Bloomberg Línea — El Gobierno del presidente Luis Arce declaró desastre nacional en Bolivia debido a los incendios forestales que se han estado registrando desde el pasado julio y que aún no han podido ser controlados. No obstante, dejó entrever que dependerá de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que el país cuente con los recursos necesarios y la cooperación internacional para atender la emergencia.
“Hemos aprobado este decreto 5235, que es el de declaratoria de desastres nacionales, para que podamos activar todo lo que esté en nuestras manos para poder enfrentar estos incendios que nos viene preocupando, no ahora, sino hace tres meses”, anunció el mandatario boliviano desde Santa Cruz, el departamento que más ha padecido las conflagraciones.
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Arce aseguró que con la declaratoria se busca “lograr la cooperación internacional” para contener las conflagraciones, pero precisó que quizá “no necesariamente va a ser así”. La razón: previo a los incendios ha estado solicitando ante la ALP la aprobación de dos créditos internacionales para prevenir este tipo de situaciones y, sin embargo, no han recibido el visto bueno, según él.
“Los recursos están ahí, en la ALP, por lo que exhortamos a todos los asambleístas nacionales, diputados y senadores, que los hemos visto haciendo declaraciones a los propios medios de comunicación pidiendo que el Gobierno declare desastre nacional; por su puesto, está ahora en sus manos poder habilitar estos recursos que ya con anticipación fueron enviados por el Gobierno previniendo que se pudieran dar este tipo de situaciones”, afirmó.
Los créditos a los que hizo referencia el presidente Arce son: con la Corporación Andina de Fomento (CAF), por US$75 millones, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por US$250 millones.
“Exhortamos una vez más a los asambleístas a aprobar a la brevedad posible estos créditos para que podamos emprender rápidamente esta contratación, compra de medicamentos y muchos otros gastos que vamos a tener que incurrir para poder mantener esta pelea contra los incendios, tanto en el departamento de Santa Cruz y Beni, pero también en Pando y en el norte de La Paz”, expuso.
Arce aprovechó su llamado al Legislativo para pedirle celeridad en otra iniciativa de su Gobierno, que busca endurecer las penas para quienes ocasionen incendios forestales y tipificar este delito, puesto que “no está previsto en nuestra normativa actual”, agregó.
Bolivia y una batalla contra los incendios forestales
Aunque Bolivia ha estado recurriendo a alternativas como bombardear nubes con yoduro de plata para hacer que llueva y mermar las conflagraciones, sus esfuerzos han sido insuficientes para controlar los incendios, que solo este año han arrasado con más de tres millones de hectáreas, conforme con las autoridades nacionales.
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Ahora bien, más allá de los créditos que el Gobierno de Luis Arce busca fuera del país, la comunidad internacional ha estado apoyándolo para contener los incendios. Brasil y España, por ejemplo, tienen dos equipos de bomberos en territorio boliviano, mientras que la Fundación de Francia prestó un helicóptero BK117 D3 con Bambi Bucket con capacidad de 1.000 litros de agua.
Bolivia es solo uno de los países sudamericanos que lidian con la problemática de los incendios forestales en esa temporada. A este se suman Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Paraguay. De hecho, Amnistía Internacional instó a sus gobernantes a tomar “medidas urgentes para evitar una catástrofe”.
