Buenos Aires — Una startup argentina saldrá al mercado a buscar financiamiento por unos US$10 millones en los próximos días. Se trata de MultiplAI, una firma que apunta a desarrollar un nuevo método de detección temprana de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo y que cada año genera pérdidas multimillonarias para el sistema mundial de salud.
Creado en 2020 por los médicos argentinos Santiago Miruka y Carlos Luzzani, y por Mark Ramondt, un ejecutivo holandés muy vinculado al desarrollo de startups -de hecho, es socio fundador de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA)-, este desarrollo combina la inteligencia artificial con los últimos avances en secuenciación de ARN, para detectar el riesgo de que una persona pueda sufrir enfermedades cardiovasculares a partir de una muestra de sangre.
Esa detección temprana, creen dentro de MultiplAI, podría recortar de manera drástica la cantidad de episodios cardíacos en función de qué tan propenso es un paciente a sufrirlos. Además, ayudaría a reducir significativamente los costos que las enfermedades cardiovasculares generan al sistema sanitario mundial, que se espera que superen el billón de dólares en 2035.
Primeros pasos
En diálogo con Bloomberg Línea, Miruka y Ramondt relatan cómo fueron los primeros pasos de la startup que registraron en el Reino Unido en 2020 pero que empezó a cocinarse un año antes en bares argentinos.
Miruka fue el nexo entre los tres: conocía a Luzzani desde hacía 15 años porque trabajaban juntos en un laboratorio, y fue el cardiólogo de Ramondt, que sufrió un infarto con solo 35 años a pesar de ser una persona que no reunía las típicas señales de alarma como el sedentarismo, tabaquismo o colesterol elevado.
“Tres meses antes había corrido la maratón de Nueva York. Corría 10 o 15 kilómetros por día. Era flaco, no fumaba, tenía el colesterol en niveles medianos, no tenía alta presión…”, dijo Ramondt. Aunque reconoció: “Sí es cierto que tenía un cargo importante, era CFO de Unilever en Norteamérica de la parte de Home Care, tenía mucho estrés y no dormía. Pero, en definitiva, no reunía los signos clásicos, era de bajo riesgo”.
“Nos empezamos a juntar en 2019. Ellos no se conocían, pero yo los conocía a los dos. Yo soy cardiólogo, me formé en la década del 90, me fui a Canadá varios años, pero cuando vuelvo a la Argentina también armo un laboratorio de investigación en células acá”, agrega Miruka.
En ese laboratorio, explica, empezó a trabajar en la secuenciación del ARN, que se utiliza para determinar que genes se expresan (activan) en diferentes tipos de células. “Así como haces un PCR para medir el COVID, hay una manera que se llama secuenciación, de hacer un PCR para medir todas las moléculas que están en la célula, entonces estás hablando de cientos de miles de moléculas”, simplifica.
“Empezamos a usar eso en las células y con el otro investigador en el laboratorio dijimos: ´vamos a hacer una startup relacionada a la cardiología, al diagnóstico y a la prevención cardiovascular´. Pero nosotros somos investigadores, no entendíamos nada de startups. Y ahí es donde lo invitamos a Mark, con su background trabajando con startups”, sumó.
Pero el lanzamiento formal de la startup no estuvo exento de contratiempos. El primer inversor potencial para la firma, relatan los fundadores de MultiplAI, lo consiguieron apenas tres días antes que se decretara la cuarentena en el país, allá por el primer trimestre de 2020.
“Ahí hubo una pausa y tomamos la decisión de registrarla en Inglaterra, porque Inglaterra es líder en cuestiones relacionadas a la genómica, la inteligencia artificial, y líder también en el ecosistema para startups. Por eso decidimos registrarla allá y un par de meses después entramos en Illumina, que representa el 90% del mercado de secuenciación. Es como el Google de la secuenciación”, dicen.
La elección de la capital británica, agregan, también obedece a que establecerse allí implicaba estar dentro del “Golden Triangle”, tal como se conoce al triángulo que se forma entre las universidades de Londres, Cambridge y Oxford, al que definieron como “la cuna de la genómica mundial”.
En busca de financiación
Si bien el último año fue desafiante para el ecosistema global de las startups ante la crisis de liquidez y financiamiento para el sector, MultiplAI logró en septiembre del año pasado levantar US$2,7 millones en el mercado pero ahora va por más.
Ocurre que reunir ese monto con la ronda anterior demandó unos 15 meses. Por eso, desde la startup ya tomaron cartas en el asunto y estarán trabajando, en estos días, en el lanzamiento de una Serie A. El monto que precisen dependerá de algunos resultados que estarán obteniendo en estos días que determinarán, por ejemplo, si necesitan armar sus propios laboratorios o no.
“El 3 o 4 de mayo vamos a estar en Londres, en un Congreso en donde empezamos a publicar nuestros materiales nuevos. Recién ahí empezaremos a hablar oficialmente de la serie A, pero con la idea de que esto va a demorar 15 a 18 meses. El inversor de biotech o health tiene plazos más largos, saben que los desarrollos son mucho más extensos que los de fintech. Todavía estamos definiendo el monto”, dicen los fundadores de la startup.
Pese a ello, anticipan que esas necesidades de financiamiento podrían oscilar entre los US$10 y US$ 50 millones.
El desarrollo de esta tecnología que se basa en inteligencia artificial para decodificar la información de cientos de miles de moléculas, explican desde la startup, no solo simplificaría el diagnóstico temprano de las enfermedades cardiovasculares. También redundaría en un significativo recorte de los costos.
Los costos del procesamiento de datos genómicos se están reduciendo drásticamente a medida que la tecnología avanza, señalan. Esto, agregan, permite disponer de una herramienta de análisis cada vez más económica.
Se trata de un tema no menor si se considera que hoy, según datos de la empresa, el 50% de los enfermos coronarios no presentan ninguno de los factores de riesgo tradicionales que detectan las herramientas de diagnóstico actuales, y que 4 de cada 5 infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares prematuros pueden prevenirse si los riesgos se detectan antes, con más precisión y se gestionan mejor.