Buenos Aires — A Joe Lowry le dicen ‘señor litio’. Es de Búfalo, Estados Unidos, y hace más de treinta años se dedica al sector. Afirma haber estado involucrado en la primera venta de este recurso para su utilización en baterías eléctricas. Y conoce también el desarrollo de esta actividad en Argentina desde su inicios, cuando se construyó la fábrica de FMC del proyecto Fénix en el Salar de Hombre Muerto, Catamarca, hoy operado por Arcadium Lithium, la fusión de Livent y Allkem.
Lowry, director de la consultora Global Lithium LLC y conductor del podcast Global Lithium Podcast, está en Argentina porque visitó Cauchari, un proyecto ubicado en la provincia de Jujuy que también acompañó desde el comienzo y que en 2023 se convirtió en el tercer productor de carbonato de litio en el país. Estuvo involucrado en el acuerdo entre la empresa china Ganfeng y la canadiense Lithium Americas (ahora Lithium Americas Argentina), las dos principales accionistas del proyecto que opera Minera Exar.
El ‘señor Litio’ es optimista respecto a Argentina pero escéptico sobre las proyecciones que desde el Gobierno se suelen difundir. Dice que la ventaja del país está en los costos de producción y que el foco no debe ser el de fabricar baterías eléctricas sino el de mejorar la infraestructura de la puna, la región del noroeste argentino donde se concentran los salares y los proyectos litíferos.
Dice también, en una entrevista exclusiva con Bloomberg Línea, que la reunión entre Javier Milei y Elon Musk poco tiene que ver con el litio argentino y que el país no debe preocuparse por su ingreso o no en el régimen del Inflation Reduction Act propuesto por Joe Biden.
Si tienen mil millones de dólares para gastar, construyan caminos en la Puna, construyan gasoductos, hagan hincapié en lo que tienen ventaja, que es el recurso del litio.
Joe Lowry
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La siguiente conversación ha sido editada por motivos de extensión y claridad.
¿Cómo ve el desarrollo del sector en el país?
Argentina es el primer mundo. Pero a veces hay empresas que vienen y lo tratan como si fuera el tercer mundo. Y eso es un problema. Y Argentina, ya sean los gobiernos provinciales o federales, deberían tratarlo como un problema y deberían hacer algo al respecto. Más allá de eso, en un contexto en el cual los costos han subido mucho, los reactivos han subido y el capital ha subido, Argentina tiene una ventaja y es que sigue estando en la parte baja de la curva de costos.
Se suele destacar la calidad del recurso también.
Sí. Hay muchos recursos aquí. Algunos son geniales, otros mediocres. Creo que la mayoría de los proyectos a los que verás fluir el dinero son de clase mundial.
¿Es optimista con Argentina?
Lo soy. Pero si vuelves atrás y escuchas lo que los gobiernos anteriores han dicho al respecto de que Argentina va a producir 300.000 toneladas para esta fecha, no tienen ni idea. No saben lo que se necesita. Producir litio de alta calidad es difícil. Y Argentina quedó atrapada en un rango muy estrecho porque sólo tenía dos productores. Tenías a Hombre Muerto y tenías a Olaroz (ambos operados hoy por Arcadium Lithium). Ahora tienes a Cauchari, que está al lado de Olaroz. Esperemos que alguno de los otros proyectos se pongan en marcha, pero no creo que Eramet produzca este año. No creo que Zijin produzca este año.
El objetivo de Argentina es ser el tercer productor global para 2030. ¿Es posible?
Creo que Argentina va a producir mucho más en 2030 de lo que produce ahora, pero no creo que la mayoría de las cifras que has oído se acerquen. Si el año pasado estaban en unas 35.000 toneladas, llegar a 300.000 en seis años, le prometo que eso no va a pasar.
¿Cómo impacta el escenario macroeconómico y la inseguridad jurídica de Argentina a la hora de tomar una decisión de inversión?
He hablado con grandes empresas estadounidenses que tenían interés en el litio. Y si les hablo de Argentina, me dicen que no. Es una zona prohibida por la economía, por las políticas. Pero hay un grupo de empresas dispuestas a correr ese riesgo. Y lo que siempre digo sobre Argentina es que, ya sea (Carlos Saúl) Menem, (Néstor y Cristina Fernández) Kirchner, (Mauricio) Macri o quien sea, las cosas suceden. Puede que no ocurran tan rápido como la gente quiere, pero yo soy un gran admirador de Argentina. Así que quiero ver progresos. Pero hay que verlo con ojos razonables. Y estas cosas llevan su tiempo.
