Buenos Aires — El Banco Central (BCRA) decidió mantener sin cambios la tasa de política monetaria. A pesar de que la inflación de diciembre se aceleró a 25,5%, el Directorio de la autoridad monetaria argentina se mantuvo firme en su decisión de no retocar la tasa que paga por sus pases pasivos, fijada desde mediados de diciembre en 100% de TNA.
Fuentes del equipo económico confirmaron la decisión a Bloomberg Línea, tras la habitual reunión semanal del Directorio de la entidad que preside Santiago Bausili. En línea con esa decisión, tampoco habrá cambios en la tasa mínima que los bancos deben pagar por los plazos fijos, que se mantiene inalterada en 110%.
De esta manera, tanto la tasa que reciben los bancos por colocar pesos en los pasivos remunerados del BCRA como la que reciben los ahorristas de sus colocaciones en plazos fijos tradicionales continúan siendo negativa en términos reales.
La decisión del equipo económico del Gobierno responde, sin embargo, a la necesidad de recortar las necesidades de emisión vinculadas al pago de intereses de la deuda del Banco Central. Esos pasivos remunerados de la autoridad monetaria, cabe recordar, venían generando intereses por más de $2 billones mensuales desde octubre de 2023.
Con esa misma premisa fue que el Central bajó 26 puntos porcentuales la tasa de los pases pasivos en diciembre y decidió dejar de licitar Leliq para que la tasa de política monetaria fuera la de los pases pasivos, días después.
El fin del las Leliq
Durante la jornada de este jueves, también se destacó el hecho que vencían las últimas colocaciones en Leliq, las letras de liquidez que el Banco Central decidió dejar de licitar. Tras alcanzar un stock superior a los $15,4 billones en septiembre del año pasado, el nuevo Gobierno se propuso eliminar las tenencias de estos títulos a 28 días, por los que la autoridad monetaria pagaba 133% de TNA.
Este jueves venció el último billón de pesos colocados en Leliq, que habían sido adjudicados en la subasta realizada el pasado 14 de diciembre, cuatro días después del cambio de Gobierno y cuatro días antes de que la autoridad monetaria informara que dejaría de adjudicarlas.
