Bloomberg — Los analistas de Brasil elevaron sus previsiones de inflación para finales de 2024 por sexta semana consecutiva después de que el banco central acelerara su ciclo de endurecimiento con una subida de las tasas de interés de medio punto.
El aumento de los precios al consumo alcanzará el 4,62% en diciembre, por encima de la estimación anterior del 4,59%, según una encuesta semanal del banco central entre economistas publicada este lunes. Los analistas también elevaron sus previsiones para 2026 para la Selic de referencia al 10% desde el 9,75% anterior.
Los responsables políticos dirigidos por Roberto Campos Neto elevaron los costos de endeudamiento al 11,25% la semana pasada, citando factores como una actividad económica más resistente, las presiones del mercado laboral y el aumento de las previsiones de los precios al consumo. La inflación anual ya se sitúa muy por encima del objetivo del 3%. La debilidad del real también se suma a los retos del banco, ya que la preocupación de los inversores por el empeoramiento de las cuentas públicas hace subir la prima de riesgo y pesa sobre la divisa brasileña.
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La inflación anual se aceleró hasta el 4,76% en octubre, al dispararse las facturas energéticas y los costos de la carne como consecuencia de la grave sequía. Las estimaciones del propio banco central sobre el aumento de los precios al consumo en diciembre también subieron al 4,6%, superando el techo del 4,5% de su rango de tolerancia.
Los analistas de la encuesta elevaron sus apuestas sobre la inflación hasta 2026, incluso en un horizonte de doce meses similar al objetivo del banco, que ahora prevé una subida del 4,09%.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha estado discutiendo con su gabinete una serie de propuestas para recortar el gasto, en un intento de recuperar la confianza de los inversores sobre la política fiscal. Un anuncio definitivo puede llegar esta misma semana.
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El gobierno registró un déficit primario de 7.300 millones de reales en el mes de septiembre, según otro informe del banco central publicado este lunes. La deuda neta de Brasil asciende ahora al 62,4% del Producto Interno Bruto.
En el comunicado con la decisión de tasas de la semana pasada, los banqueros centrales advirtieron de la necesidad de “presentar y ejecutar” una serie de “cambios estructurales” en la política fiscal que podrían mejorar las estimaciones de inflación, abriendo eventualmente la puerta a recortes de tasas.
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