Bloomberg — El real brasileño cayó a un mínimo histórico debido a que las medidas propuestas por el gobierno para recortar US$12.000 millones en gastos decepcionaron a los inversores.
El real cayó hasta un 1,1% en la apertura del jueves a 5,99 por dólar, debilitándose más allá del mínimo intradía anterior de 5,97 por dólar visto en mayo de 2020 durante la pandemia de Covid. La divisa ha caído un 19% este año, el peor de los mercados emergentes.
Las medidas anunciadas por el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, incluyen límites al crecimiento del salario mínimo, topes a los salarios altos de los trabajadores públicos y mayores impuestos para los ingresos superiores a 50.000 reales mensuales. El gobierno también decidió eximir del impuesto sobre la renta los salarios de hasta 5.000 reales mensuales, lo que alimentó el pesimismo, ya que los operadores apostaron a que diluiría el impacto fiscal del paquete.
Los activos brasileños se han visto golpeados por el creciente pesimismo sobre las perspectivas del creciente déficit presupuestario del país. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha aumentado el gasto desde que asumió el cargo en 2023 para cumplir sus promesas de mejorar el nivel de vida de los brasileños pobres.
Las arcas públicas se han visto sometidas a una presión adicional este año mientras la administración responde a desastres como inundaciones históricas, incendios forestales generalizados y una sequía récord.
La creciente desconfianza en el compromiso fiscal del gobierno también ha golpeado las expectativas de inflación, lo que ha empujado al banco central a subir los tipos justo cuando la Reserva Federal relaja la política monetaria. Los tipos swap se han disparado, lo que indica que los responsables políticos tendrán que seguir subiendo los tipos para contener el empeoramiento de las perspectivas.
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La caída también se produce en medio de una amplia venta masiva de divisas emergentes tras la elección de Donald Trump en EE.UU.. Los activos de los países en desarrollo se han visto muy afectados por las perspectivas de que las políticas de Trump fortalezcan el dólar y aviven la inflación en la mayor economía del mundo, obligando a los bancos centrales de todo el mundo a mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo y frenando el crecimiento económico.
Aun así, la divisa brasileña lidera las pérdidas entre sus homólogas en desarrollo, ya que los indicios de que el Gobierno estaba abandonando sus promesas de responsabilidad fiscal están causando estragos en los activos locales. En noviembre, JPMorgan y Morgan Stanley rebajaron la calificación de la renta variable brasileña por el creciente déficit presupuestario y la perspectiva de tipos más altos.
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