¿Y cuál es su consejo?
Recuerdo que cuando vine aquí, en 2017 o 2018, hubo una gran movida para hacer baterías en Argentina. Me pidieron que diera el puntapié inicial el día que tenían que revisar todo. Y dije, no, no me quieren porque me parece una estupidez enfocarse en baterías. Y ellos insistieron. Dije, sí tienen mil millones de dólares para gastar, construyan caminos en la Puna, construyan gasoductos, hagan hincapié en lo que tienen ventaja, que es el recurso del litio. Olvídense de fabricar baterías. ¿Realmente quieres tratar de competir con China, con Corea o con Japón en la batería cuando no sabes nada al respecto? Pero tienes litio y tienes litio de bajo costo. Pero en la Puna hay limitaciones en la expansión de algunos de los proyectos de allí arriba, porque no hay gas natural, no hay suficiente gas natural. Está en el suelo, pero hay que tener gasoductos para que llegue a los proyectos.
Invertir en infraestructura entonces.
Construir la infraestructura, construir su ecosistema de litio y convertirse en el número uno en litio de salmuera en el mundo, que puede fácilmente, bueno, no fácilmente, pero es factible.
¿Cómo ve los intentos de Argentina para formar parte de la Inflation Reduction Act de Joe Biden?
He dicho que la Inflation Reduction Act es exagerada. No es tan importante. Soy estadounidense, debería ser un promotor de la Inflation Reduction Act. Pero cuando se analiza realmente, el significado en el futuro de lo que se hace aquí es bastante limitado. Argentina no necesita la Inflation Reduction Act. No necesita un acuerdo de libre comercio porque esta política de Estados Unidos, que es uno de los problemas de la Inflation Reduction Act, está mal redactada. Tendrán que hacer muchos cambios, y lo que tienen que hacer en Argentina es producir litio de alta calidad, y el mundo llamará a su puerta.
Este viernes se reunieron Javier Milei y Elon Musk. Y en cada contacto entre ellos suelen hacerse referencias al interés de Musk en el litio argentino. ¿Qué opina?
Aparte de Milei tratando de enviar señales al mundo, no creo que la reunión de Javier Milei con Musk signifique algo, sinceramente. El gobierno federal no controla el litio, las provincias lo hacen. Es bueno para los seguidores de Milei y es bueno para Elon tratar de comunicar lo que quiere decir.
Además, Elon Musk no está involucrado directamente en el recurso.
No. El talón de Aquiles de Elon Musk es el litio. Él nunca ha hablado con profundidad de conocimiento. Él sabe cómo funciona (el litio) en un coche. Él sabe cómo funciona (el litio) en una batería. Por lo tanto, eso está bien. Pero cada vez que habla sobre el mercado, por lo general está equivocado.
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¿Cómo ve la situación del precio del litio? Distintas empresas han ralentizado sus inversiones en Argentina debido a los precios.
Es uno de los grandes problemas. La mayoría de las cosas que lees sobre el precio no son ciertas. El precio del litio nunca fue de US$80.000 (la tonelada). Un precio lo era, pero muy poca cantidad. En este momento, el precio medio en el mundo es mucho mayor que US$15.000, pero China controla la narrativa. Y los chinos tienen una razón para querer bajar el precio del litio porque son el mayor productor de baterías.
¿US$15.000 la tonelada es un mal precio?
Históricamente US$15.000 es un precio alto del litio. La mayor parte de mi carrera, 34 años en esta industria, el litio se vendía a menos de US$5.000. Sí, los costos han subido, la intensidad de capital también, pero US$15.000 no es un precio terrible para el litio. Y si nos fijamos en los dos últimos ciclos, de 2015 a 2018, el precio pasó de muy por debajo de US$5.000 hasta US$28.000, y luego volvió a bajar a US$5.300. Siempre me gusta mirar el precio de SQM, porque son los que más leen. El Q4 del año pasado bajó a US$16.000. No sabemos con certeza el número del primer trimestre, pero si ese es el mínimo, y mucha gente piensa que el mínimo está en, es tres veces más alto que la última vez.
¿Y cómo impacta en Argentina?
Argentina tiene una ventaja y es que, independientemente de la empresa que hablemos, Arcadium Lithium o de Lithium Argentina, quien sea, tiene una buena posición de costos. Si nos fijamos en los productores de litio de todo el mundo, Argentina se encuentra en lo que llamamos el lado izquierdo de la curva de costos, el lado inferior de la curva de costos.