Estos son los emprendedores argentinos en el epicentro de la innovación tecnológica de Silicon Valley

Cómo ven los fondos de venture capital a los emprendimientos de Latinoamérica y cuáles son las perspectivas hacia adelante para las rondas de startups latinoamericanas

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Buenos Aires — La capacidad de tolerar la incertidumbre, atravesar crisis y la disposición a convivir con ciertos riesgos son algunos de los factores que unen a los emprendedores argentinos que decidieron abrir camino en Silicon Valley, California, símbolo de tecnología a nivel internacional.

“Trato de no romantizar el hecho de ser emprendedor porque es muy común fracasar. Es muy difícil ser emprendedor”, resume Diego Meller, cofundador Jampp, en una entrevista con Bloomberg Línea.

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Para Luciana Reznik, CEO y cofundadora de Cedalio, los emprendedores argentinos son “expertos en no planificar a largo plazo”.

“Hay una intuición del negocio y eso creo que es una de las cosas buenas de los emprendedores argentinos, que sabemos vivir con ese incertidumbre porque nuestra vida es una incertidumbre. Nacemos viendo incertidumbre. De hecho, en Europa no se emprende mucho. No es casualidad que haya más emprendedores en países más caóticos”, marcó.

Ganar financiamiento no es sencillo en la actualidad porque si bien los venture capital en tierras norteamericanas miran hacia Latinoamérica, prefieren opciones de menos riesgo. “Tuvo su boom en 2021. Hoy en día el mercado está más difícil. Es más difícil levantar plata si estás en América Latina”, consideró Josefina Van Thienen, cofundadora de la plataforma Atlas.

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Emprendedores argentinos en Silicon Valley

En una charla de café en San Francisco decidí empezar, con otras mujeres, Atlas. También son argentinas”, contó a Bloomberg Línea, Josefina Van Thienen, quien indicó: “Empezamos hace 18 meses. Tenemos más de 50 clientes recurrentes que mensualmente trabajan con nosotros, con headquarters mayormente en Estados Unidos”.

La cofundadora de la empresa manifestó: “Estamos en Silicon Valley. Nuestro equipo está globalizado. Tenemos gente en diferentes lugares. Me mudé en 2018 a Estados Unidos”.

Atlas es una plataforma de beneficios para startups globales: “Somos la primera plataforma de beneficios flexibles diseñada para empresas con equipos distribuidos globalmente”.

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En nuestra plataforma, los colaboradores pueden acceder a estos beneficios. Del lado del usuario: tienen una app con los beneficios de la empresa con distintas categorías. Puede ser salud, idiomas, compras, entre otros puntos. Del lado de las empresas, cuando tienen gente en más de un país, con un equipo global, es muy importante darle la misma calidad de beneficios”, describió la cofundadora de la firma de tecnología.

Además, contó que crece la incorporación en la compañía del uso de inteligencia artificial: “Ayuda mucho a nuestro negocio con automatizaciones internas para hacer más productivos a los equipos, pero también a nuestro producto en sí. Creamos una automatización para que los beneficios estén lo más rápido posible”.

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Los obstáculos y desafíos de emprender

Uno de los principales obstáculos es, por un lado, el foco de lo que es importante y urgente. Tener esa visión y no tener miedo de ella. Hay cosas que no son importantes y se meten en el camino. Otra es armar un equipo de primera categoría”, sostuvo Van Thienen.

A su vez, puntualizó: “Creo que también, como fundadora, el tema de la salud mental, la confianza y la seguridad de seguir adelante, más allá de las adversidades, son otros desafíos”. “Hay que poner distancia y entender que si algo falla, lo que falla no es el valor de uno como persona, es otra cosa”, argumentó.

Reznik distinguió entre los desafíos personales y los de la empresa: “Dentro de los de la compañía, muchos emprendedores, cuando se van a otro país, menosprecian el esfuerzo personal de irse a vivir a otro lugar e implantar su negocio. Llegar a un destino en el que no tenés la red de contención, de contactos, por ejemplo. En su país, uno sabe con quien hablar, conoce la legislación. Llegás acá y no sos nadie. Además, aunque hables bien inglés, no es tu idioma”.

Para Diego Meller, cofundador Jampp, los desafíos también “dependen de la etapa de la vida en el que uno está”. “La contraparte de eso es que justamente venís acá porque podés ser emprendedor y hacer crecer un negocio sin la necesidad de tener esos contactos. Si logras tener la oportunidad, te van a escuchar y te van a comprar”.

Cuando venís a emprender a Estados Unidos depende mucho también no solo la etapa personal en la que uno está, sino también la etapa del negocio. Hay gente que está emprendiendo de cero y hay gente que cuando vino acá, por ejemplo, en mi caso, lo hicimos para abrir una oficina”.

Muchos de los emprendedores con los que nos vemos tienen empresas cuyo mercado es Latinoamérica, pero están acá más que nada por el tema de levantar capital. Hoy hay mucho más interés de venture capital en Estados Unidos que mira para abajo, mira a Latinoamérica”, afirmó Meller y expresó: “En nuestro caso, el desafío era tener un equipo local para servir a esa demanda y contratar y retener gente de un calibre determinado. Un error muy común en esa situación es creer que se puede hacer eso remotamente”.

