Bloomberg — Un juez de la Corte Suprema de Brasil rechazó una solicitud para reconsiderar un fallo que ha complicado las relaciones entre el poder judicial, el gobierno y el Congreso, lo que podría hacer mella en los esfuerzos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para lograr la aprobación de su plan de austeridad fiscal.
El juez Flavio Dino dijo este lunes que no volvería a examinar una decisión del Tribunal Supremo que exigía más transparencia en la divulgación de algunas de las llamadas enmiendas presupuestarias parlamentarias, que se utilizan para financiar proyectos en los estados de origen de los legisladores.
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El fiscal general Jorge Messias había solicitado la revisión en un intento de poner fin a un punto muerto sobre las enmiendas que se ha prolongado durante meses y que ahora amenaza con retrasar votaciones muy esperadas sobre recortes del gasto público.
"No hay nada que reconsiderar", escribió Dino en su decisión, afirmando que los requisitos del tribunal ya existen en la Constitución brasileña.
Los tipos de cambio subieron este lunes después de que Dino emitiera la decisión, ya que los inversores siguen cuestionando la capacidad de Brasil para apuntalar las cuentas fiscales.
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La disputa en curso sobre las enmiendas presupuestarias ha desempeñado un papel central en los esfuerzos de Lula por lograr la aprobación en el Congreso del paquete de recortes de gastos de su gobierno por valor de 70.000 millones de reales (US$11.500 millones), un plan destinado a calmar los temores del mercado sobre las perspectivas fiscales del país.
Durante el fin de semana, el presidente de la cámara baja, Arthur Lira, advirtió en una entrevista con el sitio web local UOL que el paquete no obtendrá apoyo en la cámara baja ni en el Senado sin una resolución de la disputa, que comenzó cuando Dino dictaminó que las enmiendas no podían pagarse a menos que hubiera más transparencia sobre cómo y dónde se distribuyen los fondos.
Más tarde, Lula firmó una ley aprobada por el Congreso que instituía nuevas reglas. En la decisión que Messias le pidió que reconsiderara, Dino permitió que se reanudaran los pagos, pero les puso límites aún más estrictos que los que impone la nueva ley.
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El gobierno intenta que el plan de austeridad, que incluye límites al crecimiento del salario mínimo y endurece las normas sobre el pago de prestaciones sociales, sea aprobado por el Congreso antes de finales de año, mientras el escepticismo de los inversores sobre el compromiso de Lula con la disciplina fiscal sigue pesando sobre los activos brasileños.
El real cayó a su punto más bajo de la historia frente al dólar después de que se diera a conocer el paquete, y actualmente se sitúa como la divisa principal con peor comportamiento del mundo este año.
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