¿Una llave para el cepo? Qué efecto pueden tener los créditos de organismos multilaterales

En los últimos días, el Gobierno argentino anunció préstamos de organismos multilaterales por US$8.800 millones. ¿Pueden fortalecer las reservas y acelerar la salida del cepo cambiario?

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Buenos Aires — El Gobierno de Javier Milei continúa buscando alternativas para eliminar el cepo. Si bien en estas últimas semanas desde el oficialismo buscaron poner paños fríos a la expectativa respecto de una eventual liberación de los controles cambiarios, el propio Presidente argentino volvió a alimentar esa posibilidad en las últimas horas, aunque condicionó la apertura inminente del cepo a la llegada de dólares para robustecer las reservas.

La apertura del cepo está mucho más cerca de lo que te imaginas”, adelantó Milei el martes en declaraciones al canal de streaming Neura. La declaración llegó después de que el jefe de Estado argentino recordara que el Banco Mundial había anunciado horas antes fecha un crédito por US$2.000 millones, que se sumó al préstamo de US$3.800 millones del BID informado la semana anterior.

Acto seguido, Milei aclaró que “hay una apertura sin plata y otra con” y anticipó: “Si me pones la plata lo abro hoy”.

De donde podrían salir los fondos

En los últimos meses, la expectativa de un desembolso importante por parte del FMI fue perdiendo terreno. En cambio, crecieron las posibilidades de que los fondos llegaran de diversas fuentes. Entre ellas, del propio Fondo pero también de organismos multilaterales de crédito y de REPOs de bancos.

Dentro del Gobierno han señalado que esperan cubrir los vencimientos de capital con bonistas de enero con los dólares que obtengan de REPOs de bancos. El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a ratificar esa intención esta semana en declaraciones al Financial Times.

Entre analistas se especula con el monto que podrían aportar esos bancos rondarían los US$2.500 millones a US$3.000 millones. Es que según cálculos privados, el Gobierno debe afrontar pagos de capital con bonistas por unos US$2.900 millones ese mes, mientras que para los US$1.700 millones en concepto de intereses el equipo económico ya anticipó que adquirió las divisas utilizando parte del superávit acumulado y que esos fondos fueron depositados en el fiduciario Bank of New York.

En lo que respecta a la negociación con el FMI, Caputo dejó entrever ayer en Washington DC que la negociación será un proceso largo en el que aún no se ha discutido si incluirá o no fondos frescos. El monto que solicitará el Gobierno argentino, si es que lo hace, hoy parece una incógnita.

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Los dólares que podrían aportar los organismos multilaterales

En las últimas horas, un comunicado oficial avivó la expectativa de que parte del financiamiento para eliminar el cepo proviniera de organismos multilaterales.

“Grupo Banco Mundial y el Grupo BID otorgan financiamiento por US$8.800 millones para impulsar el desarrollo económico argentino”, informó el Ministerio de Economía el miércoles a la noche. De ese monto, sin embargo, US$5.800 millones ya habían sido anunciados y mencionados por el propio Milei en la mencionada entrevista que brindó el martes: los US$2.000 millones del Banco Mundial y los US$3.800 millones del BID (de los cuales US$1.400 millones serán aportados por BID Invest). La mitad de esos US$8.800 millones estarían destinados a inversiones en el sector privado.

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El pasado reciente parecería revelarle a Milei que puede tener ahí una vía para explorar. Según cifras oficiales, a noviembre de 2023, antes de su llegada a la Casa Rosada, los préstamos en dólares de los organismos multilaterales exceptuando al FMI ascendían a US$32.217 millones. A septiembre de este 2024, esa cifra había escalado en el margen a US$32.738 millones, apenas US$521 millones más.

Ese leve incremento contrasta con lo ocurrido durante la gestión anterior. Cuando el exministro de Economía Sergio Massa asumió al frente del Palacio de Hacienda, a principios de agosto de 2022, el stock de deuda con organismos internacionales excluyendo al FMI ascendía a US$27.197 millones. Al momento de dejar su cargo, en diciembre de 2023, esa deuda habían trepado a los mencionados US$32.217 millones, unos US$5.020 millones más.

