Bloomberg Línea — La denominada “marcha para salvar Bolivia”, que llegó a La Paz el 23 de septiembre, volvió a azuzar la disputa política entre el expresidente Evo Morales y el presidente Luis Arce.
Morales, que convocó las manifestaciones contra el Gobierno argumentando la crisis económica que ha padecido Bolivia durante 2024, evidente en la escasez de combustible y de dólares, pero también en el encarecimiento de los productos básicos, dio un ultimátum al presidente Arce.
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Frente a miles de simpatizantes, el líder cocalero sentenció: “Si Lucho quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a ministros narcos, a ministros corruptos, a ministros drogos, que cambie a los ministros racistas, fascistas”.
Morales, que además ha expresado su intención de aspirar a la presidencia de Bolivia en las elecciones de 2025, también insinuó que si Arce no le pide la renuncia a sus ministros, aunque no especificó cuáles, debería dar un paso al costado como jefe de Estado.
“Si no puede, sabrá lo que tiene que hacer”, agregó.
En ese contexto, la Cancillería de Bolivia denunció a Evo Morales ante la comunidad internacional, asegurando que “amenazó con interrumpir la continuidad del orden democrático al dar un ultimátum al presidente constitucional Luis Alberto Arce para que en 24 horas cambie su gabinete de ministros si quiere seguir gobernando”.
En la misiva además se planteó la intención de llegar a un diálogo para evitar confrontaciones entre grupos “evistas” y “arcistas”, como las que se desataron en la semana que duró la movilización convocada por Morales rumbo a la paz.
¿Evo Morales busca demostrar su capital político en Bolivia?
Aunque Evo Morales ha estado manifestando que el objetivo de las marchas es cuestionar la gestión del presidente Luis Arce, lo cierto es que hay un aparente interés en demostrar su capital político de cara a las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025. La razón: el Movimiento al Socialismo (MAS), es decir, al que pertenecen tanto Morales como Arce, deberá elegir entre los dos a su candidato en los comicios.
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En diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia resolvió que no es posible que un político ejerza más de dos mandatos presidenciales, razón por la que Evo Morales no podría lanzarse como candidato, pues fungió como jefe de Estado de 2006 a 2019. Sin embargo, el líder cocalero asegura que sí puede gobernar al país una vez más y que el presidente Luis Arce busca inhabilitarlo.
La relación entre Morales y Arce, que se desempeñó como su ministro de Economía y Finanzas Públicas durante años, comenzó a fragmentarse en 2021, justamente cuando Morales anunció su interés de regresar la Presidencia, hecho que fue reprochado por Arce y que hoy tiene dividido al MAS.
En los últimos días, Arce ha estado invitando a Morales a un diálogo para evitar que sus diferencias políticas escalen en actos de violencia entre sus seguidores. Sin embargo, el expresidente ha estado rechazando sus invitaciones y dejó entrever que, para conversar, es necesario que cambie su gabinete de ministros.