Tecnología hecha en Argentina: CEO de Banghó confía que podrá ser competitivo en la era Milei

Ante la relajación de las barreras para las compras de computadoras y otros productos en el exterior y la caída del 40% en sus ventas durante 2023, el fabricante de computadoras ve oportunidades para competir en el nuevo escenario argentino

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Buenos Aires — El fabricante argentino de computadoras Banghó (PC ARTS) ve espacio para competir en la nueva Argentina que impulsa Javier Milei, incluso ante una incipiente apertura comercial y la flexibilización del régimen puerta a puerta, aunque anticipa que el sector tecnológico necesitará reconvertirse frente al avance de la inteligencia artificial. “Las condiciones están dadas para fabricar y competir. Hoy están dadas. El día de mañana no lo sé”, afirma Pablo Suaya, CEO de Banghó, en una entrevista con Bloomberg Línea.

El optimismo moderado de Suaya llega después de un 2024 desafiante para el sector tecnológico. El mercado de computadoras experimentó una contracción del 40% respecto a 2022, con una caída particularmente pronunciada en el sector público, donde las ventas de Banghó se desplomaron entre 70-80%.

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En lo que respecta a computadoras portátiles (laptops), Banghó ofrece precios que comienzan en los ARS$779.999 (aproximadamente US$700) y que van hasta los ARS$2.259.999 (en torno a los US$2.100). Al momento de esta entrevista, ofrecía 12 cuotas sin interés únicamente para sus laptops de gama media y alta.

Desde diciembre, en tanto, los consumidores argentinos pueden realizar compras en el exterior por hasta un monto de US$400 sin pagar aranceles, aunque las mismas siguen sujetas al pago del IVA. La medida, publicada en el Boletín Oficial el 2 de diciembre de 2024, implica la posibilidad de acceder a productos tecnológicos a precios más económicos que los que se encuentran localmente.

“Si este año el mercado estuvo un 40% abajo, creo que el año que viene puede estar un 20% o un 15% por debajo de lo que fue el 2022″

Pablo Suaya, CEO de Banghó

Competitividad y aranceles

El actual régimen arancelario mantiene viva la esperanza para los fabricantes locales. “Si se mantienen las condiciones actuales, con un arancel del 16% que es el mismo que tiene todo el Mercosur para informática, creo que estamos bien y tenemos un escenario competitivo”, señala Suaya. “Permiten que en la estructura de costos uno pueda competir y trabajar”, sostiene.

La empresa ha demostrado capacidad de adaptación en diferentes contextos regulatorios. “Hemos pasado por momentos con diferentes ventajas o desventajas competitivas. Por ejemplo, en el gobierno de Mauricio Macri no hubo ninguna protección, pero seguimos”.

Sobre el nuevo régimen puerta a puerta, Suaya muestra una postura ambivalente. “Como medida me parece extraordinaria, porque me parece que cada uno tiene derecho a comprar o importar lo que quiera”, afirma el CEO de Banghó. Sin embargo, cuestiona algunos aspectos de su implementación.

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No veo tan lógico que haya una franquicia de US$400, mientras que una empresa que importa tiene que pagar los impuestos”, señala, aunque reconoce la lógica detrás de la medida gubernamental: “La visión que tuvo el gobierno es que es equivalente a quien no puede viajar y traerse una computadora en el bolso, un juguete en la valija o un celular en el bolsillo”.

El ejecutivo advierte sobre las limitaciones prácticas de las compras en el exterior. “Cuando uno compra una computadora en el exterior, el primer problema que tiene es que no tiene garantía en Argentina”, explica. “Una computadora sin garantía posiblemente no falle, pero si falla, los repuestos son extremadamente caros y prácticamente te conviene tirarla”.

Además, señala otros obstáculos menos evidentes: la posibilidad de recibir productos sin Windows o teclado en español, y la complejidad logística de las operaciones con courier. “No todo el mundo sabe realmente hacer la operación para usar el courier y que te quede económicamente viable”, indica, agregando que los precios de Amazon para Latinoamérica no son los mismos que se ven en Miami.

La flexibilización del régimen puerta a puerta podría tener un impacto limitado. “Va a impactar un 5-10% de la demanda total”, estima Suaya, señalando que otros sectores como indumentaria, juguetes y celulares serán más afectados.

En términos de salario, hoy la computadora es realmente barata, porque los salarios en términos de dólares han aumentado y las computadoras en dólares no han aumentado

Pablo Suaya, CEO de Banghó

Impacto de la eliminación del impuesto PAÍS

Aunque crece la competencia de productos importados por un lado, por el otro, la eliminación progresiva del impuesto PAÍS está generando una reducción de costos entre 10% y 12% para el sector.

“El impuesto arrancó cuando subió el gobierno con un 17%, después bajó a un 7%, y hoy prácticamente está en cero”, explica Suaya, aclarando que aunque técnicamente no está eliminado, “no te cobran más el anticipo”.

El ejecutivo detalla el impacto escalonado de estas reducciones. “Ese 7% tiene un impacto aproximadamente en un 5% de los costos”, señala, explicando que el porcentaje se calcula sobre el costo sin incluir fletes y otros componentes. En el caso del tramo anterior, que fue del 10%, el impacto en los costos rondaba el 7%.

