El ministro de Economía, Sergio Massa, sigue intentando frenar la hemorragia de reservas que sufre el Banco Central (BCRA). Las reservas netas están hoy en solo US$1.400 millones, muy lejos de las metas del FMI y las medidas que se analizan, según estimaciones de Fundacion Capital.
Massa citó esta mañana a los principales jugadores del mercado local, según confirmaron a Bloomberg News dos personas con conocimiento directo. Un vocero del Ministerio confirmó la reunión pero no quiso comentar de mas detalles. Según las fuentes, el ministro va a ofrecer al mercado bonos en dolares estadounidenses que vencerán a partir de 2029 — denominados “Bonar” o “AL” — y que hoy pertenecen a instituciones del sector público, como parte de un intento para calmar la presión en el mercado cambiario. También, Massa podría presentar otras medidas, agregaron las dos fuentes.
El desafío de cada día
El Gobierno se someterá hoy a un nuevo examen del mercado cuando venda sus bonos en pesos e intente renovar sus vencimientos. Los funcionarios creen que la licitación es manejable, pero nada subestimable, dijo una persona.
El Tesoro deberá renovar vencimientos que ascienden a los $370.000 millones y que en más del 90% está en manos de inversores privados, entre los que se agrupan bancos, fondos, aseguradoras y empresas que no fueron seducidos con el último canje.
El Gobierno espera un rollover cercano al 100% y menos holgado para esta licitación que para la de fin de mes.
El trabajo que tiene por delante la Secretaría de Finanzas es arduo, porque implica lidiar con inclemencias macroeconómicas: financiar un déficit fiscal primario que por diversos factores —el principal, la sequía— podría a fin de año verse duplicado en relación al 1,9% del PBI proyectado y comprometido con el FMI. El Tesoro se verá forzado a evaluar otras fuentes de financiamiento en pesos, como la colocación de deuda intra sector público; u otras innovadoras, como un bono a importadores, similar al que ya se colocó en el pasado, dijo una de las personas.
“Devaluar o no devaluar”
Los inversores suman cada vez más apuestas a una devaluación del tipo de cambio oficial. La inflación sin control, la sequía del sector agrícola, que hará perder al país más de US$20.000 millones según estiman en el mercado, son los argumentos principales para pensar que, en el mediano plazo, el Gobierno — el actual o el próximo — podría verse forzado a devaluar la moneda.
La conclusión de una posible devaluación puede verse al comparar los rendimientos de los bonos atados a inflación con los que están ligados a devaluación. El diferencial entre ambos, que hace exactamente un mes era negativo, se disparó hasta alcanzar los 812 puntos básicos este lunes. Los inversores prefieren cada vez más cubrirse de una devaluación, antes que de la inflación.
“Dadas las condiciones de reservas y el escenario macro de sequía, es muy probable que el Gobierno tenga que hacer algo y que eso implique un ajuste del tipo de cambio”, dijo el economista Juan Manuel Truffa, responsable de Mercados Para Todos, un newsletter especializado en finanzas.
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