Buenos Aires — El 23 de agosto se publicó la reglamentación del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), una extensa Ley promovida por el presidente Javier Milei para atraer inversiones en sectores clave que permitan el desembolso de miles de millones de dólares en los próximos años.
El RIGI, cuyos beneficios estarán vigentes por treinta años, busca impulsar sectores estratégicos de exportación, en una selección definida en el Congreso que generó críticas entre los excluidos, que buscan en la letra chica de la reglamentación la ventana para poder acceder al régimen.
¿Y el petróleo de Vaca Muerta?
Una de las novedades que dejó la publicación en el Boletín Oficial es que el upstream (exploración y producción de gas y petróleo) estará incluido con un mínimo de inversión de US$600 millones pero con límites.
Uno de esos límites es que el petróleo de los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta quedarán fuera del régimen. Los proyectos upstream que están habilitados a acceder al régimen son aquellos que estén destinados a la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) y las plataformas offshore.
Esta decisión, según distintas fuentes del sector consultadas por Bloomberg Línea, tiene como objetivo impulsar el proyecto de GNL Argentina que desarrollan YPF y Petronas, y también, respaldar inversiones en la Cuenca Argentina Norte, tras resultados poco auspiciosos.
- Sectores de petróleo y gas alcanzados: actividades relativas a la construcción de plantas de tratamiento, plantas de separación de líquidos de gas natural, oleoductos, gasoductos y poliductos e instalaciones de almacenamiento; el transporte y almacenamiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos; la petroquímica, incluyendo la producción de fertilizantes, y refinación; la producción, captación, tratamiento, procesamiento, fraccionamiento, licuefacción de gas natural y transporte de gas natural destinado a la exportación de gas natural licuado, así como las obras de infraestructura necesarias para el desarrollo de la referida industria; y la exploración y explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos costa afuera.
El Gobierno proyecta que este sector motorizará inversiones por US$46.370 millones en los próximos años, según una reciente presentación de Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central (BCRA).
Previo a la reglamentación, TGS anunció una inversión por US$700 millones para ampliar la capacidad de transporte del Gasoducto Néstor Kirchner. Esta inversión es analizada por Enarsa, debido a que para la Secretaría de Energía, la prioridad era avanzar primero en la segunda fase del gasoducto, que conecte a la provincia de Buenos Aires con el centro del país.
Minería, uno de los sectores más beneficiados
Gobierno nacional, cámaras empresarias y provincias están alineadas a promover el RIGI para acelerar el desarrollo de la minería en Argentina. El foco está, principalmente, en el litio y el cobre. El primero porque la caída de los precios ralentizó proyectos de construcción y de ampliación. El segundo, porque es un elemento clave para la transición energética, se prevé que la demanda irá in crescendo pero al necesitar de inversiones de miles de millones de dólares, las compañías reclaman mayor estabilidad.
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Un paso hacia ese sentido fue el acuerdo alcanzado semanas atrás entre la australiana BHP y la canadiense Lundin Mining Corporation que les otorga a ambas empresas la propiedad equitativa de los proyectos Filo del Sol y Josemaría, ubicados en la provincia del San Juan.
Alfredo Vitaller, VP de asuntos corporativos de Josemaría, precisó en un evento organizado en Chile que el objetivo sería instalar una planta que procese el cobre extraído en los dos proyectos y que esa planta esté bajo el RIGI. “Estimamos que la unión de los dos proyectos estará entre las 10 minas más grandes del mundo”, afirmó.
Uno de los incentivos más exigidos por los inversores, y que está incluido en el RIGI, es que el refiere al mercado cambiario, que exceptúa de la obligación de ingreso y/o negociación y liquidación en el mercado de cambios. Eso se dará en los siguientes tiempos:
- a) Veinte por ciento (20%) luego de transcurrido dos (2) años contados desde la fecha de puesta en marcha del VPU;
- b) Cuarenta por ciento (40%) luego de transcurrido tres (3) años contados desde la fecha de puesta en marcha del VPU;
- c) Ciento por ciento (100%) luego de transcurrido cuatro (4) años contados desde la fecha de puesta en marcha del VPU.
“La ‘fecha de puesta en marcha’ del VPU será lo primero que ocurra entre la fecha de la primera exportación del producto que constituye el objeto principal del Proyecto Único y la fecha en que se complete el 40% del monto mínimo de inversión en activos computables”, dice la norma.
También se destacó la incorporación de ampliación de proyectos preexistentes al RIGI, que deberán llevar “un sistema de contabilidad separada o constituir una Sucursal Dedicada que tenga por único objeto la ampliación del Proyecto Preexistente”, para que los beneficios alcancen únicamente a la producción que resulte de la ampliación de los proyectos.
La cuestión cambiaria y la energía renovable
El RIGI incluye las actividades de generación; almacenamiento; transporte y/o distribución de energía eléctrica de fuentes renovables y no renovables; de producción de otras energías bajas en carbono; bioenergía; y la captura, transporte y almacenamiento de dióxido de carbono.
Sin embargo, al ser actividades que no serán principalmente de exportación, el régimen establece criterios para que estas inversiones no distorsionen el mercado cambiario.
“Asimismo, cuando en base al Balance y flujo de divisas surja que el desarrollo del Proyecto Único requerirá una demanda neta de divisas en el mercado de cambios, la Autoridad de Aplicación deberá dar intervención al Banco Central de la República Argentina a fin de que emita su opinión respecto de la posible distorsión del mercado de cambios local”, dice la Ley.
El hidrógeno verde espera
Las empresas interesadas en proyectos de hidrógeno verde, recurso que busca reemplazar a los combustibles fósiles, vienen buscando por un régimen que asegure ciertas condiciones para inversiones que podrían alcanzar los US$8.000 millones, como el caso del anuncio de Fortescue, cuyo proyecto no ha evidenciado grandes avances en los últimos años.
Hay una condición del RIGI que podría excluir a este sector. Nicolás Eliaschev, socio del estudio Tavarone, Rovelli, Salim y Miani, dedicado al sector energético, apuntó en un evento organizado por la Cámara de Comercio Argentino Canadiense a que los tiempos que exige el régimen puede afectar estas inversiones.
El RIGI exige que para acceder al régimen se debe desembolsar el 40% del monto mínimo de inversión en los primeros dos años. En el caso de proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo, cuyo mínimo de inversión es de US$1.000 millones (que podría ser el caso del hidrógeno), la inversión en los primeros dos años debe ser del 20% de US$2.000 millones.
El poco desarrollo que ha tenido el sector del hidrógeno verde en el mundo es un obstáculo que deberán analizar las empresas interesadas en invertir en el país.