El resultado final es sustancial: “Si comparo el impuesto PAÍS de hace tres meses y el que viene ahora, tenemos una diferencia total en el precio final entre un 10% y 12%”, resume Suaya, cuantificando el alivio que representa esta medida para la estructura de costos de la industria.

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¿Cuál es la ventaja competitiva de producir en Argentina?

Banghó encuentra su nicho en la capacidad de personalización y el servicio local. “Tenemos la capacidad de customizar un lote chico de 50 o 120 unidades a la medida que quieren, mientras que importar eso lleva tres meses”, explica Suaya.

La garantía local representa una ventaja significativa frente a las compras en el exterior, donde los repuestos son “extremadamente caros y prácticamente te conviene tirarla y pesar de vuelta”, agrega.

Precios más accesibles

Un factor positivo en el mercado actual es la relación entre salarios y precios de las computadoras. “En términos de salario, hoy la computadora es realmente barata, porque los salarios en términos de dólares han aumentado y las computadoras en dólares no han aumentado”, explica Suaya.

Esta dinámica favorable se complementa con mejores condiciones de financiamiento. “Las tarjetas de crédito pueden aplicar tasas adecuadas y no tasas tremendas, y eso permitió que vuelvan las 12 cuotas, en algunos casos 18 cuotas”, destaca el ejecutivo.

El beneficio de la estabilidad macroeconómica y proyecciones para el 2025

La previsibilidad cambiaria está transformando la operatoria del sector. “Hoy podemos proyectar cualquier operación donde necesitamos importar materiales, sabemos cómo y cuándo vamos a pagar, y tenemos claridad de cuándo pagarle al proveedor”, destaca Suaya, contrastando con 2023, cuando “al proveedor le tenías que decir, te pago cuando el Banco Central me permita”.

La consolidación del crawling peg, la tasa de devaluación mensual del peso, despejó las dudas iniciales. “Los primeros tres meses del año muchos dudábamos si se iba a tener estabilidad, si iba a venir una devaluación adicional o no, y una vez que se quedó el ritmo del crawling peg de un 2% mensual, todos entendimos que el gobierno y el Banco Central apostaban por ese esquema”, explica el ejecutivo.

Esta estabilidad impactó positivamente en la dinámica comercial. “Todo lo que es la venta mayorista y minorista quedó clara, uno puede vender a término, sabe cuál es la expectativa del tipo de cambio, sabe cuánto tiene que cobrar por si tiene que pagar divisas al exterior”, señala Suaya.

La desaceleración de la inflación también mejoró las condiciones de financiamiento. “Las tarjetas de crédito y los planes de financiación pueden aplicar tasas adecuadas y no tasas tremendas, y eso permitió que vuelvan las 12 cuotas, en algunos casos 18 cuotas”, destaca, explicando que esto impulsa la demanda incluso cuando “el poder adquisitivo no es tan alto”.

Sin embargo, Suaya advierte que aún falta un elemento clave: la confianza. “Lo único que nos faltaría es acelerar un poquito la demanda, y para eso tiene que haber creencia por parte de los mercados, del público, de los consumidores, de los trabajadores”. Reconoce que “todavía hay un poco de resistencia a creer en eso, es lógico, venimos de seis meses muy duros con ajustes, con tarifas y con un bolsillo reducido”, pero mantiene su proyección de que “el 2025 va a repuntar por lo menos un 20 o 25 por ciento la demanda”.

Para 2025, las perspectivas son moderadamente optimistas. “Si este año el mercado estuvo un 40% abajo, creo que el año que viene puede estar un 20% o un 15% por debajo de lo que fue el 2022″, anticipa Suaya.

El futuro del empleo y la IA

La inteligencia artificial y la automatización presentan tanto desafíos como oportunidades. “En cuatro o cinco años me imagino un escenario con el 50% de recursos”, proyecta Suaya, aunque ve una oportunidad en la mayor demanda de capacidad de cómputo que requerirá la IA.

La transformación ya está en marcha en diferentes áreas de la empresa. “El otro día estuvimos trabajando en recursos humanos con dos o tres aplicaciones en paralelo, pudiendo revisar y filtrar mil CVs en 30 minutos, algo que antes llevaba una o dos semanas”, ejemplifica.

Suaya ve un paralelismo entre el impulso que dio la pandemia al sector y el que podría dar la IA. “Así como en la pandemia de repente la demanda necesitó muchas computadoras por el home office, creo que la demanda para recursos de inteligencia artificial va a acelerar el consumo de productos de tecnología”.

¿Proteccionismo sí, o proteccionismo no?

Suaya adopta una posición matizada sobre el debate entre proteccionismo y apertura comercial. “Me parece que no tiene que haber industrias sobreprotegidas, pero sí darle algún tipo de paraguas para que puedan seguir trabajando y no romperlas de un día para otro”.

El ejecutivo destaca el rol histórico de la industria en Argentina. “Argentina es un país que dentro del Mercosur, junto a Brasil, son los únicos que han tenido industria. Tenemos marcas, alimentos, empresas como Arcor, industria automotriz”, señala, advirtiendo sobre los riesgos de una apertura abrupta.

De cara al futuro, el ejecutivo mantiene expectativas moderadas. “Soy optimista que el año que viene va a reactivar la demanda, pero cauto”. Si bien no espera un retorno inmediato a niveles récord de PBI, anticipa “un crecimiento leve, pero ordenado” para 2025.