Bloomberg Línea — El Gobierno de Bolivia llegó a tres primeros acuerdos con los gremios de empresarios para que importen y comercialicen combustible, medida que buscará solventar la escasez de hidrocarburos en el territorio nacional, quizá una de las problemáticas más cuestionadas al Gobierno del presidente Luis Arce durante 2024.
Aunque el país importa combustible desde 2006 para distribuirlo internamente a precios subsidiados, el Ministerio de Hidrocarburos y Energías informó que permitirá a personas naturales y empresas privadas la importación de diésel y gasolina, solo que sin subvención.
En ese contexto, se programó una reunión entre el Gobierno y el sector privado este 18 de noviembre para establecer los primeros lineamientos para la compra de combustible, aunque solo hasta el miércoles se publicaría la reglamentación completa.
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El primer “hito”, como definieron los empresarios a los acuerdos pactados con el Gobierno, fue establecer un precio referencial para la importación de combustibles. ¿Cómo se determinará? A través de una fórmula que incluirá los costos del producto y de logística, entre otros aspectos.
“Hemos explicado que esta metodología de ninguna manera va a ser fijar un precio fijo, sino un precio referencial para que, con las condiciones del mercado, se pueda buscar la mejor alternativa y mejor precio al consumidor final”, explicó el viceministro de Industrialización, Comercialización, Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, Adams Hurtado, en conferencia de prensa.
La metodología será creada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos y buscará optimizar los tiempos de importación, debido a la carencia de combustibles, especialmente de diésel.
El segundo acuerdo fue la creación de una ventanilla única en Santa Cruz, el motor productivo de Bolivia, para agilizar los trámites de importación y las empresas privadas puedan postularse para participar en el proceso.
“Se va a trabajar en una ventanilla única para que los trámites correspondan tanto a la importación de combustible como a la incorporación de nuevos postulantes para incorporar combustible (...). Que tengan el menor tiempo posible, la mayor eficiencia y eso se vea traducido en beneficio para los consumidores, que es toda la población y el sector productivo, industrial, maderero, ganadero, en fin”, explicó el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Óscar Mario Justiniano.
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El tercer acuerdo implica que los empresarios no solo puedan comercializar el diésel que importen, sino el combustible subvencionado, tarea que hoy está exclusivamente en manos de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
