Buenos Aires — Pese a haber logrado una gran acumulación durante la primera mitad del 2024, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se enfrenta nuevamente al desafío de ponerle un tapón al drenaje de sus reservas internacionales. Los economistas advierten que las proyecciones para los próximos meses no son alentadoras, con estimaciones que sugieren una caída significativa de las reservas netas, hoy en torno a un rojo de US$5.000 millones. La pregunta es: ¿a cuánto podrían caer las reservas del BCRA hacia fines de este año y los primeros meses de 2025?
Ciertamente, con vencimientos de deuda en moneda dura por más de US$10.000 millones en 2025, solamente entre pagos al Fondo Monetario Internacional y a bonistas, la no acumulación de reservas por parte del BCRA es uno de los principales factores que sostienen al riesgo país de Argentina por arriba de los 1.300 puntos básicos.
Para rollear la deuda soberana sin mayores sobresaltos, el grueso de los analistas coincide en que el spread con los bonos del Tesoro norteamericano debería reducirse hasta el entorno de los 800 puntos básicos. Cabe subrayar, no obstante, que el Gobierno argentino ha confirmado que acudirá a préstamos repo para enfrentar su vencimientos en 2025, en caso de que no logre el rolleo o que el superávit fiscal no alcance para pagarlos.
Bloomberg Línea se comunicó con el Ministerio de Economía a raíz de esta nota, y su consulta fue derivada al BCRA. La autoridad monetaria declinó el pedido de comentarios.
Perspectivas de caída en octubre y los meses venideros
Según el economista Sebastián Menescaldi, de la consultora EcoGo, las reservas netas del BCRA podrían caer por unos US$2.000 millones en octubre, y otros US$1.000 millones entre noviembre y diciembre. Menescaldi proyecta que, hacia finales de octubre, las reservas netas, en su definición internacional, estarían en US$ -8.419 millones, mientras que bajo la definición del FMI (sin descontar los depósitos del Gobierno ni Bopreales), se ubicarían en US$ -6.793 millones.
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Por su parte, Manuel Cerdan, analista de Invecq, plantea una caída algo más pronunciada para el mes de octubre, con una pérdida estimada de US$ 2.500 millones en octubre, lo que llevaría las reservas netas a US$ -6.500 millones. La estimación, aclara, no toma en cuenta el potencial incremento de reservas que podría derivar del blanqueo de capitales, debido a la dificultad de estimar ese flujo sin estadísticas oficiales y unificadas.
“El nivel de fines de octubre puede ser mejor por el blanqueo, pero la verdad que es difícil estimar cuán exitoso va a ser”, señala el analista.
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Ambos economistas coinciden en que el panorama para las reservas del BCRA seguirá siendo adverso en los próximos meses. Cerdan agrega que el Central perderá reservas durante septiembre, octubre y noviembre. Sin embargo, advierte que el panorama para 2025 es aún más complicado, con una posible pérdida adicional de US$5.000 millones en el primer cuatrimestre, siempre y cuando no se introduzcan cambios significativos en el esquema cambiario actual.
Uso de reservas para importaciones
Uno de los grandes interrogantes que se plantea en torno a la caída de reservas es el componente de las mismas que se está utilizando para el pago de importaciones. Salvador Vitelli, jefe de research de la consultora Romano Group, argumenta que, por el momento, no se estarían utilizando los encajes de los bancos.
“Nos da la impresión de que el segundo tramo del swap con China quedó activado”, explica Vitelli, y agregó: “En la rueda, veo casi todos los días, o días por medio, que algo de yuanes se opera. Uno tiende a pensar que salen del Banco Central”.
Factores que suman presión a las reservas del BCRA
El informe de Consultatio Financial Services de septiembre confirma el sombrío panorama para las reservas del BCRA, al señalar que octubre será un mes particularmente complicado. La consultora estima que los pagos de importaciones superarán los US$7.500 millones, lo que ejercerá una presión considerable sobre las reservas.
A esto se suma el efecto de la reducción del plazo para el acceso al MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) por parte de los importadores, más la baja en la alícuota del impuesto PAIS, lo que incrementará la demanda de dólares y resultará en un mayor drenaje de reservas.
El asset manager también señaló en ese documento que, aunque el blanqueo de capitales podría aportar cierto alivio, no es una solución de largo plazo. “Aunque no creemos que sume demasiadas netas, ya que el pago de la multa no será muy extendido dado el amplio menú de activos elegibles para evitarla, sí engrosaría las [reservas] brutas y podría fomentar algo de crédito en dólares, que puede ser traducido en compra de reservas por parte del BCRA temporariamente”.
En ese sentido, Consultatio enfatizó que la acumulación de reservas seguirá siendo un desafío, y que el Gobierno podría tener que acudir a medidas más drásticas, como una unificación cambiaria o la inyección de fondos frescos, para estabilizar la situación. “No lo sabemos”, aclararon.
Otro factor a tener en cuenta para proyectar el potencial de acumulación de reservas es el aumento en la presión sobre el tipo de cambio real, que según Consultatio ya luce desfasado. Este desajuste podría incentivar aún más las importaciones y, por ende, la demanda de dólares, lo que agravaría el drenaje de reservas.
Por último, la intervención cambiaria del BCRA, que ha destinado US$326 millones en julio y US$430 millones entre agosto y septiembre para controlar la brecha, es una estrategia que, según la consultora, no será sostenible en el mediano plazo.
La perspectiva de EcoGo
En línea con estas proyecciones, el informe de EcoGo publicado el 16 de septiembre coincide en que la presión sobre las reservas se mantendrá elevada. La consultora también señaló que la intervención cambiaria directa ha generado la salida de US$422 millones en lo que va de septiembre.
La consultora también advierte sobre los riesgos asociados a la política de tipo de cambio y al acuerdo con el FMI, en particular con respecto a la eliminación del “Dólar Blend”, que según la consultora, debía desaparecer antes de junio de 2024, según lo pautado con el FMI. La consultora estima que para el final del año, las reservas netas podrían estar en US$ -9.000 millones, un nivel que encendería señales de alarm de cara a los compromisos externos crecientes del país.
Las proyecciones de los analistas y las consultoras pintan un panorama sombrío para las reservas del BCRA en los próximos meses. Si bien el blanqueo de capitales y otras medidas podrían aportar cierto alivio temporal, no parece que sean suficientes para revertir la tendencia de agotamiento de las reservas. La combinación de un tipo de cambio desfasado, una elevada demanda de dólares para importaciones y la necesidad de intervención del BCRA en el mercado cambiario sugiere que la caída de reservas continuará, al menos hasta finales de 2024.