¿Es hora de revisar el modelo económico de Bolivia? La presidenta de uno de sus mayores bancos cree que sí

Bloomberg Línea conversó con la presidenta del directorio del Banco FIE en Bolivia, quien expuso su postura sobre el modelo económico del país y el trabajo de ‘relojeros’ que están haciendo los banqueros ante la caída de reservas del Banco Central

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Bloomberg Línea — La economía de Bolivia está atravesando meses de incertidumbre. Las reservas del Banco Central cayeron a US$1.709 millones, de los cuales US$1.576 millones eran oro y el restante fueron divisas, con corte a diciembre de 2023.

Además, Fitch Ratings llevó la calificación de la deuda de Bolivia de “B-” a “CCC”, lo que significa que pasó de “variable” a “vulnerable” en la escala de calificación “sin grado de inversión”, dificultando los esfuerzos del país para estabilizar sus reservas y lo que llevó a que los inversores se desprendieran de los bonos durante el año pasado, ante los riesgos de impago.

En medio de este panorama, Bloomberg Línea entrevistó a Ximena Behoteguy, presidenta del directorio del Banco FIE, una institución financiera que atiende a 250.000 clientes (tercer banco por número de clientes en Bolivia) y que tenía una cartera de US$2.453 millones hasta diciembre de 2023.

En visión de Behoteguy, los problemas de liquidez y la escasez de dólares en Bolivia, por cuenta de la caída de reservas del Banco Central, ha llevado a los banqueros del país a realizar una “gestión de relojeros”.

Así mismo, expresó a este medio su preocupación por la dotación de divisas que tendrán los bancos para atender la demanda de los usuarios financieros en cuanto a transferencias internacionales se refiere, los efectos que esto tendrá en la inflación del país y también en la calidad de la cartera de los bancos. La ejecutiva cree que es momento de revisar el modelo económico de Bolivia.

La siguiente entrevista fue editada por motivos de extensión y claridad:

Bloomberg Línea (BL): ¿Cómo cerró el Banco FIE el 2023? ¿Cuál es el balance en medio de una situación macroeconómica tan retadora como la de Bolivia?

Ximena Behoteguy (XB): Estamos con US$2.453 millones de cartera. Nuestro crecimiento de cartera ha sido de US$241 millones (de diciembre de 2022 a diciembre de 2023). Ha sido un año desafiante para el sistema financiero. En Bolivia hemos tenido la caída de uno de los bancos más grandes y hemos absorbido la cartera de esos bancos.

Como saben, ahorita estamos pasando un tema de escasez de dólares, por lo tanto, hemos tenido que tener una gestión de relojeros para los banqueros este año, pero a pesar de eso creo que, en general, el sistema financiero ha logrado mantener un sano crecimiento. Nuestro crecimiento está alrededor del 10,94% (anual).

Con relación a la mora, también es algo que destacamos de nuestra gestión. El sistema financiero tiene un promedio de 2,86% y nosotros estamos en un 2,38%. Evidentemente, de la gestión 2022 a la 2023 ya se ve un incremento de la mora, tanto a nivel del sistema como también a nosotros, por lo tanto estamos siendo muy cautos en esta gestión, también con la colocación y la calidad de la cartera, que es algo que siempre hemos precautelado en las microfinanzas.

BL: Usted dice que en el último año se ha visto un crecimiento en la mora y que la liquidez también es un reto, ¿eso cambia las proyecciones de crecimiento del banco para este año?

XB: Somos un banco muy grande y pensar en achicarnos sería imposible. Considero que todavía hay mucho por hacer en nuestro país en temas de inclusión social y financiera. Nosotros seguimos manteniendo un enfoque de crecimiento, posiblemente no sea ese 11% que hemos hecho el año pasado, pero estamos hablando entre el 9% o 10% todavía de crecimiento, porque creo que se puede.

Nosotros estamos trabajando en desafíos importantes, como es la calidad de la cartera. Mucho apoyo a la micro y pequeña empresa, creo que en estas épocas de ajuste también es donde más nos ha demostrado a lo largo de estos años su versatilidad y que además son sectores de menor riesgo.

