Buenos Aires — El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, le pidió al Banco Central (BCRA) que derogue un decreto clave para el agro. Se trata de la circular A7720, emitida el pasado 9 de marzo, que limitaba la toma de créditos a aquellos productores que acreditaran tener un acopio de su producción de soja superior al 5% de su capacidad de cosecha anual.
A través de una carta firmada por el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, desde el Ministerio de Economía le manifestaron al BCRA que modifique esa reglamentación. “Creemos que la resolución no está logrando, lamentablemente, su entendible objetivo”, señaló.
Diferencias sobre el éxito de la circular
Desde el Palacio de Hacienda incluso parecen reconocer el carácter coercitivo de la medida. Es que según manifestaron, el objetivo de la circular no es otro que el de “alentar a quienes tienen en tenencia de porotos de soja a la venta de la misma”.
Sin embargo, y pese a que consideraron que “la medida es razonablemente entendible y acertada como normativa tendiente a generar políticas que favorezcan e incentiven el ingreso de divisas”, desde la cartera que encabeza Sergio Massa creen que es “oportuno plantear algunas diferencias sobre el éxito de la circular”.
El pedido de Economía al BCRA by Tomás Carrió on Scribd
“Comprendemos la circular y su objetivo de restringir el ingreso de los productores a líneas de financiamiento con algún tipo de promoción o encareciendo el costo del financiamiento bancario, buscando de esta manera que procedan a la venta del cereal y lograr el objetivo del ingreso de divisas”, añade la carta ante la necesidad que tiene hoy la economía argentina de que aumenten las reservas de dólares del BCRA.
Según argumentan desde el Ministerio de Economía, la medida no ha tenido éxito “porque los productores se resisten a vender, debido a que la gran mayoría de ellos tienen en su esquema financiero a la soja como reserva de valor”. A continuación, el texto agrega que los productores atesoran los granos “para cubrirse de eventualidades desfavorables en materia productiva externas a su manejo”, como pueden ser la sequía, granizos o plagas.
“Si a eso le sumamos la coyuntura actual de falta de lluvias, el recelo y cuidado de la soja aumenta sustancialmente ya que el miedo a que se vea afectada la situación financiera está latente, haciéndolos resistir a la venta de la misma”, añade la carta.