Buenos Aires — De cara a las elecciones en Estados Unidos, la relación entre el presidente argentino Javier Milei y el ex mandatario y candidato presidencial norteamericano Donald Trump es seguida de cerca por los analistas, que evalúan implicancias en el panorama político local.
Desde que llegó al poder, el líder libertario mostró afinidad con el magnate estadounidense. De hecho, en noviembre, tras vencer en las urnas en la segunda vuelta en la Argentina, agradeció en X el video que le dedicó Trump para felicitarlo por su triunfo.
A su vez, meses atrás, Trump afirmó que Milei estaba haciendo un “gran trabajo”, al tiempo que halagó sus esfuerzos para reducir el gasto público y la inflación.
El vínculo entre Milei y Trump
“El vínculo entre Trump y Milei se explica inicialmente por dos elementos: la afinidad ideológica y el estilo propio de lo que podríamos llamar populismos de derecha”, consideró Javier Correa Cano, director de Ad hoc.
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En diálogo con Bloomberg Línea, manifestó que “Milei, posiblemente, vea en Trump o en Bolsonaro, o incluso en Elon Musk, un espejo sobre el cual quiere mirarse”. “El estilo de conducción política y comunicacional es similar en todos los casos. Hablamos de disrupción, de capacidad de representar lo que no es políticamente correcto y, sobre todo, de confrontación permanente como modelo de legitimación”, explicó.
“La visión privatista, meritocrática y eficientista basada en el orden fiscal y regulación del mercado se conjugan con este estilo conducción”, destacó el especialista, aunque aclaró: “No es solo una cuestión de afinidad y estilos. Está lo concreto. El Gobierno de Milei tiene un optimismo mayor respecto de su plan económico ante una eventual victoria de Trump”.
Por su parte, el analista y consultor político Javier Caches manifestó: “Lo primero que puedo destacar es la notoria afinidad ideológica que hay. Los dos pertenecen a este grupo de familia que vendría a ser la internacional de derecha o la nueva extrema derecha radical. Son emergentes de extrema derecha que, en general, son outsiders. Pienso en Trump, en Milei, pero también en Bolsonaro y en Viktor Orban en Hungría”.
“Creo que entre Milei y Trump hay un reconocimiento mutuo desde la afinidad ideológica que hace que haya un vínculo natural y fluido. Milei ha ido en más de una oportunidad a Estados Unidos, una vez asumido, y ha tenido encuentros con Trump”, puntualizó el director de Proyectos de Investigación de Opina Argentina.
De ese modo, resaltó “la afinidad ideológica, más allá de que Trump sea un líder más proteccionista y Milei en lo discursivo se pare más en el polo globalista”. “Ambos pertenecen a esta familia de extremas derechas que en algún punto tensionan o desafían algunas prácticas de la democracia liberal. Me parece que ahí hay un primer ítem muy claro que hace que tengan un una cercanía política inocultable”, analizó.
“Lo otro que me parece importante remarcar es que Milei es un político disruptivo y, así como en el plano doméstico está imponiendo muchas rupturas con con los esquemas previos, también en política internacional donde suele haber mucho pragmatismo, Milei juega en ese plano en la política exterior también de una manera muy ideológica”, expresó.
Caches añadió que Milei “hace referencia muy abiertamente como perteneciente a Occidente y tiene a Estados Unidos como un aliado directo, más allá de que después con China tenga idas y vueltas y termine negociando”. A su juicio, el presidente argentino “tiene un discurso muy ideológico en el plano internacional y, en ese en ese sentido, Milei hace caso omiso a un principio de la política internacional, que es el de no intervención en política doméstica”.
“No respeta ese principio y es, en realidad, una tendencia de los últimos años. Lo que vemos es a líderes políticos jugando más o menos abiertamente con candidatos afines en las elecciones de otros países. Así como pasó con Lula en Argentina el año pasado que hizo un apoyo más o menos explícito a Sergio Massa o por lo menos un una campaña muy anti-Milei”, recordó.
