Bloomberg — Moody’s Rating mejoró la calificación crediticia de Brasil al grado más alto entre las “especulativas”, citando como razones un sólido crecimiento económico y un historial de reformas en curso.
Moody’s elevó este martes la calificación soberana de Brasil a Ba1 desde Ba2, poniéndola a la par con Omán y Marruecos. Las perspectivas son positivas.
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“La mejora refleja mejoras crediticias sustanciales que esperamos continúen”, escribieron analistas como Samar Maziad en un comunicado.
El real brasileño revirtió las pérdidas tras la noticia, cerrando con un alza del 0,2% frente al dólar. El mayor fondo cotizado en bolsa que rastrea las acciones del país ganó en las operaciones posteriores a la apertura del mercado en Nueva York.
La mejora se produce en momentos en que Brasil intenta recuperar el estatus de grado de inversión que perdió hace casi una década. Un marco fiscal presentado por la administración de Luiz Inácio Lula da Silva y la tan esperada revisión del código tributario del país han sido bien recibidos por los inversores.
Crecimiento
La actividad también ha seguido sorprendiendo al alza. El banco central de Brasil elevó su pronóstico de crecimiento para 2024 y ahora prevé que la economía se expanda en línea con las estimaciones más optimistas: se espera que el PIB se expanda un 3,2% este año, frente a la estimación de junio del 2,3%, según su informe trimestral de inflación publicado la semana pasada.
Aun así, los inversores se han mantenido cautelosos en medio de las preocupaciones sobre el gasto público y su impacto en las cuentas fiscales del país. Las preocupaciones han ayudado a convertir al real en una de las peores monedas entre las principales este año, con una caída de alrededor del 11% frente al dólar.
Si bien la credibilidad del marco fiscal de Brasil “sigue siendo moderada”, el crecimiento y el apego a su política fiscal “permitirán que la carga de la deuda se estabilice en el mediano plazo, aunque en niveles relativamente altos”, agregó Moody’s.
Compromiso fiscal
El gobierno reafirmó su compromiso con una mejora continua en los resultados fiscales, citando los esfuerzos para impulsar la recaudación de impuestos y mantener los gastos bajo control, dijo el Ministerio de Finanzas de Brasil en un comunicado tras la decisión.
Desde que redujo el país a basura en 2016, Moody’s había cambiado la perspectiva, moviéndola a estable desde negativa en 2017, luego de nuevo a negativa meses después, y nuevamente a estable al año siguiente. Afirmó la puntuación y la perspectiva estable dos veces, en 2020 y 2022, antes de elevar la perspectiva en mayo.
Fitch Ratings y S&P Global Ratings elevaron a Brasil a BB el año pasado, dos escalones por debajo del grado de inversión.
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