Hemos tenido una utilidad de US$28 millones el año pasado. Tenemos un CAP que está por el 12%, por lo tanto eso nos permite seguir pensando en crecimiento y lo importante es el apoyo también de nuestros accionistas que están capitalizando el 65% de sus utilidades.

BL: Con las condiciones económicas deterioradas en el país y la situación de las reservas, ¿considera que se están afectando los negocios?

XB: Es algo que se está discutiendo a diario, la situación macroeconómica de nuestro país. Hemos ido paulatinamente estos años mermando las reservas internacionales hasta que hemos llegado a un nivel muy bajo. La publicación de las reservas la están haciendo trimestral. Hay políticas que desde el Gobierno están implementando, como el tema de la compra y venta de oro, que todavía puede ser que llame la atención como una tarea de un Banco Central.

Pero creo que en estos momentos hay que reconocer que nuestro país ya necesita medidas de ajuste mucho más serias, evaluar nuestro modelo, porque la inversión extranjera o la inversión de los empresarios bolivianos también tiene que estar garantizada, no por un gobierno, sino por el Estado.

Creemos que eso es muy importante, que tengamos las reglas del juego claras y desde algún momento sí vemos con preocupación la situación más de los importadores, que ahora están teniendo que acudir a otros tipos de cambio para poder importar sus productos.

Las entidades financieras hemos recibido ya normativa de parte de la ASFI (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero), que es nuestro regulador y del Banco Central, y nos ha fijado también las comisiones para realizar las transferencias al exterior. Eso de alguna manera ha regulado el tipo de cambio para las transferencias, ha fijado un 10% para la salida de las transferencias al exterior, pero siempre nos preocupa la dotación que vamos a tener los bancos para poder atender las demandas de la clientela.

BL ¿Qué impactos puede generar esto en el sistema bancario y en la economía del país?

XB: Esto puede repercutir en niveles de inflación que no estaban seguramente previstos por las autoridades de gobierno. Eso también como sistema financiero nos obliga a mirar lo que comentábamos hace un momento: la calidad de nuestra cartera para evitar la mora, porque la inflación puede ser uno de los agentes que pueda golpear en ese sentido.

Creemos que es una revisión del modelo. Es importante mirar cómo vamos a crecer en este entorno. Pero además de inclusión financiera, ha habido una ascensión social todos estos años muy importante en nuestro país: niveles de alfabetización, de acceso a la educación, que realmente sería una pena que por no revisar estas medidas que necesita urgente nuestro país, entremos en un retroceso también.

BL: Cuando se refiere a revisar bien el modelo o las medidas, ¿a qué hace referencia específicamente?, ¿qué habría que revisar dentro de ese modelo?

XB: Creo que hay que revisar ahorita, para empezar, cuál va a ser la fuente de ingresos de nuestro país. Hemos agotado todos estos años un modelo productivo basado en los recursos naturales y el modelo extractivista golpea, porque se agota. Si pensamos en la sostenibilidad de nuestro planeta, también tenemos que entender cómo vamos a trabajar esta nueva forma de ingresos que tiene que tener nuestro Estado.

De alguna manera, la minería sigue siendo una fuente de ingresos, pero también fluctúan mucho los precios internacionales. Nosotros somos un país exportador de soya, pero también dependemos de los precios internacionales de la soya que por estos días, además, ha recibido una baja. Entonces, creo que eso es de fondo, revisar de qué va a vivir nuestro Estado y cómo podemos mejorar esto.

El mundo nos permite ver más arriba qué podemos lograr, de qué podemos exportar en términos de diversificación. Si bien nosotros tenemos litio, también tenemos otros minerales que podríamos pensar de ofrecer, pero siempre con la garantía de la inversión extranjera o la inversión nacional. Por ejemplo, nosotros tenemos minerales que pueden servir para producir productos terminados y no necesariamente sacar los minerales en bruto.

Creo que hay otras formas de mirar las necesidades de nuestro Estado y de entender que 12 millones de personas que vivimos en Bolivia, en un amplio territorio, podemos encontrar otras formas de mejorar nuestros ingresos. Y, obviamente, algo que es sensible, es revisar también ese déficit fiscal, que es importante en nuestro país, y revisar si necesitamos tantos ministerios.