Bloomberg Línea — Bolivia no alcanza a salir de un problema cuando tiene que atender otro, al menos eso es lo que pasa con Santa Cruz, el motor productivo del país, alrededor del cual está girando el debate público este 19 de noviembre. La razón: el gremio de transportistas anunció un paro de 48 horas que se desarrollará entre jueves y viernes.
Los conductores de micros paralizarán sus labores para expresar inconformismo frente al incremento a las tarifas del servicio de transporte propuesto por el alcalde santacruceño, Jhonny Fernández, puesto que es menor al que contemplaban.
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El mandatario local presentó un estudio para establecer el alza en el precio de los pasajes, planteando dos tarifas: de Bs$2,18 para los transportistas que continúen trabajando en las condiciones actuales y Bs$ 2,37 para quienes modernicen sus vehículos.
La sugerencia no fue bien recibida por los productores, debido a que está muy por debajo de lo que imaginaron, de ahí la convocatoria a un paro.
El secretario ejecutivo de la Federación de Transportistas, Bismark Daza, tomo la vocería respecto al tema en una conferencia de prensa. “Hemos rechazado rotundamente este estudio, creemos que es una burla, porque el estudio inicial lanzaba un costo de Bs 3,70, pero la propuesta actual es una burla”, señaló.
Aunque el alcalde de Santa Cruz aseguró que el aumento propuesto fue calculado con base en los costos operativos del sistema de transporte y en busca de mejorar el servicio, lo cierto es que para los transportistas su trabajo está siendo insostenible, no solo por los costos, sino por la escasez de combustible.
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“El transporte público está en una situación crítica. Ya no podemos operar bajo estas condiciones. Lamentamos la afectación al pueblo cruceño, pero necesitamos que nuestras demandas sean escuchadas”, agregó Daza en diálogo con los medios de comunicación.
Una semana crucial para Bolivia en materia económica
La jornada de protestas convocada por los conductores se sumará al paro nacional que está llevando a cabo la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) para manifestarse contra el elevado precio de estos productos y su baja calidad, consecuencia de las exportaciones y la diaminución de la oferta en el mercado nacional, según el gremio.
El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, adelantó una reunión para dialogar con los implicados en el asunto y, de acuerdo con los medios locales, expuso: “Hemos planteado llevar adelante una mesa nacional con la Contracabol, con ganaderos, exportadores y autoridades del Gobierno para transparentar de una vez por todas la información que maneja cada ente, cada sector”.
El cierre de noviembre en Bolivia también será crucial porque el Gobierno presentará el decreto con el que pretende regular la importación de combustibles en cabeza del sector privado, medida para responder a la escasez de diésel, una de las principales problemáticas en materia económica durante 2024.