Por su lado, Pablo Touzon, politólogo y director de la consultora Escenarios, remarcó que “el principal motivo de apoyo de Milei a Trump, sobre todo ideológico, tiene una consonancia casi completa con lo que respecta a la agenda política”. En cuanto a lo conceptual, afirmó que “se siente alineado con los partidos más de la derecha a nivel mundial y lo ve a Trump como fenómeno y epicentro de ese sistema”.
Qué impacto tendría una victoria de Trump en Argentina
Correa Cano aseguró que “es mayor la expectativa de que una negociación con el FMI, en la búsqueda de nuevo endeudamiento, sea exitosa con la victoria republicana”.
“Puede haber algunas variables no analizadas. Si gana Trump, ¿Quién gana más en la Argentina? ¿Milei o Macri? Es una pregunta relevante porque Macri, quien ya ha demostrado su enorme cercanía con el candidato republicano, hoy es un aliado del Gobierno argentino. Pero también es un eventual competidor por el mismo electorado que hoy sostiene a Milei. ¿Es bueno para Milei que gane el amigo de Macri?”, preguntó.
Si bien consideró que “las cosas no son tan lineales”, también manifestó que “si gana Trump, asume en enero, y difícilmente su prioridad inmediata sea mirar a la Argentina”.
Para Caches, “por la apuesta política que está haciendo el Gobierno argentino, de acercamiento directo con Trump, me parece que si gana el candidato republicano, va a traer o mejorar las perspectivas de que Argentina reciba nuevo fondos del FMI”.
“Una eventual victoria de Trump podría agilizar por la influencia de Estados Unidos en el directorio del FMI un eventual nuevo desembolso que sería condición necesaria para poder desarmar el cepo. Me parece que ese sería el que el el efecto inmediato de una victoria de Trump en nuestro país. Más allá de que, indirectamente, una victoria Trump también reforzaría a este grupo de familia de extremas derechas o de derechas radicales a la cual pertenecen tanto Trump como Milei. Habilitaría un nuevo aire o un clima de época más parecido al que al que estuvo cuando ganó Trump en el 2016 y que indirectamente le serviría a Milei”, estimó.
“Por la apuesta política que está haciendo el Gobierno argentino, de acercamiento directo con Trump, me parece que si gana el candidato republicano, va a traer o mejorar las perspectivas de que Argentina reciba nuevo fondos del FMI”, apuntó Caches.
De esa manera, insistió: “Una eventual victoria de Trump podría agilizar por la influencia de Estados Unidos en el directorio del FMI un eventual nuevo desembolso que sería condición necesaria para poder desarmar el cepo”.
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“Me parece que ese sería el efecto inmediato de una victoria de Trump en nuestro país. Más allá de que, indirectamente, una victoria Trump también reforzaría a este grupo de familia de extremas derechas o de derechas radicales a la cual pertenecen tanto Trump como Milei. Habilitaría un nuevo aire o un clima de época más parecido al que al que estuvo cuando ganó Trump en el 2016 y que indirectamente le serviría a Milei”, opinó.
Touzon coincidió en que un eventual triunfo de Trump “le garantizaría un financiamiento norteamericano de diferentes fuentes” a Milei, así también como un apoyo más contundente en ese punto, que si ganara Kamala”.
El impacto en Argentina de una eventual victoria de Kamala Harris
“En el caso de que gane Kamala Harris, lo que veo son menores chances de que el FMI se juegue por un nuevo desembolso para Argentina porque la relación con el Gobierno demócrata es más fría y además por las características personales, políticas y personales de Kamala Harris. Pensar en la llegada a la Casa Blanca de una mujer más o menos progresista y con descendencia afroamericana me parece que traería cierto distanciamiento de Washington hacia Buenos Aires”, expresó a este medio Caches.
“Más allá de que veo a Milei siguiendo alineado con Estados Unidos, creo que enfriaría un poquito más la relación”, señaló.
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“Me parece también importante dejar asentado que Argentina y Sudamérica en general es irrelevante en términos estratégicos para la política exterior norteamericana. Estados Unidos está pensando sobre todo en Asia, Rusia, Medio Oriente, como ejes conflictivos y prioritarios”, subrayó.
