumo.
Durante un acto junto a Campos Neto el jueves, Galipolo dijo que aunque ningún impulso para controlar el gasto sería "suficiente por sí solo", el gobierno estaba comprometido con el "trabajo continuo" de apuntalar las cuentas públicas.
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