Durante sus primeros meses de gestión, el actual gobierno fue cancelando parte de esa deuda con organismos multilaterales. Según datos del Balance Cambiario del BCRA, recordó Amilcar Collante, economista de Cesur, entre enero y junio la cuenta con organismos multilaterales y bilaterales arrojó pagos netos por US$4.264 millones. Esa cuenta luego se revirtió en el margen entre julio y agosto, meses en los que el ingreso neto de divisas por parte de multilaterales y bilaterales alcanzó los US$763 millones, dejando el saldo del año en pagos netos por algo más de US$3.500 millones.

Ante ese panorama es que economistas privados venían señalando que el oficialismo podría reactivar proyectos que ya existen y que habían sido puestos en espera. Por eso, explicaban, es que era posible pensar en nuevos desembolsos.

Sin embargo, también advertían que más allá de los anuncios, lo importante sería conocer los plazos en que se producen esos desembolsos, la finalidad de los montos y si se tratan de desembolsos netos. Es que solo en 2025 los vencimientos de capital con organismos multilaterales -sin contabilizar el FMI- ascienden a US$2.096 millones, mientras que los intereses alcanzan los US$1.930 millones. Es resumen, unos US$4.026 millones.

Entre capital e intereses, los vencimientos con el BID en 2025 ascienden a US$1.997 millones, mientras que en el caso del Banco Mundial, a US$968 millones.

De acuerdo al comunicado oficial, los US$2.000 millones del Banco Mundial serán destinados a la protección social, la educación y la ayuda a los sectores vulnerables para hacer más asequible el transporte y las tarifas eléctricas.

De los US$3.800 millones del BID, en tanto, US$2.400 millones se destinarán al sector público, lo que incluye tanto operaciones ya aprobadas y en ejecución, como pendientes de ser sometidas a aprobación del Directorio Ejecutivo de la institución en lo que resta de año. “Estos fondos serán destinados a fortalecer la protección social, mejorar la educación primaria, optimizar la gestión fiscal y ampliar el acceso a servicios energéticos esenciales, con un enfoque especial en los hogares más necesitados”, señaló Economía. Los US$1.400 millones restantes, del BID Invest, se destinarán al sector privado para los próximos dos años.

Respecto de los US$3.000 millones restantes, que serán aportados por el IFC –la agencia del Banco Mundial que financia la inversión privada–, Economía explicó que forman parte de una cartera de inversiones potenciales para los próximos dos años, centrada en la minería sostenible, las energías renovables, la salud, la descarbonización de sectores difíciles de reducir como el acero y la aviación, y la financiación del comercio.

Esto no significa, sin embargo, que esos dólares no vayan a fortalecer las reservas en la medida en que vayan ingresando al país.

“Está lo que es la fungibilidad del dinero”, recuerda Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group. “Es decir, es cierto te prestan para objetivos específicos pero nada dice de que vos ese dinero líquido no puedas usarlo para otros objetivos y luego uses tu propio dinero para financiar lo que te dieron”, explicó.

“En definitiva, genera un colchoncito extra de liquidez, de espalda en dólares por si quisiesen hacer algo en términos cambiarios”, añadió. Pese a ello, dijo que ve “difícil que vayan a querer intervenir” porque en “en el mercado tenés que jugar con cierta expectativa: si juntas mucho para poder intervenir en una posible salida del cepo, también implícitamente le estás diciendo al mercado que estás saliendo a un tipo de cambio que no está tan acorde”.

Está claro que quieren salir sin devaluar, poniendo una paridad y luego defendiéndola”, coincidió Gabriel Caamaño, de consultora Ledesma y Outlier. Pero la principal incógnita, expresó, es si consiguen el nivel de financiamiento suficiente para ello. “¿Eso podría permitirles salir a principios del 2025? Sí, pero tienen que conseguir un nivel de liquidez en moneda extranjera que ahí no está claro quién se lo puede dar”, agregó.

Por lo pronto, el propio Milei había puesto paños fríos al asunto el martes en la mencionada entrevista concedida a Neura al asegurar: “Nosotros estamos trabajando como si no la consiguiéramos. Para abrir el cepo sin dólares, lo que necesitas es que desaparezca el exceso de oferta de pesos”.