Buenos Aires — El miércoles 13 de diciembre el dólar oficial mayorista pasó de $366,50 a $800 y este salto cambiario de 118% llevó a muchas compañías a cancelar sus Lediv. Estos instrumentos funcionaron como seguros de cambio en la última etapa de la gestión de Miguel Pesce al frente del Banco Central y fueron suscriptos por empresas que participan del comercio exterior y también por bancos.
Según datos publicados por el BCRA, hasta el 12 de diciembre el stock de Lediv era de US$5.042 millones, mientras que el 14 de diciembre cerró en US$4.470 millones (un 11% menos), lo que refleja que los tenedores hicieron valer su seguro tras el salto. Y todo indica que el rescate continuó el día 15 de diciembre (aún sin números oficiales).
“Comenzó el desarme de Ledivs post devaluación, dado que el crawling del 2% mensual anunciado no incentiva el mantenimiento de esa posición” destacó un informe del bróker Aurum Valores. Este documento resaltó que en los dos primeros días salieron US$572 millones, “lo que que el BCRA debe haber emitido más de $450.000 millones entre miércoles y jueves (4,5% de la base monetaria en dos días) para cancelar esas Lediv”.
Las Lediv empezaron a crecer con fuerza en la semana previa al balotaje, ya que quienes tenían posibilidades de comprarlas (empresas financieras y compañías que participan del comercio exterior) entendieron que era una buena forma de cubrirse de un salto del tipo de cambio, que finalmente fue mayor al previsto. Además, tenían tasa 0% en momentos en que los bonos dólar linked tenían rendimientos negativos que podían rondar el -70%.
Ante las fuertes críticas que surgieron en el mercado, de quienes consideraban que el BCRA estaba dando cobertura cambiaria a gratuita cuando en el mercado secundario esta misma cobertura costaba cara, el Central decidió suspender la suscripción de Lediv el 29 de noviembre.
Ahora, con el salto cambiario ya confirmado, no parece tener demasiado sentido guardar las Lediv en un cartera, siempre y cuando el tenedor considere que no va a venir otro cambio abrupto en el tipo de cambio nominal. En este contexto, el BCRA tendrá que activar la máquina de pesos para saldar las cancelaciones de estas letras.