Bloomberg — Partidarios del expresidente Evo Morales irrumpieron el viernes en tres bases militares bolivianas y tomaron como rehenes a soldados, mientras la nación se hunde aún más en el caos.
El presidente Luis Arce dijo en un comunicado que los grupos dispararon armas y lanzaron dinamita en la región de Cochabamba, en las tierras bajas tropicales del país. Los jefes de las Fuerzas Armadas dijeron que los atacantes también se apoderaron de armas y municiones.
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Los manifestantes piden el fin de los procesos penales contra Morales y exigen que se le permita postularse a la presidencia en las elecciones de 2025. El gobernante Partido Socialista se dividió en facciones rivales cuando Morales se enemistó con el presidente Luis Arce, su antiguo protegido, por su manejo de la economía.
Más temprano, medios locales mostraron a manifestantes armados con palos en la base militar Cacique Juan Maraza en la localidad de Villa Tunari. En un comunicado, las Fuerzas Armadas pidieron a los manifestantes que abandonaran los cuarteles de inmediato.
La nación de 12 millones de habitantes ha experimentado un creciente malestar social desde que el banco central casi se quedó sin reservas de divisas el año pasado, dejando a los importadores luchando por hacerse con dólares. Eso ha provocado escasez de productos básicos y una aceleración de la inflación.
Los fiscales acusan a Morales de estupro por una supuesta relación con una niña de 15 años. Morales dice que la acusación tiene motivaciones políticas, y franjas de Bolivia se han paralizado en las últimas tres semanas mientras sus partidarios colocan bloqueos de carreteras en protesta, lo que está agravando la crisis económica.
A primera hora del viernes, las fuerzas de seguridad se enfrentaron con manifestantes en la ciudad de Parotani mientras las tropas intentaban eliminar los bloqueos en una carretera clave que conecta Cochabamba con la capital, La Paz.
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El gobierno de Arce acusó a Morales de disparar contra la policía tras negarse a detenerse en un retén, mientras que el propio expresidente describió los confusos hechos del domingo pasado como un intento de asesinarlo.
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