Bloomberg — La floreciente industria argentina de petróleo y del gas no convencial estará a salvo de cualquier cambio radical en la política y la formulación de política monetaria después de las próximas elecciones, dijeron los ejecutivos de las compañías energéticas más grandes del país.
Independientemente de la combinación de políticas que se adopte, el próximo Gobierno seguirá respaldando la producción en el yacimiento no convencional de Vaca Muerta. Esa fue la opinión unánime de las principales perforadoras, YPF S.A., Pampa Energía SA, y TGS SA, que producen y transportan shale gas, en sus llamadas de resultados de esta semana.
Los argentinos celebrarán elecciones presidenciales en octubre, así como una primaria clave el domingo. La nueva administración podría realizar cambios económicos radicales en su intento de que el país rico en recursos y en apuros vuelva a encarrilarse.
“En cuanto a la política tras las elecciones, esperamos que siga siendo favorable a nuestro sector”, dijo el viernes, el director financiero de YPF, Alejandro Lew.
Vaca Muerta es vital para impulsar la economía argentina hambrienta de dólares, ya que reducirá una dependencia sobre las importaciones de gas natural y aumentaría las exportaciones de crudo. La formación en la Patagonia ha cobrado fuerza este año a medida que se eliminan los cuellos de botella de los oleoductos y ahora produce aproximadamente el equivalente a 640.000 barriles por día.
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