Venture Capital y su mirada hacia Latinoamérica

Tuvo su boom en 2021. Hoy en día el mercado está más difícil. Es más difícil levantar plata si estás en América Latina”, consideró Van Thienen y remarcó que “bajó el interés porque ahora están más ajustados y optan por lo más seguro, de menos riesgo”.

Para nuestro negocio en particular, Argentina es muy relevante porque tiene gran talento, pero siempre mantenemos una visión global. Levantamos casi US$5 millones de inversión el año pasado. Venimos creciendo aceleradamente en los últimos meses. Nos estamos expandiendo a Europa y Asia. Tenemos un equipo chico aún, de 30 personas”, destacó Van Thienen.

Por su parte, Meller opinó: “No diría que hay mucho interés, sino que hay más interés. Hay poco interés en general”. Pese a ello, analizó que hubo un crecimiento tras la pandemia: “El Covid fue un evento que hizo que puedan empezar a ver el mundo más allá de California, a entender que se podía trabajar remoto, que existe otro mercado, que hay talento en todas partes del mundo”.

En 2021, cuando se dio el boom post Covid, nunca hubo tanto capital. Empezaron a salir fondos de VC como si fueran hongos. Como emprendedor, te sentabas y esperabas que te hicieran ofertas. Eso cambió”, puntualizó el cofundador Jampp, plataforma para aplicaciones mobile que combina tecnología avanzada con un equipo de expertos en marketing mobile para dirigir a millones de usuarios de iOS y Android hacia las aplicaciones.

Según Reznik, quien además de ser CEO y cofundadora Cedalio es ingeniera de software del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), en ese período “había mucha liquidez”. “De todos modos, es poco el interés, excepto por parte de fondos especializados en Latinoamérica”.

Cómo es ser emprendedor

Trato de no romantizar el hecho de ser emprendedor porque es muy común fracasar. Es muy difícil ser emprendedor. Se necesitan ciertas precondiciones. La desafortunada realidad es que hay una relación entre el nivel socioeconómico y los emprendedores porque la gente que es emprendedora tiene una red de contención. Si se debe salir a trabajar o pagar la universidad, es muy difícil. Desconfío de cualquier emprendedor que le quita mérito a su suerte”, opinó Meller.

El emprendedor es muy de querer cambiar el mundo, ¿no? Y ahí yo creo que también es romantizar una idea. Creo que hay una cosa de vergüenza al decir: ´Quiero ser emprendedor para cambiar el auto´. Creo que se puede encontrar una cosa intermedia. Hay muchas oportunidades que tienen que ver con resolver un problema que quizás es aburrido, pero se puede hacer de una manera que rentable y que mejore algo”, puntualizó.

Por ello, expresó: “Ser emprendedor es trabajar mucho para aprovechar la suerte cuando te toque. Tiene mucho de encontrar un balance entre la perseverancia y cuando darse por vencido. Todo el tiempo hay una puja”. “Por ejemplo, lo que nos pasó con el Covid. Todos nuestros clientes eran apps de comercio de algún tipo. Nos compraban cientos de miles de dólares en publicidad. Empezó la pandemia, se paró el mundo y esas empresas pararon los presupuestos. Nos bajó la facturación un 60% en un mes. Teníamos dinero para dos meses de vida. Eso lo vivís muy personal. Esa vez terminé internado una noche en el hospital porque me dio una ataque de nervios”, contó.

Reznik, en tanto, resaltó que “mucha gente puede nacer en familia rica, pero no es emprendedora”. “La red de contención puede ser la familia, amigos, pero si nadie acompaña, es uno solo contra el mundo y se complica. Ahora, ¿es suficiente eso? Claramente, no”, señaló.

Las características de un emprendedor argentino

Todos los argentinos tenemos la capacidad de vivir con crisis existenciales”, subrayó Meller, quien apuntó a ese factor como uno de los puntos más destacables para poder emprender. “Personalmente, hoy no lo cambiaría por nada. Obviamente, tengo una historia muy linda, aunque es difícil mantener la salud mental y física, no cobrar un buen sueldo durante infinita cantidad de años”, manifestó.

“En Argentina, por ejemplo, un viernes se vota en el Congreso que cambia el impuesto a las Ganancias y lo activan el lunes. Cuando yo estaba en Londres, me acuerdo, un año anunciaron un cambio en el impuesto a las Ganancias, tres años tardaron”, comparó.

Cuando sos un emprendedor argentino, es como aprender a manejar con obstáculos y después te vas a Europa o a Estados Unidos y no están los obstáculos”, ejemplificó e insistió: “Lo que tiene Argentina -y Latinoamérica en general-, es que es una tierra de oportunidades. No hay competencia para nada. Si se encuentra una oportunidad, la competencia es muy baja. En cambio, acá, hay una oportunidad y seguramente hay 300.000 personas. Pero, cuando se da una oportunidad es fácil destacarse, si se hacen las cosas más o menos bien”.

Reznik, a su vez, puntualizó: “Creo que somos expertos en no planificar a largo plazo. Es mes a mes. Hay una intuición del negocio y eso creo que es una de las cosas buenas de los emprendedores argentinos, que sabemos vivir con ese incertidumbre porque nuestra vida es una incertidumbre. Nacemos viendo incertidumbre. De hecho, en Europa no se emprende mucho. No es casualidad que haya más emprendedores en países más caóticos”.

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